Bloomberg — Indonesia, el mayor expedidor de aceites comestibles del mundo, levantó la prohibición de exportar aceite de palma, una medida que supondrá un alivio para el mercado mundial después de que la guerra en Ucrania cortara otros suministros críticos.
Las exportaciones de aceite de palma crudo y otros productos refinados, como la oleína de palma y el aceite de cocina usado, podrán reanudarse a partir del 23 de mayo, según informó el jueves el presidente Joko Widodo en una sesión informativa en línea.
La prohibición de Indonesia, impuesta desde el 28 de abril, fue uno de los mayores actos de proteccionismo de cultivos desde la invasión rusa de Ucrania, que obstaculizó las exportaciones de aceite de girasol y agravó la escasez mundial. El aceite de palma se utiliza en todo tipo de productos, desde alimentos hasta jabón y combustible, y la medida de Indonesia amenazaba con elevar aún más los costos en múltiples cadenas de suministro en un momento de inflación galopante.
El gobierno se ha esforzado por controlar los precios y asegurar el suministro local desde diciembre. Ha implementado una serie de medidas que van desde la limitación de los precios hasta la limitación de las exportaciones y la entrega de dinero en efectivo a los hogares y a los vendedores ambulantes. Pero todo ello no ha conseguido reducir los precios hasta el objetivo gubernamental de 14.000 rupias (97 centavos de dólar) por litro de aceite a granel. El aumento de los costos contribuyó a que la inflación alcanzara en abril su nivel más alto en tres años.
En general, se preveía que la prohibición de Indonesia sería de corta duración. Gro Intelligence, una empresa de análisis agrícola, dijo que el gobierno podría verse obligado a relajar la medida en la cuarta semana de mayo para evitar que los depósitos de almacenamiento se desborden. Un grupo de la industria también pronosticó que la política terminaría este mes.