Las protestas en Venezuela aumentaron un 28% durante el primer cuatrimestre de 2022, en comparación con el mismo período del año anterior, de acuerdo al Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), que registró 2.677 de ellas entre enero y abril.
Al menos 1.012 manifestaciones fueron impulsadas por trabajadores, que exigían mejoras en los derechos laborales, estando la mayoría de ellos, adscritos a la administración pública. En años anteriores, las protestas se enfocaban en las fallas de los servicios públicos principalmente.
Los trabajadores si bien fueron los protagonistas de las manifestaciones entre enero y febrero, en rechazo al salario mínimo de 2 dólares, que luego fue aumentado a unos 30 dólares en marzo, durante las últimas semanas de mayo volvieron a concentrarse en las calles, en contra del instructivo aprobado por la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre).
Jubilados y pensionados se sumaron al pronunciamiento de trabajadores activos en el sector público, quienes cuestionan la reducción de sus beneficios por parte del Ejecutivo, con el objetivo de aumentar el salario base aprobado por la administración de Nicolás Maduro.
Una fuente en la Onapre aseguró a Bloomberg Línea que los recursos en bolívares para el pago de las bonificaciones adeudadas se encuentran paralizados, así como los montos aprobados para la cancelación del bono único anunciado por el chavismo para un grupo de jubilados, a partir del 2018.
El promedio de 22 protestas por día, que marcó el informe del OVCS, también incluyó 519 protestas relacionadas con derechos políticos mientras que 659 se centraron en las deficiencias de los servicios de agua, gas y servicio eléctrico.