Bloomberg — La reanudación de los envíos de grano ucraniano llevará mucho tiempo debido a los desafíos que incluyen la limpieza de minas en los puertos del Mar Negro y la necesidad de cooperación del mismo país que inició la guerra, dijo el presidente lituano Gitanas Nauseda.
Nauseda forma parte de un pequeño grupo de líderes europeos que presionan para que los buques que transportan grano ucraniano a través del Mar Negro reciban escolta naval. Rusia ha bloqueado los puertos ucranianos con su invasión, incluyendo un asedio de tres meses a la ciudad de Mariúpol, en gran parte destruida, dejando al gobierno de Kiev con dificultades para exportar grano y enviando los precios a niveles casi récord.
El bloqueo prolongado está intensificando la preocupación por el riesgo de una crisis alimentaria mundial además de otros desafíos relacionados con el costo de vida, incluidos los precios de la energía que están alimentando la inflación en todo el mundo.
“Podría llevar semanas, no meses, pero si no hay voluntad de los rusos para abrir esta ventana, será imposible”, dijo Nauseda en una entrevista el miércoles al margen del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. “Los rusos podrían utilizar este instrumento como una palanca más para desestabilizar la situación en el mundo. Están muy interesados en hacer el mayor daño posible”.
Otra opción, dijo Nauseda, es desviar el grano ucraniano a través de otros puertos de la región por ferrocarril, aunque esa vía sería desalentadora. Un “tren experimental” enviado desde Ucrania vía Polonia al puerto lituano de Klaipeda tardó tres semanas, dijo. Los ferrocarriles polacos ya están sobrecargados y existen obstáculos de las regulaciones burocráticas, incluidas las normas de saneamiento, dijo.
“Puede ser posible encontrar algunas enmiendas, un compromiso con las autoridades polacas”, dijo Nauseda. “Podría ser una forma bastante realista de exportar a través de Polonia y los países bálticos”.
La tarea de enviar cargamentos por ferrocarril desde Ucrania a Lituania se complica por el hecho de que Ucrania utiliza un ancho de vía más amplio que el estándar europeo en Polonia, que luego tiene que volver a cambiar al ancho de la era soviética en la frontera con Lituania.
El operador de terminales de carga seca a granel de Polonia advirtió el martes que actualmente es imposible desviar por completo los envíos de productos agrícolas ucranianos, y dijo que sus instalaciones portuarias en la costa báltica ya están operando a plena capacidad.
El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Andrey Rudenko, dijo que Moscú está dispuesto a entablar conversaciones sobre los envíos de grano, según informó Interfax. Pero repitió la afirmación de Rusia de que la culpa es de Kiev porque minó sus puertos. Ucrania dice que es Moscú quien impide que los barcos atraquen y le acusa de robar los depósitos de grano de las regiones ocupadas.
Ucrania ha enviado tradicionalmente millones de toneladas de granos al año a través del Mar Negro, obteniendo alrededor del 10% de su producto interno bruto del sector agrícola y alimentario. En abril exportó 1,1 millones de toneladas de grano, según su Ministerio de Agricultura, muy por debajo de los niveles normales.
El Presidente de Estonia, Alar Karis, se encuentra entre los que presionan para que Europa disponga de escoltas en el Mar Negro.
“Reino Unido y algunos otros probablemente se unirán a nosotros, porque es una crisis humanitaria a la que nos enfrentamos si el grano no sale del país”, dijo Karis en una entrevista en Davos el martes. Un portavoz del gobierno dijo que Reino Unido trabajaría con otros países para reanudar las exportaciones de granos de Ucrania, pero “no hay planes actuales para desplegar buques de guerra de Reino Unido en el Mar Negro”.
Nauseda no quiso comentar si estaba manteniendo conversaciones directas con Reino Unido sobre posibles escoltas navales, o con Turquía, que regula el tráfico marítimo a través del estrecho del Bósforo hacia el Mar Negro.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, dijo que no veía ningún deseo por parte de la OTAN de ayudar a garantizar el paso seguro de los granos.
“Si la OTAN no cerró los cielos ucranianos en los momentos más trágicos de la guerra, ¿por qué deberían atreverse a cerrar el mar ucraniano para permitir el libre paso de los barcos con productos agrícolas ucranianos?”, dijo en un desayuno organizado por la Fundación Victor Pinchuk en Davos el miércoles. “Celebraría de todo corazón la decisión, pero no veo la resistencia y la valentía para asumir todos los riesgos asociados a esta operación”.
La interrupción del ciclo agrícola ucraniano conlleva el riesgo de una crisis alimentaria mundial de varios años, dijo Kuleba, “pero al final el problema es que no se puede confiar en Rusia aunque firme papeles que garanticen la seguridad”.
Con la asistencia de Milda Seputyte y Daryna Krasnolutska.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha