Bolivia — “Bolivia cortó 30% nuestro gas para entregarlo a la Argentina. ¿Cómo actuó Petrobras en este asunto? Parece que está todo orquestado. Si hay que comprar el gas en otro lugar es cinco veces más caro. ¿Quién va a pagar la cuenta? ¿Quién va a ser responsable? Es un negocio que me parece orquestado para favorecer ya saben a quién”, dijo Jair Bolsonaro en el video que aparece en su cuenta de Twitter.
Esto sucede después de que los presidentes de Argentina y Bolivia se reunieron el pasado 7 de abril en Buenos Aires donde se negoció la provisión de gas natural boliviano para el país vecino.
En esa ocasión, el presidente boliviano, Luis Arce, señaló que se acabó la “incertidumbre” sobre el gas para Argentina y dijo: “Creo que con esto Argentina tiene garantizado el suministro, como lo hicimos el año pasado”.
Por su parte, el mandatario argentino, Alberto Fernández, dijo que ambos países acordaron mantener las condiciones vigentes del contrato, pero con el compromiso adicional de que Bolivia debe priorizar a Argentina en caso de tener un incremento en la producción de gas.
Esas declaraciones no han sido bien recibidas por el presidente brasileño Bolsonaro. Para Mauricio Medinaceli, ex ministro de hidrocarburos de Bolivia con amplia experiencia en gas, el problema es que es imposible satisfacer la necesidad de gas natural de ambos países. ”Esto es como la temperatura, es el reflejo de una enfermedad más grande”, dijo. Medinaceli indicó que la raíz del problema es que no se ha privilegiado la exploración y que el país sigue con las políticas de subvenciones internas de los hidrocarburos.
“No solo debe verse la parte económica de corto plazo. Uno podría decir: este me paga más y con esto pago las multas del otro, pero hay una relación de largo plazo con Brasil. Brasil fue quien financió la construcción del ducto y es con quién Bolivia tiene una de las fronteras más grandes. La relación económica con el Brasil es muy profunda y verlo el beneficio a corto plazo es solo una parte del problema. La otra parte es que Brasil es un socio natural comercial para Bolivia y no deberíamos dañar la relación cordial con este país”, concluye el analista.
El presidente de Bolivia, Luis Arce no se ha pronunciado al respecto hasta ahora.