Bloomberg — La confianza del consumidor estadounidense empeoró aún más a fines de mayo y llegó a un nuevo mínimo de diez años, a medida que las crecientes preocupaciones sobre la inflación ensombrecieron las perspectivas de la economía.
El índice de sentimiento de la Universidad de Michigan disminuyó a 58,4 en mayo desde una lectura preliminar de 59,1, según mostraron los datos publicados el viernes. En abril, el indicador se situó en 65,2.
Los hogares se volvieron especialmente pesimistas en sus perspectivas económicas a corto y largo plazo. El indicador de condiciones actuales cayó a un mínimo de 13 años de 63,3, mientras que una medida de expectativas futuras bajó a 55,2.
Los consumidores esperan que los precios suban un 5,3% durante el próximo año, manteniéndose cerca de un máximo de cuatro décadas. Asimismo, prevén que los precios aumenten a una tasa anual del 3% durante los próximos cinco a 10 años.
“Esta caída reciente se debió en gran medida a las continuas opiniones negativas sobre las condiciones actuales de compra de viviendas y bienes duraderos, así como a las perspectivas económicas futuras de los consumidores, principalmente debido a las preocupaciones sobre la inflación”, dijo Joanne Hsu, directora de la encuesta, en un comunicado.
El índice de condiciones de compra de bienes duraderos de la universidad cayó en mayo al nivel más bajo registrado.
La inflación está superando las ganancias salariales, estresando las finanzas de los estadounidenses y dejando menos ingresos discrecionales después de cubrir los costos más altos de alimentos y gasolina. Y aunque los trabajadores han disfrutado de un mercado laboral fuerte, hay señales de que los aumentos salariales han tocado techo.
Un informe independiente divulgado más temprano el viernes mostró que el gasto del consumidor ajustado por inflación aumentó en abril a su mayor nivel en tres meses, lo que indica que los hogares resistieron las persistentes presiones de los precios recurriendo a los ahorros.
El presidente Joe Biden y el resto del partido demócrata están desesperados por reducir la inflación antes de las elecciones de mitad de período a finales de este año, y hasta ahora los estadounidenses están frustrados con sus esfuerzos. Las opiniones sobre las políticas gubernamentales para combatir la inflación y el desempleo son las más bajas desde 2014, mostró el informe de la universidad.