Bloomberg — El Banco Central de Chile dijo que hay evidencia de un aumento de las presiones de precios a corto plazo y que las recientes crisis globales podrían indicar una inflación persistente por encima de la meta, según las minutas de su última reunión.
Los responsables de la política monetaria consideraron un aumento de 100, 125 o 150 puntos básicos el 5 de mayo, escribieron los miembros del consejo del banco en su informe publicado el viernes. Optaron por un incremento de 125 puntos básicos, mayor de lo que esperaban los inversionistas, para evitar nuevas alzas en una fecha posterior.
“Hubo acuerdo en que una mayor reacción de la política monetaria era necesaria para prevenir futuros ajustes cuyos costos serían más intensos en términos de empleo y actividad”, escribieron los miembros del consejo.
Los responsables de la política monetaria están luchando contra una inflación anual que se encuentra en su nivel más alto desde 1994 y es más del triple de la meta. Chile se ha visto afectado por el aumento de los precios de los alimentos y los combustibles tras la invasión rusa a Ucrania. Aunque la economía se contrajo en el primer trimestre, la presidenta del banco central, Rosanna Costa, advirtió que todavía hay una amplia liquidez gracias a los estímulos del año pasado.
Con el aumento de las tasas de interés de este mes, los costos de endeudamiento han subido 775 puntos básicos desde julio.
Un día después del aumento de tasas, el Instituto Nacional de Estadística informó que la inflación anual subió al 10,5% en abril, nuevamente más de lo previsto y muy superior a la meta del 3%. Los economistas prevén que la inflación se mantendrá por encima de la meta durante al menos los próximos dos años.
El panorama global es desfavorable para la inflación, según el consejo del banco. La invasión rusa a Ucrania sigue presionando los costos de los productos básicos, mientras que los cierres por covid-19 en China están afectando las cadenas de suministro, escribieron.
En las minutas, los responsables de la política monetaria señalaron que el consumo privado se ha mantenido resiliente, mientras que la inversión se está debilitando. La demanda local se deteriorará significativamente a mediano plazo en medio de un empeoramiento de la confianza empresarial, la incertidumbre persistente y una economía global más débil, añadieron.
De hecho, hay señales crecientes de que la economía está entrando en una recesión. El producto interno bruto cayó un 0,8% en el primer trimestre con respecto a los tres meses anteriores, arrastrado por caídas en los sectores de comercio minorista y minería.
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