Bloomberg — Intensificando su uso de la energía como arma y sembrando más división en Europa, Rusia ha cortado el suministro de gas a más compradores europeos.
Esta semana Gazprom PJSC (GAZP) suspendió los envíos a gasoductos de Dinamarca y Países Bajos, y sorprendió a los mercados al cortar también un pequeño contrato de suministro a Alemania. El gigante eólico Orsted A/S (ORSTED) y Shell Plc (SHEL) se habían negado a cumplir la exigencia del presidente Vladimir Putin de realizar pagos en rublos y Gazprom respondió deteniendo los flujos.
Justo en el momento en que el bloque decide imponer sus más duras sanciones energéticas por la invasión de Ucrania, Rusia ejerce su dominio sobre el mercado del gas de la Unión Europea.
Al demandar pagos en rublos, Moscú ha ido sembrando división en Europa en torno al gas, un recurso vital para el continente.
Algunos países se han mantenido firmes y se han negado a aceptar las nuevas condiciones, corriendo el riesgo de incumplir las propias sanciones del bloque, y han visto cómo se les cortaba el gas. Los primeros fueron Polonia y Bulgaria. En cambio, empresas como la italiana Eni SpA (E) y la alemana Uniper SE (UN01) se apresuraron a encontrar una forma de cumplir las condiciones de Putin sin caer en las sanciones. Su gas no tiene interrupciones.
El martes el primer ministro italiano, Mario Draghi, dijo que Rusia está tratando a los países de forma diferente. Pero una persona familiarizada con los contratos de Gazprom dijo a Bloomberg que los principales compradores del bloque han pagado según los nuevos términos y que después de Shell y Orsted, no habrá más empresas que se queden sin suministro.
Tras semanas de discusiones sobre las condiciones, se ha visto que los principales compradores de gas ruso han encontrado una forma de seguir pagando, mientras que los compradores más pequeños con más alternativas y en algunos casos con un enfoque más beligerante hacia Moscú, se han negado a ceder.
“Definitivamente es importante, pero los contratos con la mayoría de estos compradores finalizaban este año de todos modos o son para volúmenes relativamente pequeños”, dijo Jonathan Stern, investigador distinguido del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford. “Las decisiones de estos compradores no han repercutido aún en la mayoría de las exportaciones de gas ruso a Europa en virtud de contratos a largo plazo”.
El corte de Dinamarca se produce justo cuando la nación se dispone a votar el miércoles sobre el pacto militar de la UE, un referéndum que el gobierno ha convocado en respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Las encuestas sugieren que el país, que habitualmente ha rechazado una mayor integración en la UE, se acercará aún más al bloque.
Del mismo modo, Finlandia vio interrumpidos los envíos de energía desde Rusia dos días después de que sus líderes dijeran que apoyarían una solicitud de ingreso en la OTAN y los flujos de gas terminaron tres días después de que presentara su solicitud.
La división de exportación de Gazprom dijo que dejará de enviar gas a Shell Energy Europe, lo que afectará los suministros a Alemania, a partir del miércoles. El gigante ruso del gas también cortará ese mismo día a la danesa Orsted y el martes a la empresa holandesa de energía GasTerra BV.
Shell Energy Europe tiene un contrato con Gazprom para el suministro de gas a Alemania de hasta 1.200 millones de metros cúbicos al año, según el exportador ruso. Eso es menos del 0,8% de lo que la empresa rusa suministró a la Unión Europea el año pasado. Uniper es el mayor comprador de gas de Alemania y continúa recibiendo gas ruso.
El contrato a largo plazo de Orsted es de 20 teravatios-hora al año, o unos 1.900 millones de metros cúbicos al año. Si bien eso es solo una fracción de las importaciones de gas de la UE, representa más del 80% de los 24 teravatios-hora que Dinamarca importó el año pasado.
Con la asistencia de Kati Pohjanpalo, Laura Hurst y Chiara Albanese.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar