Por Gino Matos para Mercado Bitcoin
São Paulo — Brasil representa actualmente el 0,49% de la tasa de procesamiento de datos de las transacciones en la blockchain de Bitcoin, según un estudio de la Universidad de Cambridge. Esta cuota se considera muy pequeña, pero hay margen para el cambio si se aprueba la propuesta incluida en el Marco Regulador de las Criptomonedas.
Según el proyecto de ley, los dispositivos importados para su uso en la minería de criptomonedas tendrán tasas de importación nulas para algunos impuestos, como el PIS, Cofins y el IPI. La exención, sin embargo, está condicionada al uso de energías renovables, como la solar y la eólica. La medida sería válida hasta el 31 de diciembre de 2029.
Uno de los beneficios del proyecto estaría en la ganancia de atractivo de Brasil, abriendo espacio para la instalación de empresas centradas en la cripto minería. Esto aumentaría la presencia del país en este mercado. El alcance de la medida, sin embargo, depende de la solución de algunos problemas relacionados con el segmento de las energías renovables, según algunos participantes en el mercado de las criptomonedas.
Obstáculos
Rudá Pellini, presidente de la empresa minera Arthur Mining, dice que la mayor barrera para la minería de criptomonedas en Brasil es el precio de los dispositivos importados. Por lo tanto, las exenciones previstas son bienvenidas.
En cuanto al suministro de energía renovable en Brasil, el país es una referencia mundial. Actualmente representan casi el 50% de la matriz energética brasileña. Pero lo que parece ser el escenario ideal para la minería sostenible, implica desafíos burocráticos, recuerda Pellini.
“Por muy optimizado que esté el sistema energético, sigue con mucha ineficiencia en los procesos de generación, transmisión y distribución, lo que repercute directamente en los modelos económicos de las operaciones energéticas. Otro problema es el retraso en la conexión de las operaciones de generación distribuida a la red eléctrica, lo que retrasa la ejecución de los proyectos y frena el flujo de inversiones en energías renovables”, opina.
Un informe publicado en 2021 por la empresa de gestión ARK Invest, en colaboración con la compañía de servicios financieros Square (ahora Block), señala los problemas de transmisión y almacenamiento, que no están a la altura de la demanda del mercado.
Las redes conectadas a la generación renovable, dice el estudio, siguen teniendo un bajo límite energético en cuanto a distribución y almacenamiento, perdiéndose parte de lo generado por el retraso y la dificultad de la distribución. Otro punto destacado en el documento se refiere a la intermitencia inherente a la energía solar y eólica, que impediría que la extracción se realizara de forma ininterrumpida.
Distribución
Una de las alternativas para que las empresas mineras obtengan más energía renovable sería adquirir el exceso de producción en una determinada propiedad/empresa a través de créditos excedentes, realizados directamente entre las partes. Esto es posible entre diferentes CPFs y CNPJs, siempre que esté previsto en el contrato y también que las empresas que compran este exceso estén en la misma zona de operaciones. Otra vía sería la formación de consorcios de empresas para esta transferencia.
“El uso de la minería para optimizar las operaciones de generación tiene sentido. Es posible utilizar la energía sobrante sin tener que llevarla a la red de suministro, generando ingresos adicionales en lo que antes se habría desperdiciado. A modo de comparación, mientras que el MWh de la minería se vende a 500 reales en Brasil, los ingresos de la minería por MWh son de US$400, es decir, casi cuatro veces más al cambio del dólar de 5 reales”, dice Pellini.
Con el impulso dado a la compra de dispositivos, sumado a la posibilidad de transferir energía, el presidente de Arthur Mining evalúa que muchas empresas de energía utilizarán la minería como una forma de optimizar sus cadenas de producción.
Latinoamérica
Incluso con la baja tasa de procesamiento de transacciones en la blockchain de Bitcoin, Brasil es el líder en Latinoamérica. Guayana Francesa tiene una cuota del 0,20%, seguida de Paraguay, con un 0,18%. México, en cuarta posición, tiene una cuota del 0,08%, mientras que Argentina, del 0,05%.