BCIE: “Centroamérica urge de mayor conectividad, pero debe pensar como bloque”

Dante Mossi, presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), conversó con Bloomberg Línea, y expuso los retos que aún enfrentan las economías de la región.

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Guatemala — Desde hace cuatro años, el doctor en economía, Dante Mossi Reyes, dirige el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

De origen hondureño, Mossi posee una especialización en Finanzas Públicas de la Universidad de Vanderbilt; una Maestría en Economía con especialización en Econometría de la Universidad de Duke y es graduado de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

En entrevista exclusiva con Bloomberg Línea, Dante Mossi Reyes, presidente ejecutivo del BCIE, visualiza a Centroamérica como un solo bloque, porque considera que es un motor de crecimiento económico clave para Latinoamérica, en un mercado de aproximadamente 40 millones de personas.

El presidente del BCIE es consciente que existen diferencias y características propias en cada uno de los países, aún hay riqueza acumulada y mal distribuida, que genera desigualdad entre la población, brecha que es importante ir cerrando para generar mayor prosperidad y desarrollo.

En opinión de Mossi, la región demostró durante la pandemia del Covid-19 que es capaz de pensar en conjunto, porque las economías tomaron la decisión de no cerrar el comercio regional, ese fue el motor que no dejó de funcionar y logró amortiguar grandes caídas, especialmente la agricultura, que fue esencial para la seguridad alimentaria.

El representante del BCIE considera que hay una necesidad de integración, porque la banca regional se ha extendido, y es un aspecto importante que buscan los empresarios para la facilitación de sus negocios, tanto para grandes organizaciones como para mipymes.

Le presentamos la entrevista completa con Dante Mossi, presidente ejecutivo del BCIE:

¿Cuál fue el principal apoyo que brindaron a los países durante la pandemia del Covid-19?

Por primera vez hay un banco regional que respondió fuerte ante una crisis sanitaria de tal magnitud. El BCIE puso a disposición un paquete de asistencia por US$4.000 millones, tanto para el sector público como privado, no hay precedente de que localmente se tuvieran los recursos disponibles y atrajimos más socios a este programa de reactivación, por lo tanto, se logró responder más rápido.

Por ejemplo, en temas de vacunas, pruebas para el Covid-19, reforzar redes hospitalarias, financiar déficits fiscales por paquetes de alimentos que entregaron los gobiernos, ese tipo de asistencia se brindó en el tiempo oportuno.

En medio de todo, el banco se capitalizó pasando de US$5.000 millones a US$7.0000 millones, en general, la región se sintió más apoyada.

Las economías se están recuperando, en medio, de nuevas amenazas como el conflicto entre Rusia y Ucrania, temas inflacionarios globales, pero, han sido resilientes, más de lo que se esperaba.

¿Con relación al apoyo a las mipymes durante la pandemia, cuáles fueron los principales resultados?

Durante la crisis sanitaria, y especialmente en la fase de recuperación nos enfocamos en las mipymes. Se creó un programa de emergencia por US$650 millones y se trabajó con la red de bancos y cooperativas de los países para poder llegar a ellas.

Por ejemplo, se creó un fondo de garantías para préstamos pequeños donde se podían dar garantías del 75% del monto del préstamo sin costo alguno. Otra característica es que los préstamos tenían dos años de gracia, al tercero empiezan a pagar; y en cinco terminan de pagarlo.

El programa, también, permitió refinanciar deuda existente, porque muchos pequeños empresarios cerraron sus negocios y aún tenían préstamos por cancelar.

Guatemala fue el país que generó el mayor número de préstamos a mipymes, muchas de ellas dirigidas por mujeres, y se colocaron US$32 millones.

De los 2,258 préstamos, al menos 1,548 fueron micro empresas, 629 pequeñas empresas y 31 medianas.

Lo que observamos es que otros bancos replicaron este programa con fondos propios.

¿Cuáles son los principales esfuerzos y ejemplos que se están generando en temas de unión aduanera y conectividad?

Con la Unión Aduanera, entre Honduras y Guatemala se evidenció que se pueden compartir espacios físicos, sistemas de cómputo, entre otros aspectos. Por ejemplo, el edificio quedó del lado de Guatemala. Para el proyecto, el BCIE apoyó con un US$1 millón.

Lo interesante de este ejercicio piloto fue que se logró reducir el tiempo promedio de cruzar la frontera de El Corinto de 6 horas a 15 minutos.

