Mejor disponibilidad de leche no contiene la escalada de sus precios en Colombia

Los mayores efectos que están sintiendo las empresas por la inflación se reflejan en los costos del plástico, el azúcar y la leche

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Bogotá — Con una inflación anual del 32,12% hasta abril, el precio de la leche para el consumidor final está entre los productos más impactados por la inflación en Colombia, lo que se refleja en buena medida en el incremento del Índice de Precios del Productor como consecuencia de las coyunturas globales de desabastecimiento y las complejidades logísticas.

Mientras en el caso de los quesos y los productos afines la subida fue del 22,54% anual hasta abril, los precios de los demás derivados de la leche se treparon un 16,85% y los de la leche en polvo para lactantes un 9,95%.

“No hay certeza de cuándo veremos normalización de la inflación, esperamos que a partir del segundo semestre la tendencia alcista se frene, y que los incentivos y acciones que se vienen promoviendo desde el Gobierno y el Banco de la República puedan ayudar a controlarla. Sobre todo, para mitigar el impacto sobre los colombianos”, dijo en entrevista con Bloomberg Línea el presidente de Alpina, Ernesto Fajardo.

Según el ejecutivo, los mayores efectos que están sintiendo desde Alpina por el tema de la inflación se reflejan en los costos del plástico, el azúcar y la leche. “A pesar de las eficiencias que hemos hecho, estos incrementos se han sentido en la industria y en el mercado”, comentó.

Atado a lo anterior, la guerra en Ucrania ha generado presiones adicionales a los productores agropecuarios en Colombia y países como Rusia y Bielorrusia representan el 30% de las necesidades de fertilizantes (dentro de los cuales están los utilizados para el crecimiento de los pastos).

“Esta dependencia, al igual que los altos costos de alimentos para el ganado, pone en evidencia la exposición que tienen los ganaderos a esta guerra, y por consiguiente la industria y el consumidor”, indicó el ejecutivo.

Presiones en los volúmenes de leche

El presidente de Alpina manifestó que, aunque los volúmenes de leche se están estabilizando, muchas de esas presiones continúan y se ven reflejadas en el precio actual al que se está comprando el litro de leche en el mercado formal.

Este es un fenómeno que ha venido acompañando a la industria desde el año pasado, cuando la oferta de leche estuvo por debajo de la demanda local y se calculó que el país tuvo una disminución en la producción de un 5%, de acuerdo a cifras de la Unidad de Seguimiento de Precios del Ministerio de Agricultura.

Lo anterior se habría dado como resultado de menores incentivos a la producción luego del paro, incrementos en los costos de concentrados y de los fertilizantes a nivel global, así como una subida en los costos de transporte.

En este sentido, se mostró consciente de que en algunos momentos han visto afectada la disponibilidad de productos lácteos, en parte, por los choques externos e internos que han vivido en los últimos meses.

“La escasez impacta la producción de nuestros productos lácteos. Sin embargo, hemos trabajado de la mano de todos los eslabones de nuestra cadena de valor para abastecer los puntos de venta en todo el territorio colombiano y cumplir lo mejor posible con las expectativas y necesidades de los consumidores”, apuntó.

Control de precios

Ernesto Fajardo comentó que en el sector lácteo ya existe un control en los precios al ganadero y que esto se hace por medio de una resolución del Gobierno que sale una vez al año y se publica en marzo.

Esta determina el pago mediante una fórmula que incluye variables como el costo de la canasta ganadera, inventarios, IPC lácteo, entre otros.

El año pasado se determinaron dos incrementos en los precios a los ganaderos (uno en marzo y otro en octubre). “Esto no se había hecho antes y demuestra la presión en los costos que vive el sector”, dijo el presidente de Alpina.

Además, citó cifras de la Cámara de Comercio de Medellín para indicar que el año pasado cerca del 43% de los litros de leche producidos en Colombia (8,7 millones al día) se comercializan a través de empresas informales que no cumplen las normas de precios y tampoco las reglas laborales de salubridad, inocuidad, fiscales, entre otras.

Para el empresario, “dicha informalidad, además de afectar la libre competencia, impacta la productividad y competitividad del sector”.

Aun así, durante el primer trimestre las ventas de Alpina alcanzaron los $804.000 millones, un 68% más tras la adquisición de la empresa del sector lácteo estadounidense Clover Sonoma, que tuvo ventas de US$227 millones en 2021.

En dichos resultados trimestrales de Alpina también influyó una mayor proporción en las ventas de derivados lácteos en su operación de Colombia y la mejora que obtuvo en los costos logísticos gracias a que consolidó el centro de distribución de Entrerríos (que distribuye a Antioquia y la zona norte del país) con el fin de mejorar la eficiencia de trayecto de su flota.

“Esto nos permitió disminuir las paradas intermedias, asegurando la llegada de producto en menor tiempo a los consumidores a la vez que redujimos gastos. De igual manera, al consolidar la operación en un solo centro pudimos reducir gastos de electricidad y de operaciones logísticas bajo techo y contar con una operación más eficiente”, contó el empresario.

Asimismo, desarrollaron iniciativas para facilitar el trabajo de los colaboradores reduciendo la manualidad en los procesos de separación, lo que ayudó a minimizar errores y a potenciar el rol de los equipos logísticos.

Abiertos a posibilidades de negocios

Ernesto Fajardo manifestó que como parte de los planes de internacionalización, diversificación y crecimiento están abiertos a explorar posibilidades de adquisiciones no solo en Estados Unidos sino en otros destinos tras la compra de Clover Sonoma, que se dedica a la producción láctea orgánica en el norte de California.

La meta para este año, dijo, es expandirse al resto de California y llevar los productos a otros estados tales como Oregón, Washington, Arizona y Nevada.

Actualmente, en Latinoamérica la compañía tiene presencia y sedes físicas en Colombia, Ecuador y Venezuela, a la vez que exporta a más de 20 países.

La empresa ha cerrado oportunidades de negocio con Boydorr, una empresa colombiana en el mercado de nutraceúticos y suplementos alimenticios; Don Maíz, que compite principalmente en el mercado de productos de maíz y arepas; y Atlantic y la Recetta, que fortalecen el negocio institucional.

“Estamos interesados en revisar oportunidades que cumplan con algunas condiciones como son el aporte al cumplimiento de nuestra estrategia, posibilidades de crecimiento, fortaleza de la marca, así como compartir valores y principios similares. Este último, es un criterio muy importante para nosotros”, afirmó.