Buenos Aires — En un escenario internacional complejo y de marcada incertidumbre económica, la Argentina debe afrontar las revisiones trimestrales del Fondo Monetario Internacional (FMI) como parte del acuerdo alcanzado para refinanciar la deuda del país por más de US$44.000 millones. Así, consultoras y economistas ven probable que el país deba presentar un waiver, ante metas macroeconómicas anuales que lucen de difícil cumplimiento.
Mediante ese mecanismo, el país, al disculparse por no cumplir con los objetivos, debe dar a conocer al organismo internacional las razones por lo ocurrido y el directorio deberá resolver si acepta o no ese pedido de waiver. En función de eso, decide si realiza o no los desembolsos previstos en el calendario acordado.
- ¿Cuáles son las metas? Si bien son varios los compromisos del país ante el FMI, las tres metas de las que dependen los desembolsos son las que apuntan a las reservas internacionales, el déficit primario, y la emisión monetaria.
“Las metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que fueron definidas durante febrero y aprobadas por el Congreso durante marzo, van camino a ser incumplidas en los próximos meses”, pronosticó el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).
En ese sentido, analizó que “la primera revisión será evaluada por el directorio del Fondo en la primera quincena de junio y, dado que las metas son trimestrales, alcanzará con lo hecho hasta marzo para pasar el test de variables macroeconómicas”.
Más incertidumbre
De acuerdo con el CESO, la relación con el FMI “va a entrar en un terreno de incertidumbre cada vez mayor en las próximas revisiones, en la medida que se dificulte el cumplimiento de las metas”.
Según remarcó, “las metas fiscales y financieras pueden redefinirse en un nuevo Memorándum de Políticas Económicas y Financieras (MPEF) durante junio”.
“Las metas originales se fijaron en términos nominales - y no como un porcentaje del producto - con una inflación prevista en torno al 43% anual. Como estamos muy por encima de ese valor, seguramente las metas nominales serán revisadas en un nuevo MPEF de acuerdo a proyecciones de inflación algo más realistas”, explicó.
¿Cómo marcha el test ante el FMI?
Isaías Marini, economista de la consultora Econviews, señaló en diálogo con Bloomberg Línea que, en cuanto a la meta del déficit, para el segundo trimestre, se debería alcanzar “un máximo de $566.8 mil millones”. “Hasta abril, el acumulado era de $271.9 mil millones, es decir queda que entre mayo y junio el déficit no debería sumar más de $294,9 mil millones”, manifestó.
De ese modo, estimó que “con el fuerte costo fiscal del programa de refuerzos de ingresos, se llegará de manera muy ajustada”.
“La meta de asistencia monetaria al Tesoro es de $438,5 mil millones para el segundo trimestre. Hasta el 27 de mayo la asistencia sumaba unos $380,5 mil millones, por lo que quedan $58 mil millones para emitir y no creemos que se cumpla”, advirtió.
Respecto de las reservas netas, el economista señaló que “deberían alcanzar los US$6.425 millones y a la fecha estas suman unos US$3.630 millones”. “A todas luces, es la meta menos cumplible”.
En tanto, el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz espera que las metas sean de “muy improbable cumplimiento, si sólo se actualizan en términos nominales”.
De hecho, aseguró que se debe tener en cuenta la estacionalidad para el caso del déficit fiscal, que es similar a la del financiamiento monetario.
“Si se observa 2021, el déficit fiscal también se hace mayor hacia final del año”, argumentó y expresó que, “por efecto de los precios internacionales en la energía que deben afrontar CAMMESA e IEASA, así como la necesidad de destinar mayores recursos a garantizar el acceso a los alimentos y subir el nivel de ingresos de amplios sectores de la población por la aceleración de la inflación, es probable que el déficit sea mayor al previsto inicialmente”.
“Si no se incorporan los efectos que tuvo el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania en los precios de la energía y los alimentos que obligó a incrementar el nivel de subsidios y transferencias por la delicada situación social, las metas planteadas originalmente van a seguir siendo un factor de incertidumbre adicional”, alertó.
¿Cuáles son las consecuencias de un waiver?
Marini sostuvo que “el mercado ya es consciente de que se necesitará un waiver y ello se refleja en la suba del riesgo país de las últimas semanas”.
En ese sentido, indicó que “lo más probable” es que el Fondo postergue “las metas para el próximo trimestre”. “Aun así, los primeros efectos probablemente se observen en términos de una suba del riesgo país y un incremento de la brecha cambiaria”, evaluó.
Por su parte, Consultatio analizó que “la idea de que el acuerdo con el FMI podía resultar como un estabilizador de las expectativas es cada vez más lejana”. “La evolución reciente de las principales metas acordadas -fiscales, monetarias y de reservas- se encaminan a un triple incumplimiento”, subrayó.
“El acuerdo, que nació light, corre riesgo de volverse decorativo. El paso del tiempo perjudica a todas las partes: al Gobierno, al FMI y a la economía. Más temprano o más tarde, habrá que introducir cambios. La postergación de ellos solo puede agravar los problemas actuales”, afirmó.
Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, anticipó que, según sus proyecciones, “para la evaluación del 30 de junio, se va a incumplir por lo menos la meta de acumulación de reservas netas”, pero aclaró que desestimó la posibilidad de que “el acuerdo se caiga por un waiver”.
“Creo que nos lo van a dar. Seguramente, van a hacer algún tipo de comentario para corregir el desvío. Algo parecido va a pasar en diciembre cuando se revisen las condiciones del tercer trimestre y, ni hablar, en marzo cuando esté la revisión de 2022 completa”, adelantó.
Triple incumplimiento
“Estamos estimando desvíos en la meta fiscal, de asistencia del BCRA al Tesoro y, además, en las reservas netas. Creo que el Fondo va a hacer lo posible para exigir, pero sin cortar los desembolsos”, opinó el director de Análisis Macroeconómico de Equilibra.
Por ello, puntualizó: “Creo que el Fondo va a apretar, pero no va a tirar demasiado de la cuerda porque, si no, vamos a estar en el mismo lugar que el FMI no quiere estar, que es en default. La idea es que la Argentina llegue al recambio presidencial y ahí se negocie, probablemente, un nuevo acuerdo”.
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