Bloomberg — La junta directiva de Twitter Inc. (TWTR) ha recomendado por unanimidad a los accionistas que aprueben la oferta de Elon Musk para que la empresa de redes sociales deje de ser pública en una operación de US$44.000 millones, ocho días antes de que se celebre la votación y mientras el multimillonario empresario parece estar intentando dar marcha atrás o renegociar su oferta.
El lunes, Musk dejó entrever la idea de intentar rebajar su oferta inicial de US$54,20 por acción, diciendo que un acuerdo a un precio más bajo no estaría “fuera de discusión”. El multimillonario empresario está planteando dudas sobre los datos que Twitter ha hecho públicos sobre el porcentaje de cuentas dedicadas a enviar spam y cuentas falsas en su servicio de redes sociales, alegando que conforman más del 20% de todos los usuarios. El martes, Musk dijo que sólo seguiría adelante con su oferta si Twitter puede demostrar que la cifra es inferior al 5% que la compañía de medios sociales ha comunicado.
En una declaración, Twitter dijo que está “comprometido a completar la transacción en el precio y los términos acordados tan pronto como sea posible.”
La junta directiva reveló todos los detalles relevantes relacionados con la oferta de Musk, incluida la forma en que pretende financiar la compra, los acontecimientos entre bastidores entre el multimillonario empresario y la dirección ejecutiva de Twitter que condujeron a la oferta, y lo que sucederá con las acciones en poder de los empleados y ejecutivos de Twitter si se concreta la oferta.
La junta citó una serie de factores que influyeron en su decisión de recomendar a los accionistas que aprobaran la operación, incluida la mejora del posicionamiento competitivo y las perspectivas de Twitter si se convirtiera en una empresa independiente, y la creencia de la junta de que la operación tiene un alto nivel de certeza. La junta también enumeró varios riesgos asociados al modelo de negocio de Twitter en caso de que siguiera siendo una empresa pública, como el reto de “realizar inversiones, cambios y mejoras operativas (incluyendo reducciones de costos significativas) para lograr el crecimiento y la rentabilidad a largo plazo” y “los retos históricos para la capacidad de Twitter de aumentar sus ingresos publicitarios”. La presentación continuaba diciendo que ninguna de las posibles alternativas estratégicas a la fusión presentaba probablemente mejores oportunidades para que Twitter creara mayor valor para sus accionistas.
La Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés) revisará la operación, aunque la agencia reguladora carece generalmente de poder para detener las fusiones corporativas o las operaciones de absorción, y los accionistas votarán su aprobación en la junta anual de accionistas de Twitter el 25 de mayo. La declaración de representación es fundamental para convencer a los accionistas de Twitter de que voten a favor, ya que proporciona mucha más información de la que estaba disponible anteriormente.
También se espera que los reguladores antimonopolio de EE.UU. investiguen la compra de Twitter por parte de Musk, pero es poco probable que la demanden para bloquearla porque Musk, que es CEO de Tesla Inc. (TSLA) y Space Exploration Technologies Corp., es un participante incipiente en el sector de las redes sociales.
Twitter comunicó a sus empleados el 25 de abril que el acuerdo se cerrará en un plazo de entre tres y seis meses.
Sin embargo, Musk creó un ambiente de incertidumbre el viernes pasado con un tuit a primera hora de la mañana en el que afirmaba que el acuerdo de privatización de Twitter estaba “temporalmente en suspenso” hasta que recibiera más información sobre la proporción de cuentas falsas en la red social, con un enlace a un informe de Reuters del 2 de mayo sobre la información más reciente de Twitter sobre el número de bots en la plataforma.
A pesar de sus comentarios públicos, el contrato del acuerdo no parece dar a Musk mucho margen para abandonar. El acuerdo de fusión estipula que Musk deberá a Twitter una comisión de ruptura de US$1.000 millones si cancela el acuerdo. El contrato también da a Twitter el derecho de obligar a Musk a cerrar el acuerdo mientras su financiación de la deuda esté disponible. Twitter también tiene derecho a acudir a los tribunales para obligar a Musk a intentar obtener esa financiación de la deuda.
Las acciones de Twitter han estado cayendo por la especulación de que el acuerdo se deshaga. Las acciones están ahora un 31% por debajo del precio que Musk ha acordado pagar por contrato, cerrando el lunes en su nivel más bajo desde el 17 de marzo.
Este artículo fue traducido por Andrea González