Buenos Aires — Tras un 2021 con un crecimiento superior al 10%, la economía argentina registrará a fines de este año una desaceleración, según estimaciones del sector privado, que apuntan a la sequía, las dificultades para las importaciones, la inflación y las restricciones energéticas como algunos de los factores que deteriorarán el indicador. Por otro lado, también pesará sobre el desempeño del PBI la meta de acumulación de reservas que se acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente Alberto Fernández resaltó recientemente que durante el primer trimestre de este año la actividad económica creció un 6,1% y destacó el “pilar productivo, que crece y no para de crecer”.
Sin embargo, consultoras y economistas pronostican que ese nivel no se podrá sostener y proyectan que 2022 finalizará en un rango menor. En tanto, advierten que, en caso de no cumplir con las metas pautadas en el acuerdo con el FMI, “las proyecciones empeorarían”.
Según el organismo multilateral que lidera Kristalina Georgieva, la Argentina crecerá un poco más de lo previsto y llegará al 4% este año, en línea con lo presentado en el último Presupuesto, que finalmente no fue aprobado por el Congreso argentino. No obstante, fuentes del Gobierno confirmaron a Bloomberg Línea que esas proyecciones se sostienen a la fecha.
¿Cuánto crecerá la Argentina este año?
“No creemos que el crecimiento de este año se estire hasta 6%. En nuestro escenario base, la economía se ubicará un 3,5%”, señaló Isaías Marini, economista de la consultora Econviews, quien calculó que “podría llegar a 4%, si se mantiene el nivel de actividad constante durante el resto del año”.
Sin embargo, aclaró que “para sostener el nivel de actividad, se necesita importar”. “Por cada punto que crece el producto, se necesitan entre 2 y 3 de crecimiento de las importaciones, y los dólares no alcanzan, especialmente considerando que el Banco Central debe acumular reservas para cumplir la meta del Fondo Monetario Internacional (FMI)”, expresó.
“Además de esa restricción, la aceleración de la inflación y el ajuste de tarifas golpeará el bolsillo de una gran parte de la población, especialmente el sector informal. En este contexto, esperamos un enfriamiento de la economía especialmente en la segunda mitad del año”, manifestó en diálogo con Bloomberg Línea.
Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum Valores, indicó que su estimación se ubica en un “3,2% anual” y explicó: “Casi todo se explica por el efecto arrastre de 2021″.
“Estamos estimando que luego del crecimiento desestacionalizado que deja el primer trimestre vendrían dos trimestres negativos para luego registrar una mejora desestacionalizada en el cuarto trimestre”, señaló.
Los motivos
En declaraciones a este medio, Repetto subrayó que hay “varios factores” que explican el deterioro esperado en el segundo y tercer trimestre: “La sequía que afectó producción agrícola, problemas para las importaciones, las restricciones energéticas, los efectos de una altísima inflación con varios impactos, sobre todo en los salarios reales”.
“El ajuste de tarifas sobre comercios y consumidores también tendrán un efecto recesivo”, pronosticó y puntualizó: “Esperamos que el Gobierno se comprometa muy firmemente al cumplimiento de las metas con el FMI porque, de lo contrario, las proyecciones empeorarían y la expectativa de mejora marginal hacia fin de año se iría desvaneciendo”.
Por su parte, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que difunde el Banco Central indicó en su último informe que quienes participan del sondeo esperan un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real para 2022 de 3,5%, lo cual representa un leve avance de 0,3 puntos respecto de la anterior encuesta.
A su vez, la estimación de variación correspondiente al segundo trimestre se redujo en 0,4 puntos, hasta una contracción de 0,8%.
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