Promiscuidad o confiar más en sus socios, el debate sobre LatAm en NEF Panamá

Ante el reto que plantea la reconformación comercial y geopolítica por la guerra de Rusia en Ucrania, América Latina debe decidir de qué manera aprovechar las oportunidades que un nuevo esquema plantea

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Bloomberg Línea — América Latina tiene dos principales opciones para aprovechar los fenómenos de la nueva conformación comercial y geopolítica planteada por movimientos en China y la invasión de Ucrania por parte de Rusia: ser una región promiscua, o apuntar a reforzar sus alianzas con sus socios más cercanos.

Esto se desprendió del panel inaugural del foro Bloomberg New Economy Gateway que inició este miércoles (18) en Panamá.

De acuerdo con Marko Papik, socio y estratega en jefe de Clocktower Group, América Latina debe ser lo más promiscua que pueda y aprovechar todas las opciones que se le presenten para negociar su inserción en las nuevas formas de la economía global.

“La multipolaridad es una gran oportunidad”, dijo Papik en un panel para discutir las oportunidades que se presentan a la región en vista del conflicto en Europa y la posición que tanto China, Europa y Estados Unidos puedan asumir.

Sin embargo, Shannon O’Neil y Mauricio Claver-Carone, coincidieron en que la apuesta y la mira de América Latina debería ponerse, sin cerrar todas las opciones, en aliados conocidos.

Casi todos los acuerdos comerciales de EE.UU. son con América Latina”, dijo O’Neil, vicepresidenta del Council on Foreign Relations, quien también es columnista en Bloomberg Opinion, quien sugirió también prudencia ya que aunque se vean beneficios en una política industrial, los mercados dependen de las decisiones que toman los gobiernos.

O’Neil remarcó que las empresas del continente tienen acceso preferencial a los mercados regionales, lo que puede resultar atractivo para fomentar las inversiones en la región.

Asimismo, Mauricio Claver-Carone, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, insistió en una política que empuja la institución: el nearshoring, es decir, cambiar el destino de las inversiones que muchas empresas mantienen en China y otras naciones, a América Latina.

Inclusive, dijo Claver, hay países como Taiwán que se han acercado al BID para preguntar cómo pueden invertir en microprocesadores en países latinoamericanos para evitar la crisis logística que se presentó el pasado invierno.

Para el funcionario del BID, la oportunidad de América Latina figura no sólo en los recursos naturales, sino en la vocación de integración que ya se presenta. El reto es, dijo, aprovechar que en la región se encuentran los recursos naturales que se requieren para detonar los negocios de la transición energética a fuentes más limpias,

“América Latina tiene 60% del litio, del cobre”, dijo Claver sobre estos insumos básicos para las baterías eléctricas. Sin embargo, dijo que estas materias primas se exportan principalmente a China, donde se procesan y obtienen valor agregado.

“Necesitamos una cadena de abastecimiento” para cambiar esto, dijo Claver, que aceptó que esto no se montará de la noche a la mañana, pero mencionó un potencial de US$1 billón para invertir en la región, del cuál sólo hay unos cuantos miles de millones de dólares visibles.

Ante ello, Stanley Motta, presidente y CEO de Motta International y presidente del Consejo de Administración de Copa Holdings, dijo que si América Latina apuesta a los gigantes, debe tener cuidado.

“Si bailas con un elefante debes tener cuidado”, dijo Motta en referencia a tener atención a los detalles a negociar con cualquier bloque.

Lo que debe hacer la región, dijo Motta, es estar lista para recibir las grandes inversiones que se anticipa podrían detonar los cambios en China y Europa.