Bloomberg — El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dijo que entregará a Ucrania sistemas avanzados de cohetes y otras armas, mientras que funcionarios estadounidenses rechazaron afirmaciones rusas de que la medida intensificará la guerra que está entrando en su cuarto mes.
Un funcionario estadounidense de alto rango dijo bajo condición de anonimato que el paquete de armas incluye misiles que permitirán a Ucrania atacar lugares situados a una distancia de hasta 80 kilómetros (50 millas). Los líderes del mundo, incluido el primer ministro británico Boris Johnson, han solicitado públicamente esta iniciativa en las últimas semanas.
Biden dijo en un comunicado que “gracias a la financiación adicional para Ucrania, aprobada con un apoyo ampliamente bipartidista en el Congreso estadounidense, EE.UU. puede seguir suministrando a Ucrania más armas que están usando tan eficazmente para responder a los ataques rusos”.
La decisión se produce más de tres meses después de que las fuerzas del presidente ruso, Vladimir Putin, invadiran Ucrania. El conflicto se está convirtiendo en una cruenta lucha ciudad por ciudad, ya que Rusia está tratando de consolidar su territorio en el este en lugar de hacerse con el control de todo el país. Ese cambio de objetivos estratégicos ha modificado la forma de librar la guerra, con bombardeos de mayor alcance, incluida la artillería, que forman parte cada vez más de los combates.
Un motivo de preocupación en Washington y en algunos países europeos sobre el suministro de armas y municiones de mayor alcance era si Ucrania atacaría objetivos dentro de Rusia. Ello supondría el riesgo de ampliar la guerra y atraer a los países de la OTAN, que han intentado marcar una línea divisoria entre el suministro de ayuda defensiva y la participación más agresiva en el conflicto.
El miércoles en Washington el secretario de Estado, Antony Blinken dijo a periodistas que “los ucranianos nos han garantizado que no usarán estos sistemas contra objetivos en territorio ruso”y “existe un fuerte vínculo de confianza entre Ucrania y EE.UU., así como con nuestros aliados y socios”.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que las garantías de Ucrania no le convencen. Las nuevas entregas de armas “echan más leña al fuego”, dijo en una conferencia telefónica.
El alto funcionario estadounidense dijo a periodistas que el nuevo paquete incluirá el Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad. El contratista de defensa Lockheed Martin Corp. dice en su sitio web que el vehículo con ruedas puede llevar un “paquete de seis” cohetes y puede “disparar y desplazarse” en “entornos de alta amenaza”.
EE.UU. se abstuvo de acordar el envío de sus municiones de más largo alcance y destacó los envíos anteriores de otros sistemas avanzados, como obuses y armas antitanque.
El nuevo paquete de ayuda de la Casa Blanca para seguridad de US$700 millones sería detallado el miércoles según dijeron funcionarios estadounidenses. Desde que comenzó la guerra, Estados Unidos ha suministrado más de US$4.500 millones en ayuda militar.
Funcionarios de la administración Biden han prometido que debilitarán a Rusia para que no pueda volver a atacar a un país vecino, imponiendo una serie de sanciones a Moscú y fortaleciendo el ejército ucraniano con miles de millones de dólares en armas. Pero el objetivo de expulsar a las fuerzas rusas de Ucrania parece más lejano, aún después de que los militares del presidente Volodymyr Zelenskiy forzaron a Moscú a reducir sus primeras pretensiones de capturar Kiev y sustituir al gobierno rápidamente.
Biden escribió que “si Rusia no pagase un alto precio por sus actos, se enviaría un mensaje a otros posibles invasores de que ellos también pueden tomarse el territorio y subyugar a otros países”. “Puede suponer el fin del orden internacional basado en normas y puede abrir la puerta a la guerra en otros lugares, con consecuencias devastadoras para todo el mundo”.
Con la asistencia de Justin Sink e Iain Marlow.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar