Bloomberg — La concienciación sobre la contaminación por plásticos y el peligro que supone para nuestros océanos continúa creciendo, pero la industria plantea otra amenaza menos conocida para nuestro planeta: su proceso de fabricación emite cantidades enormes de gases de efecto invernadero.
Los productos petroquímicos, las materias primas químicas clave utilizadas para fabricar plásticos, son responsables de hasta el 2% de las emisiones globales, el equivalente a toda la industria de la aviación. La descarbonización del plástico se considera incluso más compleja que otras industrias difíciles de descarbonizar, como el cemento y el acero. Esto se debe a que tanto sus materias primas como su producción utilizan combustibles fósiles.
Sin embargo, los plásticos podrían ser cero neto para 2050, según un nuevo informe de BloombergNEF, la rama de investigación de energía limpia de Bloomberg LP. Será necesario invertir US$759.000 millones más para apoyar acciones como la electrificación de las llamadas plantas de “cracker” (plantas que descomponen el gas natural en pequeñas moléculas necesarias para fabricar plásticos) y la construcción de instalaciones de captura y almacenamiento de carbono. Además, el informe sugiere que se invierta en investigación y desarrollo y en el cambio de materias primas para incluir más biocombustibles.
Los autores del informe dicen que tales inversiones deben comenzar de inmediato. “Si la industria petroquímica tiene alguna esperanza de alcanzar el nivel cero de emisiones netas, el gasto de capital a gran escala debe comenzar antes del final de la década”, dijo Ilhan Savut, analista del equipo de materiales sostenibles de BNEF y autor principal del informe. “Las inversiones de hoy serán fundamentales para gestionar los costos a largo plazo y darán sus frutos después de 2035″.
El informe esboza un camino hacia el cero neto incluso cuando se espera que la producción total de plástico crezca a un ritmo constante del 3% anual. La industria petrolera cree que los plásticos serán un punto brillante para ella a medida que disminuyan los usos tradicionales de los combustibles fósiles.
Una advertencia importante del informe, titulado “Decarbonizing Petrochemicals: A Net Zero Pathway” (Descarbonización de productos petroquímicos: un camino hacia el cero neto), es que sólo tiene en cuenta las emisiones de Alcance 1 y Alcance 2. Se trata de las emisiones directas derivadas de la fabricación del producto y de las fuentes de energía necesarias para producirlo. No se incluyen las emisiones de alcance 3 que podrían producirse cuando el plástico se quema como combustible (una práctica cada vez más habitual) y que, dependiendo de cómo se calculen, podrían llegar a duplicar las emisiones de la industria.
Aunque US$759.000 millones es una cifra importante, sólo representa el 1% de los US$172 billones que el BNEF estima necesarios para descarbonizar todo el sector energético mundial de aquí a 2050. Aun así, con un gasto así, los productos petroquímicos con cero emisiones netas no serán competitivos en las próximas décadas. Según el informe, se necesitaría una subvención o un impuesto sobre el carbono de US$250 por tonelada métrica para equilibrar la balanza de las empresas que no hicieran ningún cambio en la producción.
El informe no aborda en gran medida los graves problemas que supone para el medio ambiente el desecho de productos de plástico, desde botellas de agua hasta mascarillas de un solo uso. El material no sólo ahoga la vida marina, sino que se descompone en diminutas partículas llamadas microplásticos que se han encontrado en el agua potable de todo el mundo y, más recientemente, incluso en la sangre humana.
Julia Attwood, responsable de materiales sostenibles del BNEF, afirmó que la industria debe pensar más en reducir los residuos de sus productos en general, especialmente los plásticos de un solo uso. “Toda la cadena de suministro es un problema de los productores de plástico”, dijo.
Este artículo fue traducido por Esrtefanía Salinas Concha.