Colombia prevé que en 2030 se empiecen a masificar los vehículos de hidrógeno

Colombia apuesta por el hidrógeno verde para tener una movilidad más limpia, por lo que las empresas avanzan en alianzas y pilotos para alcanzar las metas

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Bogotá — Colombia ya lanzó sus primeros pilotos de hidrógeno verde, que es el que se obtiene de fuentes no convencionales de energía renovable, y el sector transporte juega un papel relevante en las pruebas para medir la eficiencia energética e identificar qué se requiere para que realmente se pueda masificar.

En la actualidad, en el país se realiza un piloto que involucra a las compañías Fanalca, Ecopetrol, Toyota, entre otras, para probar en el Valle del Cauca un bus de 50 pasajeros del transporte masivo con celda de hidrógeno.

“Ese piloto ya está y se espera que empiece a operar en el 2023, pero ya está montado”, dijo a Bloomberg Línea la ministra de Transporte colombiana, Ángela María Orozco.

De acuerdo a la hoja de ruta del hidrógeno verde, que presentó el Gobierno colombiano al cierre de 2021, la meta del país es tener al 2030 de 1.500 a 2.000 vehículos de pila de combustible ligeros y de 1.000 a 1.500 de pila de combustible pesados, sobre todo para la carga.

La ministra Ángela María Orozco citó el proyecto europeo que busca desplegar una red de 1.000 camiones impulsados por hidrógeno verde para conectar a los puertos de Amberes (Bélgica), Róterdam (Países Bajos) y Duisburgo (Alemania) al 2025.

“Es de alguna manera lo que nosotros estamos viendo como el potencial en Colombia para solucionar lo que es la carga pesada y las largas distancias”, comentó la jefe de la cartera de Transporte en el país.

En el caso colombiano comentó que el piloto va a permitir medir en la práctica los beneficios de esta fuente e identificar los retos que aún existen en áreas como la inversión y la tecnología, por lo que “pasarán unos años antes de que esto sea accesible de verdad y tenga unos valores que permitan la conversión o la introducción” de esta solución.

“Falta tiempo todavía y esto pasa por hacer el piloto, tenemos ya un programa de cooperación internacional con los suizos que va a permitir también identificar las necesidades regulatorias”, apuntó Ángela María Orozco.

El objetivo es identificar las regulaciones técnicas y los estándares que se requieren adoptar para obtener la homologación de vehículos a hidrógeno en Colombia.

“Todo eso lo estamos construyendo sabiendo que esto no es mañana, pero que sí esperamos a que en el 2030 empiece el proceso de masificación de los vehículos de hidrógeno, sobre todo en la carga pesada y en el transporte público de larga distancia”, apuntó.

Este lunes Ecopetrol anunció una alianza con Total Eren y EDF, de Francia; Siemens, de Alemania; H2B2, de España; Empati, de Reino Unido y Mitsui, de Japón, con el propósito de potencializar los resultados de su Plan Estratégico de hidrógeno de bajo carbono (verde, azul y blanco).

Desde junio, estas compañías realizarán junto a Ecopetrol proyectos específicos para descarbonizar la producción de hidrógeno de las refinerías, así como en iniciativas de uso industrial y de movilidad sostenible, informó la petrolera estatal.

Ecopetrol estima inversiones anuales promedio cercanas a los US$140 millones al 2024 en su plan estratégico de hidrógeno verde, azul y blanco, a la vez que proyecta una producción de un millón de toneladas anuales hasta ese año.

Por la misma vía, la compañía dedicada al transporte y distribución de energéticos Promigas, y el conglomerado empresarial japonés Sumitomo Corporation, firmaron un memorando de entendimiento con miras a explorar y desarrollar el mercado de movilidad eléctrica con hidrógeno en Colombia y Perú.

La empresa colombiana informó que en las primeras fases de esta alianza se buscará adelantar estudios para “determinar las oportunidades y retos de la producción, distribución y uso de este energético en los sectores de transporte y logística”.

Los retos de la movilidad sostenible

La ministra Ángela María Orozco dijo que uno de los mayores retos para la adopción de la movilidad sostenible en el país tiene que ver con la capacidad financiera, lo que pasa por el desafío de cómo financiar y subsidiar la tarifa al usuario de los sistemas de transporte público.

“Ese es un reto que existe independientemente de que sea (un sistema) eléctrico, a gas o tradicional porque una ciudad como Bogotá tiene los recursos para alimentar su fondo de estabilización de tarifa, pero otras urbes todavía no tienen las fuentes de recursos para eso”, explicó.

En este sentido, señaló que se están realizando varios estudios de cooperación internacional para identificar oportunidades de acceso a fondos verdes en el mundo y por ende destacó la importancia de la Taxonomía Verde, el mecanismo presentado por el Gobierno colombiano en Nueva York que dará claridad a quienes inviertan en proyectos e iniciativas sostenibles.

Además de los retos que conlleva la transición energética se refirió a los desafíos culturales, al mencionar que el objetivo es que más ciudades sean conscientes de lo que significa el riesgo del cambio climático y la importancia de la calidad del aire.

Destacó la importancia de que ya se estén cuantificando los costos asociados a la mala calidad del aire para los sistema de salud, lo que les permite a las ciudades entender “que no importa lo que cuesta (avanzar en estos temas), ya que es fundamental porque es mucho más lo que se ahorra en términos de lo que son los costos de las enfermedades pulmonares”.

Cifras del Departamento Nacional de Planeación (DNP), citadas por el Ministerio de Salud, indican que más de 8.000 muertes anuales son causadas por la mala calidad del aire, lo que genera costos asociados por unos $12,2 billones, equivalente al 1,5 % del PIB.