Este 5 de junio, como cada año, se conmemora el Día Mundial del Medioambiente, pero este año tiene un aditamento extra: se cumplen 50 años de la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medioambiente, llamada “Cumbre de la Tierra”.
Aquel evento se había llevado a cabo en Estocolmo, Suecia, la misma la ciudad en la que hoy, cinco décadas después, se reúnen expertos de todo el mundo en un diálogo sobre los problemas que genera el cambio climático.
El Día Mundial del Medioambiente fue creado en 1974, dos años después de aquella convención histórica, por iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como “una plataforma global para inspirar un cambio positivo”. El lema para este año es “Tenemos una sola Tierra”.
Triple crisis
En el marco de la cumbre Estocolmo+50, el equipo de ONU para el Cambio Climático detalló en un documento que “el mundo se enfrenta a una triple crisis planetaria de: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación”.
En ese contexto, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que “el bienestar mundial está en peligro, en gran parte porque no hemos cumplido nuestras promesas sobre el medioambiente”.
Guterres advirtió que es necesario cambiar el rumbo ahora y que es imprescindible dar un “verdadero valor al medio ambiente e ir más allá del PIB como medida del progreso y el bienestar humano”.
“Cuando destruimos un bosque, estamos creando PIB. Cuando pescamos en exceso, estamos creando PIB. El PIB no es una forma de medir la riqueza en la situación actual del mundo. En su lugar, debemos pasar a una economía circular y regenerativa”, señaló Guterres.
Cabe señalar que las emisiones de CO2 tendrán que reducirse a la mitad antes de 2030, según la ONU, para evitar un aumento de la temperatura de 2,7ºC o más a finales de siglo.
Los más afectados
Un informe reciente de S&P Global Ratings destacó que los países más pobres en el mundo sufrirían pérdidas económicas casi cuatro veces más que las naciones de renta media-alta y alta ante el cambio climático.
En línea con ello, un informe de la ONU del año pasado había estimado que los países en vías de desarrollo necesitarían hasta US$300.000 millones al año para 2030 y unos U$S500.000 millones para 2050, sólo para la adaptación al cambio climático, mucho más que las sumas proyectadas hasta ahora por los países más ricos.