Leonardo Villar ve necesario fortalecer regulación de criptoactivos en Colombia

En entrevista con Bloomberg Línea el gerente del Banco de la República habló de tasas, inflación y su rol en el sandbox de criptoactivos de la Superfinanciera

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Bogotá — Hace 2 meses concluyó el sandbox regulatorio que la Superfinanciera lideró en Colombia y una de las conclusiones a las que llegó Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, es que Colombia, al igual que el mundo en general, requiere fortalecer la regulación en torno a los criptoactivos.

En entrevista con Bloomberg Línea el gerente general del banco central colombiano explicó que hacerlo le permitirá a las autoridades tener más información sobre quiénes y desde dónde invierten en criptoactivos.

Así mismo, Villar explicó por qué a pesar de que las expectativas de inflación vienen al alza, la Junta Directiva del Emisor no ha aumentado el ritmo al que viene realizando los ajustes.

También se refirió a las recomendaciones del FMI sobre la necesidad de incrementar las reservas internacionales del país, y dio su visión de cómo los factores externos están incidiendo en la economía nacional.

Bloomberg Línea: ¿Cuál ha sido el análisis que han hecho en la junta para determinar que el control de la inflación y de las expectativas no ha requerido hasta el momento que sean más agresivos en la magnitud de las alzas de tasas de interés?

Leonardo Villar: Es muy importante dejar claro que las decisiones adoptadas en las tres sesiones de Junta Directiva que hemos tenido en enero, marzo y abril de 2022, han implicado aumentos significativos en la tasa de interés de política, de 100 puntos básicos (pbs.) cada uno.

Desde que el Banco de la República adoptó el esquema de inflación objetivo no se han hecho nunca movimientos mayores a 100 pbs, y aumentos de esa magnitud sólo se hicieron previamente en una oportunidad, en 2003.

El análisis que hemos hecho al interior de la Junta es sobre la necesidad de ajustes graduales, pero al mismo tiempo contundentes para garantizar una convergencia gradual de la inflación hacia la meta del 3% y ayudar a que las expectativas se mantengan acordes con esa convergencia.

BBL: ¿Cuáles son los factores que evalúan para definir la gradualidad a la cual quieren realizar la normalización de la política monetaria y qué podría alterar el ritmo al cual están realizando el proceso de normalización?

L.V: El alza de tasas es un proceso gradual que tiene en cuenta la incertidumbre que rodea el contexto internacional y la necesidad de continuar con la recuperación de la economía colombiana luego de la pandemia.

Cuando se inició el proceso de normalización de la política, en septiembre de 2021, el primer ajuste en la tasa de interés fue de 25 pbs. Ese ritmo tuvo que acelerarse como consecuencia de las sorpresas que tuvimos más adelante.

Entre esas sorpresas estuvieron las que se presentaron en los precios internacionales de los alimentos y de los insumos agropecuario y que se agravaron de forma sustancial ya entrado el 2022 con la invasión de Rusia a Ucrania.

Estuvieron asimismo las sorpresas de un dinamismo de la demanda agregada más alto que lo esperado y de presiones inflacionarias internas, incluidas las que surgieron a través de indexación de precios y de las decisiones adoptadas sobre el salario mínimo.

Esas sorpresas contribuyeron a la decisión de acelerar el ritmo de ajuste de las tasas de interés para garantizar el retorno de la inflación hacia la meta y la estabilización de las expectativas de inflación de mediano plazo.

BBL: ¿Las decisiones recientes de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo han dado margen a la Junta para no tener que acelerar su plan de normalización?

L.V: Las decisiones de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo van a implicar unas condiciones financieras considerablemente más estrechas de lo que estaba previsto hasta hace unos pocos meses. Tasas de interés más altas en los países avanzados pueden generar mayores dificultades para conseguir financiamiento externo barato y para atraer capitales hacia las economías emergentes.

Esto ya se ha reflejado en presiones importantes al fortalecimiento del dólar americano frente a casi todas las monedas del mundo, incluida la nuestra, generando una depreciación del peso que ha sido considerable desde mediados de abril.

Esta situación reduce el margen con que cuenta el Banco de la República para mantener una política monetaria expansionista y constituye un argumento adicional para el proceso de ajuste en las tasas de interés en el que estamos embarcados.

BBL: ¿En caso de que las expectativas de inflación a 2 años sobrepasaran el 4% (techo del rango del Emisor) eso ameritaría acelerar o endurecer la magnitud de los aumentos de tasas que viene realizando el banco desde septiembre?