Siguiendo ese modelo, considero que hay más espacio para proyectos de trámites aduaneros, que generen más empleo, productividad e inversión, cada país tiene una ventana de oportunidad distinta.

En Guatemala aún hay un potencial que explotar en la frontera con Tecún Umán, por esa razón, el tren es clave, porque así podrán llegar las mercancías a México y a los países de Norteamérica, esas oportunidades de conectividad son importantes.

Otro proyecto, es el de la Línea de Tren Interocéanica, donde ya tenemos un estudio de prefactibilidad, y luego se hará la factibilidad. También, el tema del aerómetro está pendiente de autorizaciones públicas y estamos en fase de permisos con el gobierno local para la movilidad urbana en Ciudad de Guatemala.

Otro ejemplo, es el caso de Honduras, que, en el marco del DR-CAFTA, lograron ser parte de la iniciativa llamada Puerto Seguro instalada en Puerto Cortés, es decir, que las exportaciones que salen de ese puerto ya van como una carga nacionalizada hacia Estados Unidos.

Hay productores de todos los países que usan este puerto por la facilidad de exportar hacia el país del norte, por lo tanto, cada uno reconoce su ventaja comparativa.

¿Y la conectividad aérea y marítima, qué proyectos se están impulsando o bien qué necesidades han detectado?

Las fronteras terrestres pueden ser mejores, pero, hay que volver al mar, se demostró que la carga marítima regional es importante.

Por ejemplo, en República Dominicana hay cuatro millones de dominicanos y reciben cuatro millones más de turistas, y necesitan un constante envío de alimentos, por esa razón Centroamérica es un mercado natural para vender a esa población flotante que reciben, al igual, que las islas de El Caribe.

Pero, no se ha pensado en cómo mejorar la flota de transporte marítima para conectar, por ejemplo, Guatemala con dominicana.

En la medida que logremos pensar fuera del cuadrado lograremos esas mejoras. Actualmente, se están financiando empresas navieras como el ferry entre Belice y Honduras; y el de Nicaragua y República Dominicana.

La conectividad aérea es importante, en el caso de Guatemala, el presidente Alejandro Giammattei solicitó al BCIE considerar ese apoyo para aquellas aerolíneas que quieran incrementar su conectividad.

¿Podría compartirnos cómo funciona el programa de alivio por el alza en los precios de los combustibles?

Del programa del Covid-19 quedó una parte sin ejecutar y la transformamos en un programa de alivio a los combustibles, muchos países decidieron subsidiar los precios o algún servicio público para amortiguar la crisis del petróleo.

El programa es de US$200 millones por cada país, y hay un aporte del Fondo Petrolero de Desarrollo por US$20 millones, por lo tanto, están disponibles para quienes quieran competir por él.

Tenemos solicitudes de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica por esos US$220 millones, que se desembolsarán contra gasto, es decir, que los países indican cuánto gastaron en subsidios y se les reembolsa hasta por US$50 millones, es un financiamiento a corto plazo (5 años), y el fondo de la OPEC es a 20 años.

En el caso de Guatemala no ha solicitado asistencia de recursos, pero en dado caso, lo necesiten pueden aplicar, porque no sabemos cuánto durará la crisis y el programa estará vigente hasta diciembre del presente año.

¿Qué otros proyectos están vigentes entre el BCIE y Guatemala?

Hay varios proyectos interesantes en Guatemala, estamos en la fase de ejecutar fondos para cinco hospitales primarios en cabeceras departamentales con apoyo de Corea y con tasas de interés bajas.

También, el proyecto del sector justicia financiando la construcción de centros carcelarios, pero, es un reto, porque requieren de un tratamiento especial, dado que no se pueden publicar los planos para licitar, pero, estamos viendo cómo afinar esos detalles.

Tenemos, otro préstamo para carreteras dirigido a la atención de la red vial. Otro, más reciente con la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) para la modernización del campus; y un programa para el cultivo del café.

¿Hay algún fondo para temas de digitalización o modernización de las instituciones?

Efectivamente, está disponible un Fondo Coreano de Inversión por US$10 millones para iniciativas de digitalización, hasta ahora, no hay solicitudes de Guatemala. También, hay otro de Taiwán por US$5 millones, y estamos atentos a las solicitudes de los gobiernos.

En el caso de Guatemala, solicitó apoyo para la modernización del ministerio de Finanzas, y estamos en ese proceso.

Recordemos, que no todos los países tienen las mismas necesidades y los retos son diferentes.