Gigante brasileño de delivery iFood lanza motos eléctricas para entregas

Los nuevos vehículos forman parte de un proyecto más amplio de iFood para reducir las emisiones de carbono

Por

Bloomberg Línea — La empresa brasileña de reparto iFood, respaldada por Prosus, lanza una línea de financiación de motos eléctricas para los repartidores. A través de una asociación con la startup brasileña Voltz y el banco BV, los repartidores podrán comprar motos eléctricas por 10.000 reales (US$2.121,84). El BV ofrecerá una subvención de 2.000 reales (US$424) a los primeros 300 repartidores que soliciten financiación.

El nuevo proyecto se está implementando en una fase piloto en São Paulo, y contará con 100 estaciones de baterías a través de la ciudad.

La moto de Voltz viene con un cargador, pero el proyecto iFood también cuenta con un sistema de intercambio de baterías.

El modelo funciona con una suscripción en la que los usuarios no son propietarios de la batería, sino que la utilizan como un servicio (Battery as a Service o Batería como Servicio en español), de forma compartida. Por el momento, ya hay 33 estaciones de intercambio de baterías instaladas en 19 gasolineras de la capital paulista.

Los planes de suscripción a la batería varían desde los 129 reales (US$27) al mes para quienes conducen hasta 2.000 kilómetros hasta los 319 reales (US$67) para un kilometraje e intercambios ilimitados.

Voltz acelera

La autonomía de las motos de Voltz con dos baterías es de 100 a 180 kilómetros. Las motos alcanzan los 85 kilómetros por hora y tienen dos años de garantía.

El lunes, Voltz puso en marcha una nueva fábrica de motos eléctricas en la Zona Franca de Manaus, en Amazonas.

El año pasado, la startup automotriz recibió una inversión de 100 millones de reales (US$21 millones) liderada por la fintech Creditas y ahora invierte 12 millones de reales en la nueva fábrica.

El espacio tiene 11 mil metros cuadrados y la startup brasileña pretende producir 15 mil motos al mes en un principio.

“La planta de Manaos es extremadamente importante, ya que nos permite dar un paso hacia la estabilización de la cadena de suministro con China. Además de asegurar un mejor control de calidad, también permite una oportunidad de obtener mejores costes de producto”, dijo el CEO de Voltz, Renato Villar, en un comunicado de prensa.

Con la nueva fábrica, Voltz dijo que tendrá una infraestructura completa para la producción de motos y scooters eléctricos y generará 200 nuevos puestos de trabajo.

Para iFood, las motos eléctricas forman parte de un proyecto más amplio para reducir las emisiones de carbono.

“Nuestra iniciativa se basa en pensar en las ventajas para nuestros repartidores y el medio ambiente”, dijo André Borges, jefe de sostenibilidad de iFood, en un comunicado de prensa.

Además de apoyar el uso de bicicletas eléctricas, la foodtech está llevando a cabo iFood Pedal, un proyecto que se centra en proporcionar a los conductores de reparto planes asequibles para utilizar bicicletas y e-bikes (bicicletas eléctricas) para las entregas.

“Nuestro objetivo es garantizar que el 50% de las entregas de iFood se realicen con vehículos que no utilicen combustibles fósiles para 2025. Es una victoria para nuestro repartidor, para el medio ambiente y para la sociedad en su conjunto”, dijo Borges.

La sostenibilidad, un gran reto para las empresas de reparto

Pero la imagen de sostenibilidad puede estar lejos de los repartidores registrados en la plataforma, según las conclusiones de un estudio de la USP (Universidad de São Paulo).

El investigador Eduardo Souza siguió durante seis meses la rutina de cinco repartidores que utilizan la bicicleta en la ciudad de São Paulo. Con un monitor cardíaco y un dispositivo colocado en la bicicleta, se registró que este tipo de trabajo puede ser perjudicial para la salud de los repartidores. Y es que, además de los riesgos de lesiones y las precarias condiciones de trabajo, los repartidores en bicicleta inhalan cinco veces más contaminantes que los que se desplazan en coche o autobús.

“Particularmente en la ciudad de São Paulo, la falta de infraestructura ciclista, la baja calidad socio-territorial y los altos niveles de contaminación atmosférica pueden mitigar los supuestos beneficios que los servicios de entrega en bicicleta promueven para la ciudad y la salud de los ciclistas repartidores. A esto se añaden unas condiciones de trabajo denigrantes, a menudo precarias, agotadoras, informales y malas pagas”, escribe el autor de la tesis doctoral.

iFood cuenta con más de 200.000 repartidores activos en su plataforma. Souza cita la manifestación de junio de 2020 en São Paulo conocida como Breque dos Apps (Freno a las Apps), cuando los repartidores suspendieron sus actividades para protestar por mejores condiciones laborales. El pasado viernes 27 de mayo, los repartidores de São Paulo volvieron a protestar por mejores condiciones laborales.

Este artículo fue traducido por Andrea González