Inflación en Colombia: ¿en qué año volverá a bajar a niveles del 3%?

En abril el país alcanzó una inflación no vista hace 21 años al ubicarse en 9,23%. Bajarla no luce tan fácil ni tan cercano, los precios seguirán altos un buen rato

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Bogotá — La inflación de Colombia ya completó nueve meses de estar arriba del 4%, que es el tope máximo del rango meta que tiene el Banco de la República. Desde entonces los precios no han cesado de subir y en el dato más reciente, el de abril (9,23%), se alcanzó una inflación no vista hace 21 años.

Las familias colombianas han sentido el peso de la inflación en sus bolsillos a medida que pasan los días. Los alimentos siguen siendo el grupo en el que más aumentan los costos y aunque afecta a toda la gente, lo hace en mayor medida con los más vulnerables generando riesgos de que más personas caigan en pobreza.

Antes se esperaba que la inflación empezara a bajar desde mayo, pero lo cierto es que los expertos ya han alertado que Colombia todavía no ha tocado su pico inflacionario y que este se pospondría hacia inicios del último trimestre del año, haciendo que el indicador siga acercándose al 10% anual.

Según la más reciente encuesta de expectativas que hace el Banco de la República, el promedio de analistas consultados espera que en diciembre la inflación cierre en 8,42% anual. El máximo previsto sería 10% y el mínimo 6%. Para los expertos, ni en diciembre de 2023 la inflación volvería al rango meta del Emisor (2-4%), pues para ese periodo estiman que llegue al 4,69% en promedio.

Lo anterior quiere decir que el mercado aún ve lejos que Colombia vuelva a niveles inflacionarios del 3%, que es la meta de largo plazo que tiene el Banco de la República. En palabras sencillas, ese es el nivel que se calculó que es óptimo para incentivar el crecimiento económico sin problemas.

En línea con lo expuesto, los expertos consultados por Bloomberg Línea esperan que hacia finales de 2023 o inicios de 2024 la inflación retorne al rango meta del Emisor (2%-4%). Según Ana Vera, economista jefe de IN ON Capital, “lo que más presionaría al alza el indicador es la falta de insumos y productos para el agro que tendrá que volver a ajustar la forma de producción y los ciclos de cosechas se afectarán”.

Además, dice Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, “los cierres de los puertos de Shanghái y la guerra entre Rusia y Ucrania, seguramente van a seguir presionando los costos de producción de alimentos, vehículos, bienes tecnológicos, entre otros”.

De acuerdo con Camilo Durán, economista senior de Credicorp Capital, además de la tendencia al alza en los costos de los alimentos, “va a haber otras presiones al alza que van a dificultar un poquito la convergencia de la inflación hacia adelante y esos son los mecanismos de indexación cuando tenemos inflación alta”.

Para ejemplificar lo anterior, Durán dijo que “el caso típico es arriendos, este sube en un año determinado en el contrato que uno tenga al nivel del IPC observado el año anterior. Como el año pasado cerramos con inflación de 5,6% este año suben a ese nivel los arriendos que tienen un peso importante en la canasta y eso hace que la convergencia hacia niveles más bajos sea un poco más lenta y más aún este año cuando la inflación va a cerrar en niveles del 8%, los arriendos indexan el otro año a esos niveles y eso complica todo”.

“Es importante contener la inflación y llevarla hacia el rango meta porque tenerla muy alta es como una bola de nieve que si no se contiene a tiempo se lleva el valor del dinero muy rápido”,

Ana Vera.

Adicionalmente, comenta Olarte, “una inflación alta y volátil hace que las decisiones de inversión de los agentes económicos se tornen más difíciles debido a la incertidumbre de los costos que pueda acarrear al final de la inversión”.

Cuidado con las tasas

Aunque el Banco de la República empezó a subir las tasas de interés desde septiembre de 2021 para intentar contener la inflación y las expectativas de este indicador, los expertos dicen que hay que ser cuidadosos con el ritmo de dicha subida. Hay que recordar que las tasas pasaron de su mínimo histórico por la crisis (1,75%) al 6% actual y seguirían subiendo.

Ante lo anterior, Ana Vera dice que “las subidas graduales son importantes para ajustar pero no considero que se deba subir muy rápido porque algunos productores están teniendo dificultades para lograr conseguir productos e insumos y es necesario que cuenten con la liquidez que les permita acceder a estos productos por anticipado”.

Sobre el ritmo de subida Vera añadió que “así como tampoco esperamos subidas muy fuertes de la FED creemos que las tasas de Colombia no subirían tanto, esperamos tres subidas más en el año para que queden en 9% y se mantengan allí varios meses”.

Desde la visión de Olarte, es importante ser cuidadosos con la subida de tasas porque “hay una parte de la inflación que es por demanda, por un crecimiento bien importante y por ello lo que podrá suceder es que la tasa interés suba a entre 8% y 8,5% y se quede por un tiempo prolongado en esa cifra, al menos un año. Pero, no las puede subir demasiado porque la otra parte de la inflación, la que es por los costos, no se resuelve subiendo las tasas”.