Bloomberg — Horas antes de que FX y Hulu estrenaran Elon Musk’s Crash Course (Curso acelerado de Elon Musk, pero también un juego de palabras considerando que crash significa choque), un documental del New York Times en el que se expone cómo el CEO de Tesla (TSLA) ha exagerado las capacidades de conducción automatizada de su empresa, el multimillonario hizo un anuncio premonitorio el viernes por la tarde.
“Tesla está construyendo un departamento de litigios donde iniciamos y ejecutamos directamente las demandas”, tuiteó Musk. Escribió que el equipo le reportaría directamente a él y declaró que buscaba “luchadores callejeros” y “con ganas de sangre”.
Al principio, la directora y productora de la película, Emma Schwartz, no sabía qué hacer con los mensajes de Musk. Parecía probable que fueran en respuesta al informe de Insider de que SpaceX había pagado US$250.000 para resolver una demanda de conducta sexual inapropiada que una exasistente de vuelo hizo contra el multimillonario en 2018.
No obstante, “eso era SpaceX, y él estaba diciendo que quería comenzar un departamento de litigios en Tesla”, dijo Schwartz en una entrevista el lunes. Se preguntó si algo más está sucediendo con el fabricante de automóviles, como una posible acción regulatoria. El documental señala en sus créditos finales que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha abierto dos investigaciones sobre defectos en el sistema de asistencia al conductor Autopilot de Tesla.
Las investigaciones no son las únicas razones para sospechar de que algo pasa en Washington en relación con Tesla.
La Comisión de Bolsa y Valores (SEC por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos ha estado investigando si Musk y su hermano Kimbal, miembro del consejo de administración de Tesla, violaron las normas sobre el uso de información privilegiada cuando ambos vendieron acciones del fabricante de automóviles a finales del año pasado. La SEC también envió a Tesla una citación en noviembre sobre un tema que se niega a desaparecer: Los tuits de Musk y los procesos de gobierno y cumplimiento del fabricante de automóviles.
Y el mes pasado, Tesla reveló que la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo había empezado a investigar a la empresa antes de que la agencia de derechos civiles de California alegara que el racismo es generalizado en su fábrica de automóviles de California, y afirmara que estaba atrapado en una “guerra territorial” entre los reguladores federales y estatales.
Sin embargo, no sería nada sorprendente que la contratación de abogados por parte de Musk tuviera que ver con un enfrentamiento sobre la seguridad del Autopilot y las funciones de autoconducción total que Tesla lleva años vendiendo antes de hacer honor a su nombre. Y si esto es lo que está sucediendo, sería un error caer en el encuadre de Musk de lo que está por venir como “trucos sucios” de motivación política destinados a descarrilar su lucha por la libertad de expresión.
En dos de los momentos más memorables del documental de Schwartz, el ex portavoz de la NHTSA, Bryan Thomas, y el ex presidente de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB por sus siglas en inglés), Robert Sumwalt, describen lo que ocurrió cuando sus agencias informaron a Tesla de que estaban abriendo investigaciones sobre dos accidentes mortales en los que estaba involucrado Autopilot: el primero en Florida en 2016, y el segundo dos años después en California.
Thomas relata cómo Musk empezó a gritar al consejero general de la NHTSA, acusando a la agencia de señalar injustamente a Tesla y sugiriendo que la compañía la demandaría. Musk se mostró igualmente argumentativo y amenazante con la NTSB antes de colgar a Sumwalt.
Estos dos incidentes ya fueron denunciados con anterioridad, pero esto no resta dramatismo al relato de Thomas y Sumwalt. Tesla también está empezando a sentir las consecuencias reales: S&P Dow Jones Indices citó la forma en que la compañía ha manejado la investigación de la NHTSA sobre las muertes y lesiones relacionadas con Autopilot como una de las razones por las que retiró a la compañía de la versión ESG del índice S&P 500.
Schwartz dijo que fue difícil convencer a los ex empleados de Tesla para que se presentaran ante las cámaras para el documental debido a la influencia y litigiosidad de Musk. Uno de los factores que jugó a su favor: Musk ha hablado libremente muchas veces a lo largo de los años de que Tesla está en la cúspide de la solución a la autoconducción, sólo para enfatizar las limitaciones de su sistema de asistencia al conductor cuando se producen accidentes.
“Han pasado tantos años con tantas promesas”, dijo. “Especialmente con el lanzamiento de la beta del FSD (el sistema de autoconducción), se ha agudizado aún más la cuestión. Y aunque no hemos visto un montón de accidentes mortales, lo que sin duda notarán los fans de Tesla, también está bastante claro que la tecnología está muy lejos de ser totalmente autodirigida.”
Este artículo fue traducido por Andrea González