Hace casi un año, 13 vehículos de alta gama marca Ford Mustang fueron incorporados como patrullas en el cuerpo policial de Chacao, municipio en el este de Caracas, que luego fue emulado en su decisión por otras instituciones cercanas a la capital, en lo que representa un gasto elevado.
La medida, impulsada por Gustavo Duque, alcalde electo en Chacao por Primero Justicia, y quien después fundó el partido Fuerza Vecinal, fue repetida aunque en menor dimensión por uno de sus pupilos, Raziel Rodríguez, alcalde de Guatire, con la adquisición de un vehículo marca Chevrolet Camaro.
“Guatire será la nueva Dubai”, era la respuesta que daba Rodríguez a las críticas, durante el principio de su mandato en 2021, en este municipio mirandino, que por más de 20 años estuvo gobernado por el chavismo, siendo esta la primera vez en que un opositor asumía la silla.
Aunque no había una identificación plena con su militancia en Fuerza Vecinal, el acompañamiento de otros alcaldes de esa misma tolda el día de su juramentación, incluido Gustavo Duque, confirmó la alineación, que poco después fue ampliada con el auto lujoso de patrulla policial.
Rodríguez, un funcionario público con alta presencia en las redes sociales, se ha encargado de resaltar el uso de recursos propios o el respaldo del sector privado para los logros en su gestión. Desde Bloomberg Línea, se solicitó comentarios a su equipo sobre el financiamiento para la adquisición del vehículo Camaro, y este indicó que por el momento, el alcalde prefiere reservarse las declaraciones a raíz de un proceso judicial que atraviesa por una denuncia de desalojo forzoso, en un parcelamiento familiar en Guatire.
Otras entidades, como la gobernación de La Guaira, en el litoral central, liderada por el chavista José Alejandro Terán, si bien dista en ideología de la administración en Chacao, se relacionan con un elemento en común: la incorporación de un Ford Mustang como patrulla policial en el año 2008.
Y es que el modelo de los vehículos que Chacao dispuso para su cuerpo policial, adscritos a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, marcan igualmente este año de fabricación, lo que ha despertado las interrogantes sobre sus costos y su cuestionada utilidad.
Bloomberg Línea se contactó con los voceros de la gobernación de La Guaira, que se ha caracterizado durante los últimos años por la compra de carros policiales de última generación, pero no contestaron los interrogantes.
En el caso de la alcaldía de Chacao, documentos a los que obtuvo acceso Bloomberg Línea, detallan un crédito adicional para la adquisición de los vehículos Ford Mustang, bajo el objeto de garantizar la movilidad del personal asistencial del municipio, por un monto de 615.862.699.200,00 bolívares (148.808 dólares de acuerdo al tipo de cambio oficial en septiembre de 2021), lo que corresponde 11.446 dólares por unidad.
El precio, consultado en el mercado automotriz venezolano es el indicado para este tipo de automóviles, sin embargo, el cuestionamiento que hacen los habitantes de Chacao reposa más bien en las prioridades que se dejaron a un lado para la compra de vehículos antiguos, a través de empresas desconocidas.
“Me informan desde Chacao que 3 de los 4 los Mustang dizque policiales están en mantenimiento. Uno por tren delantero, otro por pastillas de freno, y el tercero por recalentamiento. Próximamente los ciudadanos se podrán tomar las fotos cuando los vuelvan a sacar a la calle”, comentaba el periodista Daniel Guillermo Colina en sus redes sociales, poco después del anuncio sobre las nuevas patrullas policiales.
El origen de los vehículos, que fueron también fotografiados y grabados cuando se encontraban accidentados en las calles de la jurisdicción, comenzó entonces a ser investigado a través de los números de placa. Esto arrojó los nombres de dueños anteriores, personas naturales que habían entregado sus carros a empresas dedicadas a la venta por consignación, como Inversiones Automotriz 3333 C.A., con sede en Las Mercedes de Caracas.
El alcalde Gustavo Duque no respondió los comentarios requeridos por Bloomberg Línea sobre el gasto público, que sirvió de ejemplo, siendo imitado por otras entidades en esa línea estratégica y contagiosa, de adquisiciones lujosas en una Venezuela en recesión durante 8 años.