En Italia, 2,6 millones de personas se dieron por vencidas y no buscan trabajo

El mercado laboral fue sólo uno de los muchos puntos débiles que el Gobernador del Banco de Italia destacó en su discurso anual

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Bloomberg — En la larga lista de problemas que el Gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, enumeró esta semana, la cantidad de ciudadanos que ya se dieron por vencidos a la hora de buscar trabajo fue especialmente sombría.

La proporción de personas activas en el mercado laboral es una de las más bajas de Europa, dijo ante la élite económica del país, reunida en la Sala de Accionistas del Palacio Koch, sede de su institución en Roma. La zona más afectada es el sur de Italia, más pobre, de donde procede el gobernador.

El mercado laboral fue sólo uno de los muchos puntos débiles que Visco destacó en su discurso anual del martes. Puede resultar uno de los más difíciles de solucionar para la Unión Europea, que está actualmente impulsando programas centrados en la capacitación de la fuerza laboral, en un intento de revitalizar Italia como parte del Fondo de Recuperación 200.000 millones de euros (US$214.000 millones) .

Liberar el potencial de empleo atrapado en la inercia de la tercera economía de la zona euro es una de las pocas opciones disponibles para combatir las consecuencias de un declive demográfico tan pronunciado que el hombre más rico del mundo, Elon Musk, ha advertido que el país corre el riesgo de quedarse sin gente.

“Superar los factores que dificultan el crecimiento de la productividad se ha convertido en algo aún más necesario” dadas las perspectivas demográficas, dijo Visco. Sólo se puede contrarrestar en parte con una mejora del saldo migratorio y con un aumento de la participación en el mercado laboral.”

Las cifras son contundentes: 2,62 millones de personas tienen la capacidad de buscar empleo pero no lo hacen. La cifra es mayor a las personas que efectivamente demandan empleo. A esto hay que añadir 872.000 trabajadores a tiempo parcial que querrían más horas, y 90.000 personas que quieren un trabajo pero no están disponibles de inmediato, según cálculos de Bloomberg basados en datos de Eurostat.

“Me entristece mucho ver estas cifras”, dijo Andrea Prencipe, profesor de gestión de la innovación y rector de la Universidad Luiss de Roma. “Esto apunta a un problema que va más allá de las cuestiones habituales de adecuación de la oferta y la demanda, y de las competencias. Es un problema de mentalidad”.

Como ocurre con muchos de los problemas económicos de Italia, el sur es la región del país que más sufre. El año pasado, cuando una medida del desempleo nacional alcanzó una media del 9,5%, esta fue de casi el 24% en la zona de Nápoles, donde nació Visco, de 72 años. La tercera ciudad más grande del país, se considera a menudo como una representación del malestar y el crimen organizado asociados a esa mitad de la península.

Más al este, en Isernia, una provincia sin salida al mar de la que procede la familia del gobernador, en la región montañosa de Molise, el desempleo supera el 12%.

Visco también dijo que el país destaca por la baja proporción de mujeres en la fuerza laboral, agravada por la dificultad de recuperar el empleo después de tener hijos.

La raíz del problema está la escolarización. La baja participación laboral está “estrechamente relacionada con el nivel educativo”, dijo el funcionario.

“Tenemos una mano de obra poco cualificada”, lamentó el miércoles en Rainews24 la subsecretaria del Ministerio de Economía italiano, María Cecilia Guerra. “Esto tiene un gran impacto en nuestras perspectivas de crecimiento”.

Eso no es fácil de arreglar. Prencipe, el profesor de Luiss, dice que el simple hecho de arrojar dinero al problema no lo solucionará, aunque el Fondo de Recuperación de la UE tenga iniciativas dedicadas a la capacitación y la educación.

Dice que a los jóvenes les cuesta incorporarse al mercado laboral después de estudiar en Italia y que necesitan una formación mejorada que les haga más ágiles en una época en la que las necesidades de empleo evolucionan más rápidamente y la esperanza de vida se alarga.

Adaptarse al cambiante mercado laboral es un reto para Beatrice Tarantino. Ha luchado por encontrar un trabajo desde que perdió el suyo en una compañía de seguros en Roma durante los despidos de 2018. Actualmente ayuda a una amiga con el cuidado de los niños, y tiene previsto volver a la carga a finales de este año.

“Después de la pandemia, se hizo más difícil buscar un trabajo”, dijo la mujer de 49 años. “Ahora empiezo a sentirme demasiado vieja para encontrar uno”.

Animar a la gente a entrar o volver al mercado laboral es fundamental. La alternativa, como sugirió Visco, es que los mejores y más brillantes del país emigren, como ya han hecho casi un millón, mientras otros no trabajan. Este reto hace que Italia tenga que asegurarse de que su gran inyección de dinero de la UE no sólo se gasta, sino que se gasta bien.

“No se trata de la cantidad de fondos, que es considerable, sino de cómo vamos a utilizarlos”, dijo Prencipe. “Lo necesitamos para abordar realmente los problemas relacionados con el trabajo y el aprendizaje”.

Este artículo fue traducido por Andrea González