Bloomberg Línea — Tras dos años de la pandemia de Covid-19 y la reducción de medidas restrictivas por el virus, los centros comerciales de América Latina aún enfrentan retos para aumentar el tráfico peatonal en sus establecimientos y lograr un mayor flujo de efectivo en sus operaciones.
Un informe realizado por Fitch Ratings, señaló que los fundamentos crediticios para los centros comerciales calificados por la agencia en la región deberían estabilizarse en 2023, mientras se desarrollen estrategias que aumenten los flujos de efectivo y los márgenes operativos.
La calificadora utilizó como referencia a administradores de centros comerciales en la región como BR Malls, Aliansce Sonae, InRetail, Iguatemi, Falebella y FUNO.
Hasta el cuarto trimestre del 2021, tres de los seis operadores ya habían superado la ocupación de propiedades dentro de los centros comerciales frente al mismo período de 2020, pero la mayoría seguían por debajo de los niveles de ocupación presentado en el cuarto trimestre de 2019, solo superando esta tendencia BR Malls.
Sin embargo, a pesar de las altas tasas de ocupación de propiedades, Fitch señala que los flujos de efectivo aún no se han recuperado, “ya que las rentas no se aplicaron durante los peores meses de la pandemia”.
Los clientes, un desafío
El informe precisa que la alta adopción del comercio electrónico durante la pandemia cambió las preferencias de consumo en los usuarios, razón por la que incrementar el flujo peatonal dentro de los centros comerciales requiere de más estrategias.
Por ejemplo, Fitch Ratings señala que los consumidores latinoamericanos gastaron US$69.900 millones en comercio electrónico en 2020, frente a los US$791.000 millones registrados en Estados Unidos. Según estas estimaciones, Brasil, México, Chile y Perú representaron el 55% de las ventas del comercio electrónico en ese año.
Pero este desafío, junto a la necesidad de aumentar el flujo de efectivo, tiene obstáculos marcados dentro de la industria y que hacen parte de la coyuntura actual por la que atraviesa la región.
“La debilidad económica regional puede exacerbar los riesgos para los emisores y presionar la demanda de espacios comerciales debido a la alta inflación, el aumento de las tasas de interés, un menor crecimiento del PIB y un mayor desempleo, lo que podría reducir los márgenes de los centros comerciales y los flujos de efectivo operativos”, explicó el informe.
La estrategia
Según la calificadora, los consumidores seguirán atraídos por las experiencias gastronómicas diferenciadas, los conceptos de salud y bienestar y los nuevos espacios interactivos, como las tiendas emergentes y los establecimientos de juego.
Junto a esto, los administradores de centros comerciales deberían asociarse con minoristas que empleen programas de lealtad o estrategias omnicanal que impacten en el flujo peatonal.
Entre los ejemplos, Fitch señaló los esfuerzos de BR Malls por desarrollar un proyecto inmobiliario de edificios residenciales y de centros médicos en algunos centros comerciales, así como Falabella SA (FALAB) “se asoció con un proveedor de servicios externo para instalar estaciones de carga de vehículos (eléctricos) en centros comerciales en Chile”.