La peor inflación en 40 años hunde a Boris Johnson y al BOE en una crisis

El banco central está en el ojo de la tormenta después de que los precios al consumidor aumentaran un 9% anual en abril

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Bloomberg — El peor nivel de inflación de Gran Bretaña en 40 años se está convirtiendo rápidamente en una crisis tanto para el gobierno del primer ministro Boris Johnson como para el Banco de Inglaterra (BOE, por sus siglas en inglés).

El banco central está en el ojo de la tormenta después de que los precios al consumidor aumentaran un 9% anual en abril. Los ministros del gabinete, los economistas e incluso un exjefe del BOE se quejan de que el gobernador Andrew Bailey fue demasiado lento para actuar y está fallando en su trabajo para mantener la inflación en un 2%.

El llamado de atención puede tener la intención de distraer de la creciente presión sobre la administración de Johnson para proteger a los votantes de la mayor reducción de los niveles de vida desde que se tiene memoria. Hasta la fecha, el canciller de Hacienda, Rishi Sunak, ha dirigido la ayuda a los que tienen trabajo, mientras que la oposición laborista dice que la ayuda debería extenderse a los jubilados y a los que reciben beneficios sociales.

Una encuesta de YouGov Plc publicada el martes encontró que un récord del 72% de los encuestados piensa que el gobierno está manejando mal la economía y las tres cuartas partes piensan que le está yendo mal con la inflación. Más de la mitad de los que votaron por los conservadores en 2019 criticaron al gobierno.

Sunak abordará el tema en un discurso esta noche, pidiendo a los líderes empresariales que aumenten la inversión para hacer que la economía sea más productiva y destacando los programas de ayuda que el Tesoro ya ha anunciado. No anunció nuevos programas tangibles.

Los próximos meses serán duros”, dirá Sunak en su discurso, según extractos difundidos por su despacho. “Pero donde podamos actuar, lo haremos”.

En el banco central, Bailey no ayudó en nada esta semana al admitir que se sentía “impotente” ante las presiones de los precios mundiales y advirtió sobre un aumento “apocalíptico” en el costo de los alimentos. Se han “agotado los jinetes” (alusión a los 4 jinetes del Apocalipsis) después de la pandemia, la guerra en Ucrania y el último shock de precios, dijo.

Incluso ex altos funcionarios del BOE han intervenido. Andy Haldane, quien advirtió sobre el “tigre” de la inflación hasta que renunció como economista jefe en agosto, dijo que el BOE debería haber actuado antes. Mervyn King, quien fue gobernador durante la crisis financiera hace una década, dijo el martes a la radio LBC que los funcionarios “en todo el mundo cometieron graves errores al no actuar mucho antes… el nuestro incluido”.

Eso marcó una rara violación del código no escrito de que los gobernadores anteriores no critican a sus sucesores. Lo que es más sorprendente es la profundidad de la crítica, con King llamando a la dosis de relajación cuantitativa del año pasado un error, con un razonamiento detallado.

“Había demasiado dinero persiguiendo muy pocos bienes”, dijo King. Bailey se equivoca al sentirse impotente, agregó. “El segundo error fue la creencia de que no hay mucho que podamos hacer con respecto a los altos precios de la energía y los alimentos”.

King argumentó que el BOE debería aumentar las tasas agresivamente porque los precios importados determinan los acuerdos salariales futuros. Con más puestos vacantes que desempleados, el mercado laboral está más ajustado que nunca, creando las condiciones ideales para una espiral salarial.

“La idea de una tasa de interés del 1% tendría un gran impacto en la tasa de inflación cuando los salarios aumentan entre el 5% y el 7% es realmente muy extraña”, dijo King.

En efecto, le estaba diciendo al BOE que hiciera subir el desempleo. Y eso va al corazón del terrible dilema que enfrenta el BOE: forzar despidos ahora para evitar una espiral de precios salariales, o ir con calma y arriesgarse a una estanflación a largo plazo.

El mandato del BOE es claro en cuanto a que debe subir las tasas incluso si hacerlo corre el riesgo de una recesión. Lo que hace que la crisis sea tan complicada y la política tan antagónica es el hecho de que la solución desde el punto de vista del BOE es muy diferente a la que quieren los votantes y los políticos.

Desde la perspectiva del BOE, la inflación es un problema técnico que puede abordarse con una respuesta técnica: subidas de tasas y liquidación del vasto stock (inventario) de bonos del Estado adquirido por el banco central.

Desde el punto de vista de los hogares y los políticos, es una crisis del costo de vida que solo puede abordarse con transferencias desde el gobierno, potencialmente inflacionarias. Los incentivos monetarios y políticos están trabajando en propósitos opuestos.

Cuando los políticos culpan al BOE por no poder controlar la inflación, pueden esperar desviar la atención de sus propias deficiencias, pero en realidad están abogando por el desempleo. Por supuesto, nunca usarían esas palabras, dejando la responsabilidad tanto del choque inflacionario como de las posibles pérdidas de empleo en el BOE. No es ni el enfoque más justo ni el más inteligente, pero no es difícil ver por qué los ministros están buscando un chivo expiatorio.

Las tensiones solo aumentarán porque la crisis empeorará. Los precios de los insumos, los costos que soportan los productores, están aumentando a una tasa anual del 18,6%, la más alta registrada y las empresas, como mostró una encuesta del BOE de este mes, los están pasando a los consumidores. Los precios en puerta de fábrica, los precios que pagan los minoristas, aumentaron al ritmo más rápido desde 2008. En octubre, las facturas de energía aumentarán nuevamente. El BOE prevé que la inflación alcance un máximo del 10,2%. Eso está empezando a parecer optimista.

Desde el decepcionante paquete de medidas de la Declaración de la primavera boreal, en medio de advertencias de que los niveles de indigencia podrían llegar a 1 millón de personas, el gobierno ha estado bajo una presión implacable para hacer más por los hogares más pobres, que ya están experimentando una tasa de inflación del 10,2 % estimada, según el grupo de expertos de Resolution Foundation.

Se informa que Sunak está planeando hasta £1.000 millones (US$1.240 millones) en subvenciones para hogares de bajos ingresos a través de Warm Home Discount , informó el periódico The Times. La paradoja es que cuanto más aborde el BOE el shock inflacionario técnico elevando las tasas, peor será la crisis del costo de vida en el corto plazo. Se perderán puestos de trabajo, la deuda será más difícil de pagar.

La dura verdad, como dijo King, es que “la gente está atrapada en esto”. Todo lo que el BOE puede hacer es aumentar los costos de endeudamiento en un intento por evitar que la inflación se incruste. Todo lo que el gobierno puede hacer es redirigir la riqueza, ya sea en transferencias a través del sistema fiscal hoy o en préstamos y el costo que queda para los contribuyentes del mañana.

Con la asistencia de Kitty Donaldson.

Este artículo fue traducido por Miriam Salazar