Bogotá — La inflación en Colombia ya supera el 9,2% según el último dato oficial que se conoce para abril. Esta cifra representa la más alta en los últimos 21 años, de acuerdo con el Dane. Los alimentos siguen siendo el rubro en el que más crecen los precios.
Dado este panorama, y teniendo en cuenta que la inflación de Colombia seguiría creciendo en los próximos meses, las principales centrales obreras del país dijeron que enviarán una carta al presidente Iván Duque para que este autorice un aumento extraordinario del salario mínimo.
Quienes harán la solicitud son la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), la Confederación General del Trabajo (CGT) junto a asociaciones de pensionados.
El presidente de la CUT, Fernando Maltés, dijo que en la misiva enviada a Presidencia expondrán las razones de por qué se debería decretar un aumento al salario mínimo. Hay que recordar que para 2022 el mínimo básico, sin incluir subsidio de transporte, subió a $1 millón (10,07% anual), dicho aumento fue criticado por expertos quienes alertaban que podría impactar la inflación y desincentivar el empleo formal.
De acuerdo con Maltés, el incremento del salario mínimo acordado el pasado 17 de diciembre, “ha sido devorado por la inflación”, en el último año los precios han crecido el 9,23%, pero se destacan los alimentos que han crecido el 27%. Estos datos son correspondientes a abril.
El directivo de la CUT aseguró que se encuentran trabajando la propuesta junto a analistas económicos, por lo que esperan presentarla pronto.
¿Colombia sí podría hacer un nuevo aumento al mínimo de 2022?
Sobre esto Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, comentó que sí se podría decretar un nuevo aumento al salario mínimo de 2022. Puntualmente dijo que “la jurisprudencia constitucional ha establecido que los ajustes/incrementos salariales deben realizarse al menos cada año pero nada impide tramitar un nuevo aumento en un año específico”.
En este sentido, continúa diciendo Jaramillo, “lo ideal sería, por conducto de la comisión de concertación de políticas salariales y laborales, lograr un acuerdo de un nuevo incremento, en función de la realidad inflacionaria, que se debe articular jurídicamente a través de un decreto (igual que cuando se fija el incremento del salario mínimo)”.
Los pros y contras de un aumento extra
En palabras de Germán Machado, docente de economía de la Universidad de los Andes, el principal pro que tendría un aumento adicional del salario mínimo para este año, fijado en $1 millón sin incluir el subsidio de transporte o $1′117.172 con el subsidio citado, es que ayudaría a reducir el golpe en el bolsillo de los trabajadores. “El incremento pasado, aunque generoso, ya se diluyó”.
Sin embargo, entre los contras, menciona el docente que un aumento extra en el salario mínimo le llega a un grupo reducido de personas con empleo formal. Es decir, no llega a los hogares más pobres ni a la población más vulnerable por lo que su aumento dejaría por fuera a una parte importante de la población.
“Además, genera un círculo vicioso que eleva la inflación y las expectativas de inflación en el futuro. Tiene también impacto en el costo de contratación, desincentivando empleo y tiene impacto fiscal. Por ejemplo, parte de las pensiones y de las transferencias que el Presupuesto Nacional hace a las AFP están indexadas sobre el crecimiento del salario mínimo”, añadió Machado.