Bloomberg — El presidente Jair Bolsonaro, cuya popularidad ha caído en el empobrecido noreste de Brasil, visitó la región el lunes luego de que fuertes lluvias dejaran más de 90 muertos y 5.000 personas sin vivienda en los últimos días.
El presidente, que busca la reelección en las votaciones de octubre, sobrevoló con varios miembros del gabinete las áreas donde los derrumbes de tierra sepultaron a decenas de personas en el estado de Pernambuco. La región ha estado sufriendo lluvias torrenciales durante una semana.
“Lamentablemente estas catástrofes ocurren”, dijo a periodistas en Recife, la capital del estado. “Obviamente todos estamos tristes y estoy aquí para expresar mis condolencias a las familias de las víctimas”.
Las muestras de apoyo de Bolsonaro en Recife contrastan con su decisión de no interrumpir unas vacaciones en la playa para visitar el nororiental estado de Bahía a fines del año pasado, cuando las fuertes lluvias también dejaron varios muertos y ciudades bajo el agua. En esa ocasión, el mandatario fue duramente criticado por legisladores de la oposición e incluso aliados del gobierno.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva lidera la campaña presidencial en los estados del noreste con el 62% de la intención de voto, según la última encuesta de Datafolha publicado la semana pasada. Bolsonaro obtuvo apenas un 17%, su peor desempeño en las cinco regiones del país sudamericano.