Guatemala — La devolución del crédito por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un derecho que tienen los exportadores y los contribuyentes que prestan servicios o venden bienes a personas exentas de impuestos por ley.
Datos de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) reflejaron que, en el 2021, se atendieron 2.661 solicitudes de devolución de crédito fiscal, lo que representa un monto autorizado que ascendió a Q2.550 millones, es decir, Q1.247 millones más y un 32% más de solicitudes atendidas con respecto al año 2020.
Es así, como al 24 de mayo de 2022 no se tienen solicitudes de expedientes de devolución de crédito fiscal, y con eso concluye la presa de devolución que existía.
Marco Livio Díaz, titular de la SAT, junto a los ministros de Economía, Janio Rosales, y de Finanzas Públicas, Álvaro González Ricci, coincidieron en que este hecho es un avance importante para Guatemala porque brinda certeza jurídica y se devuelve capital de trabajo a las compañías exportadoras.
“Es algo histórico para la SAT anunciar que hemos terminado con la presa de devolución de crédito fiscal. Durante 22 años no se había logrado alcanzar y hoy no se tiene ninguna solicitud pendiente de nombrar auditoría”, afirmó Díaz.
Autoridades de la SAT explicaron que han implementado diferentes acciones para priorizar la atención de las solicitudes de devolución de crédito fiscal como:
- Uso de un aplicativo para determinar la muestra de los documentos del libro de compras y ventas para registro de las facturas en función del riesgo identificado.
- Desarrollo informático de herramientas para automatizar el proceso de revisión que realiza el auditor, eliminando la discrecionalidad en el análisis de la información.
¿Atraerá más inversiones?
Díaz agregó que el haber concluido con la presa de expedientes, permite dinamizar el comercio, promover la continuidad en la reactivación económica, así como la competitividad del país.
Representantes de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) y de la Cámara de Industria (CIG), calificaron como positiva la labor realizada por la SAT con el objetivo de promover la atracción de inversión y flujo comercial de los exportadores.
Álvaro González Ricci, ministro de Finanzas aseguró que el anuncio de la SAT es histórico, porque la devolución de crédito fiscal generaba problemas de flujo de caja a los exportadores; sin embargo, ahora por Ley se les está devolviendo el IVA y esto facilita a los empresarios a tener una liquidez de regreso y la oportunidad de invertirlo en crecimiento, que funciona como incentivo para la atracción de inversiones.
Por su parte, el ministro de Economía, Janio Rosales comentó que entre las bondades de la devolución del crédito fiscal permite tener el capital de trabajo para mantener funcionando y generar nuevas inversiones y empleos y se suma al eje de competitividad de la economía del país.
Abelardo Medina Bermejo, economista sénior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) consideró que es un “paso importante”, porque para los empresarios representaba un costo financiero, pero opinó que el resultado “no es trascendental para atraer inversión”, dijo a Bloomberg Línea.
Sin embargo, el analista reconoció que durante mucho tiempo la devolución del crédito fiscal había sido un problema para la SAT, y no tanto porque se atrasaran las auditorías, sino porque el Ministerio de Finanzas no asignaba los recursos, por lo tanto, si ya no hay una presa “significa que se corrigió, pero el reto es que sea sostenible, y que Finanzas no se atrase de nuevo”, enfatizó.
“Hay que evaluar otro elemento y es el hecho de que la SAT empezó su período electrónico en el 2010, pero fue interrumpido, luego, en el 2019 aceleró el proceso y todo parece indicar que ese trámite electrónico ha permitido que las auditorías se tarden menos tiempo”, resaltó Medina.
Agilización debe ser sostenida
Juan Carlos Paredes, especialista en temas tributarios afirmó a Bloomberg Línea, que el atraso de expedientes por devolución de crédito fiscal acumuló cinco años, y representa, en primer lugar, el cumplimiento de la ley del Impuesto al Valor Agregado en donde establece la devolución en un plazo que debería estar entre seis meses y un año, al reducir los tiempos y eliminar la presa se cumple con la legislación.
En segundo lugar, la devolución del crédito fiscal representa un respiro para las empresas para recuperar liquidez y reforzar el capital de trabajo
“En un plazo que debería estar entre seis meses y un año, después de haber ingresado la solicitud, los expedientes anteriores llegaban hasta 5 años de antigüedad”, resaltó.
Ahora le corresponde al Ministerio de Finanzas situar los fondos y ejecutar el presupuesto para que el proceso de devolución de crédito fiscal no se demore el pago que es la otra fase del trámite, una vez auditado y autorizado por SAT, el pago de debería llevarse a cabo en un plazo máximo de dos meses, recomendó Paredes.
*El artículo fue modificado este 27 de mayo al agregar la opinión del especialista tributario, que complementa la información.
