Bloomberg — El gobierno de Boris Johnson presentará en las próximas semanas una legislación para anular partes del acuerdo del Brexit, una medida que probablemente aumentará las tensiones con la Unión Europea y gira alrededor de los acuerdos comerciales en Irlanda del Norte.
En su intervención en la Cámara de los Comunes el martes, la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, dijo que, aunque la preferencia del Gobierno es llegar a una solución negociada con la UE, la situación en Irlanda del Norte significa que el Reino Unido tiene que actuar. El gobierno planea proceder con la legislación en paralelo a las conversaciones.
“El Acuerdo de Viernes Santo de Belfast está en tensión”, dijo Truss a los legisladores. “Esto se debe a que el Protocolo de Irlanda del Norte no cuenta con el apoyo necesario en una parte de la comunidad de Irlanda del Norte”.
La esperada declaración se produce tras semanas de reuniones informativas y declaraciones enérgicas del Reino Unido, que amenaza con incumplir sus obligaciones en virtud del acuerdo que firmó con la UE hace más de dos años.
El gobierno de Johnson está frustrado porque el acuerdo ha creado una frontera aduanera entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, lo que ha perturbado el comercio y ha contribuido al colapso del gobierno de la región. La UE está dispuesta a suspender todo el acuerdo comercial si Johnson cumple sus amenazas.