L.V: De acuerdo con la última encuesta del Banco de la República, las expectativas de inflación a dos años se ubican en niveles interiores al 4%. Ello indica que la meta de inflación sigue siendo un ancla para la formación de precios.

Ante su pregunta especifica debo decir sin embargo que la Junta Directiva no toma decisiones de manera mecánica como respuesta a cambios en variables particulares. La Junta evalúa de manera integral la información que tiene a su disposición en cada reunión en que adopta decisiones de política monetaria.

BBL: El mercado ha hablado de que el punto de llegada de los incrementos de tasas podría ser de entre 7,5% y 8%. ¿Se ha barajado en la Junta la conveniencia de un nivel final de tasas como el proyectado por los analistas?

L.V: Hay un camino por recorrer en el proceso de ajuste de la política monetaria a las nuevas circunstancias. Las decisiones que se toman en cada Junta se analizan con base en la información disponible sobre lo que está sucediendo con la inflación y con el conjunto de sus determinantes, incluyendo las expectativas sobre la propia inflación, sobre la actividad productiva y sobre la situación internacional.

Esas decisiones se adoptan a conciencia de que sus impactos se verán sólo con un rezago importante y que en todo momento existe incertidumbre sobre las sorpresas que pueda deparar el futuro en frentes sobre los cuales no influye el Banco de la República. Por esa misma razón, la Junta no da señales específicas sobre la tasa que pueda tenerse en el futuro.

BBL: Recientemente la SuperFinanciera concluyó el sandbox regulatorio para criptiactivos. Teniendo en cuenta que el Banco de la República hizo parte del ejercicio, ¿cuáles fueron las lecciones que le dejó este año de pruebas? En esa línea las normas que debería expedir el Banco de la República estarían relacionadas con qué temas

L.V: El Banco de la República actuó en el sandbox regulatorio sobre criptoactivos en un papel de simple observador. Personalmente estoy cada día más convencido que tanto nuestro país como el mundo entero deben fortalecer la regulación de los criptoactivos para garantizar que se conoce la identidad y el país de residencia de quienes transan e invierten en ellos.

La regulación sobre las plataformas de criptoactivos y sobre las llamadas stablecoins debe ser equivalente a la que tienen que cumplir los intermediarios financieros tradicionales. Actividades equivalentes deben tener reglas equivalentes.

BBL: ¿Qué beneficios podría tener Colombia producto del incremento en tasas más rápido que el de países desarrollados (diferencia de tasas) por cuánto tiempo cree usted que existirá ese margen a favor de Colombia?

L.V: Las economías emergentes representan para los inversionistas riesgos más altos que los de las economías avanzadas. Eso explica que normalmente exista un margen entra las tasas de unas y otras. Ese margen puede cambiar dependiendo de las circunstancias de cada momento, pero usualmente es positivo.

BBL: Entidades como el Fondo Monetario Internacional (en las conclusiones del Artículo IV) sugirieron al Banco de la República contemplar la acumulación de reservas internacionales. ¿Tras esa recomendación se ha puesto en consideración el momento para realizar dicha acumulación o no se considera necesaria por ahora?

L.V: Colombia tiene un nivel de reservas internacionales superiores a 58.000 millones de dólares, un nivel que se encuentra en la parte alta del rango que el FMI considera adecuado.

Adicionalmente, Colombia cuenta con la Línea de Crédito Flexible (LCF) que nos aprobó el mismo FMI el pasado mes de abril por cerca de 10.000 millones de dólares, cuyo propósito es estrictamente precautelativo y que hace aún más holgado el colchón de liquidez que tenemos.

En estas condiciones no se ha considerado entrar a acumular reservas adicionales en las circunstancias actuales, aunque se mantiene abierta la posibilidad de hacerlo en el futuro si las condiciones son apropiadas para ello.

BBL: El Banco Mundial alertó que Colombia hace parte del grupo de países con mayor riesgo de estanflación, sin embargo, la proyección de PIB (tanto del banco como de analistas va a alza), ¿Considera que es latente es riesgo para la economía colombiana, qué factores tendrían que coincidir para que la economía del país se enfrentara a un escenario como el planteado por el BM?

L.V: En las proyecciones de todos los analistas nacionales e internacionales, incluidas las del Banco Mundial, Colombia tendrá en 2022 el crecimiento más alto entre los países medianos y grandes de América Latina.

El equipo técnico del Banco de la República estima que, en el escenario más probable, con la información disponible actualmente, el crecimiento será de 5% este año.

Los debates sobre estanflación son muy relevantes en la actualidad para otros países y regiones del mundo, pero no lo son tanto para nuestro país.