Refugiados ucranianos traen costos a Polonia, pero también beneficios

La economía oriental más grande de la UE se expandió más que Hungría y Rumania en el primer trimestre del año después de aceptar más de 3 millones de refugiados

Por

Bloomberg — La huida de millones de ucranianos por la invasión rusa ha elevado los costos financieros para los países de la frontera este de la Unión Europea que los están acogiendo, pero el caso de Polonia muestra que proporcionar refugio también puede traer beneficios económicos.

La economía oriental más grande de la UE se expandió a un ritmo más rápido que Hungría y Rumania, sus otros dos pares poscomunistas, en el primer trimestre del año después de que el país aceptara a más de 3 millones de refugiados desde la invasión del Presidente ruso Vladimir Putin en febrero.

Dado que la mayoría de los inmigrantes ucranianos (un grupo formado en gran parte por mujeres, niños y ancianos) llevan pocas pertenencias personales, su llegada ha contribuido a impulsar las ventas de todo tipo de productos, desde zapatos hasta ropa y comestibles. Esto ha ayudado a contrarrestar otras dificultades económicas causadas por la guerra, como la rápida inflación.

La economía polaca creció un 8,5% respecto al año anterior en el primer trimestre, más rápido de lo previsto por la mayoría de los economistas. Hungría creció un 8,2% y en Rumanía la producción aumentó un 6,5%, casi el triple de la estimación promedio.

“Aunque la afluencia de refugiados ucranianos a Polonia se traducirá en un coste fiscal considerable a corto plazo, creemos que el impulso al potencial de la economía a largo plazo lo compensará con creces”, dijo Mateusz Urban, economista de Oxford Economics con sede en Fráncfort, en una nota la semana pasada.

El gobernador del banco central, Adam Glapinski, ha dicho que la demanda de los compradores ucranianos representó casi la mitad del reciente aumento del gasto de los consumidores, lo que ayudó a levantar lo que ha sido durante mucho tiempo un motor clave de la economía polaca.

“Estos consumidores tienen sus propios fondos, traídos de Ucrania”, dijo Glapinski el 6 de mayo. “También reciben fondos de nosotros que gastan inmediatamente, no los ahorran, sino que los gastan inmediatamente en los productos más necesarios”.

Otros países de la región también han visto la afluencia de refugiados, aunque en un número significativamente menor que el de Polonia.

En Rumanía, los ucranianos fueron el grupo más grande de compradores extranjeros en función de los pagos con tarjeta en marzo, según la empresa de tecnología financiera Global Payments. Gastaron 4,2 millones de lei (US$900.000) en casi 34.000 transacciones durante ese mes, sobre todo en productos adquiridos en supermercados y farmacias. También pagaron por combustible, aceite de motor, artículos para automóviles, ropa o alojamiento, según mostraron los datos de Global Payments.

La otra cara de la moneda de la nueva demanda de los consumidores y el gasto público de emergencia es que se están sumando a las presiones inflacionarias, que ya eran galopantes debido al aumento de los precios de las materias primas y las interrupciones de la cadena de suministro mundial.

El banco central de Polonia subió las tasas de interés durante ocho meses consecutivos para sofocar la inflación más rápida en casi un cuarto de siglo. La inflación rumana está en un máximo de dos décadas.

Esto ha alimentado la demanda de salarios más altos en los países que han sufrido escasez de mano de obra, otro aspecto de la economía que la afluencia de ucranianos puede ayudar a aliviar.

Pawel Dobrowolski, economista jefe del fondo de inversión estatal polaco PFR, calcula que hasta 300.000 ucranianos pueden haber encontrado ya trabajo en Polonia.

Ese “no es un número insignificante para una economía del tamaño de Polonia”, dijo en una conferencia en Varsovia el lunes.

Con la asistencia de Irina Vilcu, Veronika Gulyas, Andra Timu y Piotr Skolimowski.

Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.