Bloomberg — Shanghái encontró los primeros casos de Covid-19 fuera de cuarentena tras seis días, lo que plantea interrogantes sobre si la flexibilización del confinamiento de la ciudad se verá afectada.
El total de infecciones en el centro financiero chino ascendió a 858 el jueves, frente a los 719 del miércoles, y se encontraron tres fuera de la cuarentena gubernamental. Las autoridades empezaron a suavizar el confinamiento (que había confinado a los residentes en sus casas y restringido la actividad comercial) a principios de esta semana, luego de que la ciudad alcanzara el requisito de tres días sin transmisión comunitaria.
Las autoridades reconocieron la “enorme presión” para evitar nuevos contagios durante una sesión informativa diaria sobre el brote, aunque anunciaron nuevas medidas de reapertura incluso después de que se detectaran los casos de transmisión comunitaria. Los pacientes de un pueblo del distrito suburbano de Qingpu fueron puestos rápidamente en aislamiento y sus contactos cercanos fueron sometidos a pruebas, dijo Zhao Dandan, subdirector de la comisión de salud de la ciudad.
El fin del confinamiento de Shanghái está impulsando los activos chinos, y el mercado bursátil ha superado a sus homólogos mundiales este mes, a pesar de la lentitud de los avances sobre el terreno en la ciudad.
Se mantienen las restricciones
Incluso en las zonas sin nuevos casos siguen vigentes muchas restricciones. Gran parte de la población de la ciudad sigue atrapada en sus complejos. Los residentes deben presentar un pase para salir de los recintos y sólo pueden hacerlo en bicicleta o a pie. Los pases son distribuidos en cada apartamento por los comités residenciales, lo que permite a una persona por familia salir durante las horas señaladas para hacer recados en el supermercado.
Las ventas al por menor en abril cayeron un 48%, hasta los 71.700 millones de yuanes (alrededor de US$10.725 millones), en comparación con las cifras del año anterior, según los datos de la oficina local de estadística. También hay pocos indicios de una reapertura generalizada de los comercios.
Las empresas financieras deben limitar el número de personal que regresa a la oficina al 40% de su plantilla, informó el Shanghai Securities News. Las instituciones financieras deben reanudar el trabajo y la producción en régimen cerrado y en estricta conformidad con los requisitos pertinentes de prevención de epidemias.
Sede de más de 1.600 bancos y gestores de activos, así como de una cuarta parte de la población de expatriados en China, la difícil situación de la ciudad golpeó su imagen y planteó dudas sobre sus ambiciones como centro financiero mundial.
El jueves se registraron 1.115 casos a nivel nacional, frente a los 1.016 del miércoles. En la provincia de Sichuan se registraron 122 casos ayer, frente a los 149 del miércoles.
El enfoque de tolerancia cero se está poniendo a prueba frente a la variante ómicron, altamente transmisible, y las autoridades están recurriendo a la aplicación de medidas severas con mayor frecuencia y amplitud. Los continuos brotes ponen de manifiesto los retos a los que se enfrenta China para llevar a cabo su estrategia de Cero Covid-19, así como el riesgo siempre presente de interrupciones que ya han tenido un enorme costo económico y social. El impacto se está extendiendo por todo el mundo.
La escasez de un tinte utilizado en los exámenes médicos (que normalmente se produce en una fábrica de GE Healthcare en Shanghái que se ha visto afectada por el confinamiento) se ha extendido a Australia. Las autoridades sanitarias del estado de Queensland están retrasando algunos procedimientos médicos no urgentes hasta que se puedan reponer las existencias.
Pekín informó de 54 nuevos casos hasta el viernes por la tarde, frente a los 64 del jueves, con dos encontrados fuera de las zonas en cuarentena. Esto indica que el brote sigue siendo grave y que deben tomarse medidas adicionales para combatirlo, dijeron las autoridades.
Ordenaron a los residentes del distrito de Fengtai, donde se encontraron 30 de los casos, que permanecieran en sus complejos de viviendas si era posible. La mayoría de las estaciones de autobús y de metro estaban cerradas, las escuelas cerradas y el servicio de comidas en los restaurantes suspendido. A principios de la semana, algunas partes del distrito fueron cerradas durante siete días, mientras se iniciaban tres rondas de pruebas masivas en cuatro distritos.
Han pasado cuatro semanas desde que comenzó el más reciente brote en Pekín, pero hay pocos indicios de que el virus esté desapareciendo. Las persistentes medidas de contención sólo han conseguido mantener los contagios en unas pocas docenas al día, en lugar de eliminar la transmisión. Aunque las autoridades sanitarias consiguieron interrumpir la propagación del ómicron en la parte oriental de la ciudad, el virus sembró nuevos focos en el oeste, lo que llevó a nuevas restricciones.
Mientras tanto, la mayoría de las restricciones siguen vigentes. Se ha pedido a la gente de muchos distritos que trabaje desde casa, las escuelas siguen cerradas, los restaurantes sólo pueden servir comida para llevar y los lugares no esenciales, desde gimnasios y centros comerciales hasta museos y cines, siguen cerrados. El tráfico es escaso en las carreteras habitualmente atascadas de coches y un gran número de estaciones de la extensa red de metro de la ciudad siguen cerradas.
Con la asistencia de Li Liu, Daniela Wei y Dong Lyu.
Este artículo fue traducido por Andrea González