Johnson debe asumir responsabilidad por el Partygate, según investigación

Las revelaciones tienen el potencial de perjudicar a Johnson, tanto dentro de su partido conservador como especialmente entre el electorado en general

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Bloomberg — Boris Johnson y sus altos funcionarios deben asumir la responsabilidad por las fiestas ilegales celebradas en Downing Street durante la pandemia, según una esperada investigación interna sobre el llamado escándalo conocido como Partygate.

“No se debería haber permitido que muchos de estos eventos ocurrieran”, dijo la funcionaria Sue Gray, a quien Johnson encargó la investigación de las acusaciones, en su informe publicado el miércoles, que incluye detalles de cómo los funcionarios se jactaban de salirse con la suya en las fiestas donde se servía alcohol. “Los altos cargos, tanto políticos como funcionarios civiles, deben asumir la responsabilidad de esta cultura”.

Las conclusiones completas de Gray debían haberse presentado hace semanas, en un momento donde muchos en Westminster preveían que podían acabar con la carrera política de Johnson. Pero el informe se retrasó por una investigación policial separada y la atención se ha desplazado desde entonces a la guerra de Rusia en Ucrania. Los diputados conservadores se muestran ahora mucho menos inclinados a intentar destituir al primer ministro.

Sin embargo, las revelaciones tienen el potencial de perjudicar a Johnson, tanto dentro de su partido conservador en el poder como especialmente entre el electorado en general. El apoyo a los conservadores se ha desplomado a causa del Partygate, y los votantes se quejan de que los funcionarios ignoran las duras normas que imponen al resto del país.

Nombrando a los participantes

El informe nombra a Johnson, así como a Simon Case, secretario del gabinete y jefe de la administración pública. También se identifica a Martin Reynolds, el antiguo secretario privado principal de Johnson, que envió infamemente un correo electrónico invitando al personal a llevar su propia botella a un evento de bebidas en mayo de 2020.

La cuestión es hasta qué punto estos hallazgos afectan a las perspectivas de Johnson. A corto plazo, eso dependerá de cómo reaccionen los parlamentarios tories a los hallazgos, dado que la sensación general de lo que ocurrió en Downing Street ya es de dominio público, aunque no con el nivel de detalle que se expone en el informe de Gray.

Hace varias semanas que “Waiting for Sue Gray” (“esperando a Sue Gray”) era la respuesta típica entre los diputados conservadores cuando se les preguntaba si buscarían un cambio de líder. Para los posibles rebeldes, los números presentan un obstáculo importante: harían falta 54 de ellos (o el 15% de los diputados tories) para forzar una moción de censura. Para ganarla se necesitaría una mayoría del partido parlamentario.

Los críticos de Johnson sostienen que los acontecimientos han conspirado contra ellos, permitiendo al primer ministro, cuyos apodos entre los políticos incluyen “Teflon” (“Teflón”) y “the greased piglet” (“el cerdito engrasado”), eludir un ajuste de cuentas.

Un “fallo grave”

En lugar de publicarse en el momento álgido de los movimientos de los tories contra Johnson, el informe de Gray se retrasó después de que la policía decidiera implicarse tardíamente. Eso limitó a la funcionaria a una versión provisional de 12 páginas, que criticaba un “fallo grave” de liderazgo, pero no desencadenó una rebelión más amplia.

La investigación paralela de la policía tuvo como resultado que Johnson y el Ministro de Hacienda Rishi Sunak, que aparece en una de las fotos incluidas en el informe Gray, recibieran una multa por asistir a la fiesta de cumpleaños del primer ministro, lo que le convierte en el primer ministro que infringe la ley. En total, la policía puso 126 multas a 83 personas por asistir a eventos en ocho fechas diferentes entre mayo de 2020 y abril de 2021.

En cada etapa, sin embargo, muchos diputados tories señalaban a los eventos futuros como el momento en que habría que tomar una decisión sobre el liderazgo de Johnson. Primero fue el informe de Gray, luego el resultado de las elecciones locales a principios de mayo, después la investigación policial. Ahora es de nuevo el informe de Gray.

Los asesores parlamentarios de Johnson consiguieron ahuyentar a los rebeldes conservadores que tramaban sacar al primer ministro a finales de enero. Desde entonces, el conflicto en Ucrania y la creciente preocupación por el peor aumento del costo de vida desde los años 50 han dominado las mentes de los parlamentarios.

Falta de opciones

Para los conservadores, la falta de aspirantes obvios a suceder Johnson es una consideración importante. La popularidad de Sunak ha disminuido a medida que se agudizaba la crisis del costo de la vida en Gran Bretaña. Se ha visto aún más perjudicado por las preguntas sobre sus asuntos fiscales y también fue multado por infringir las normas de confinamiento. La ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, otra posible candidata, es vista por algunos como divisiva.

Después de que ITV News publicara unas fotos en las que se veía a Johnson proponiendo un brindis en una de las reuniones durante el confinamiento, todavía existía la sensación entre los diputados tories de que Johnson sobreviviría. Las imágenes, que plantearon preguntas sobre por qué la policía no multó al primer ministro, no cambiaron la narrativa sobre el Partygate, dijeron.

En su mayor parte, son los críticos habituales los que piden su dimisión, y lo llevan haciendo desde hace meses.

Sin embargo, los contratiempos siguen aumentando para Johnson, con cada fotografía y detalle que puede minar aún más su reputación. Tal vez el mayor riesgo provenga del tribunal de la opinión pública.

Los conservadores se enfrentan a dos elecciones especiales el mes que viene, lo que podría proporcionar munición a los críticos de Johnson si los resultados van en contra de los conservadores. Y también hay que sortear la crisis del costo de la vida.

El primer ministro se dirigirá a los conservadores de base el miércoles en un esfuerzo por asegurarles que sigue siendo el líder que quieren de cara a las próximas elecciones generales previstas para 2024.

Este artículo fue traducido por Andrea González