Buenos Aires — El mercado argentino sigue de cerca los movimientos del dólar blue, que comenzó la semana con ritmo ascendente, cerrando este lunes en $205 para la venta en la Ciudad de Buenos Aires.
La incertidumbre económica, el contexto internacional y la escasez de divisas en el Banco Central son algunos de los factores observados por los analistas e inversores, que entienden que la cotización del dólar paralelo siempre es un termómetro para medir los niveles de confianza respecto al rumbo de la economía argentina.
En su último reporte, el analista financiero Salvador Di Stefano advirtió que “más inflación implica suba de tasas, pasivos monetarios en suba y reservas en baja”, lo que representa “un escenario óptimo para que el dólar suba a $300″ para fines de este año.
“Con esta crisis política, más la alta demanda de dólares para importar, y pocas exportaciones a la vista, todo hace presumir un escenario de dólar a la suba, y se rompe el mito del dólar blue que no supera el nivel de los $220″, argumentó.
En ese sentido, subrayó: “El cronograma de vencimientos impositivos no nos permite que suba en los próximos 60 días, pero, pasado el 15 de julio, viene una suba en precios muy importante”.
Joel Lupieri, analista de Epyca Consultores, consideró que “la inflación creciente, las restricciones al acceso y la falta de claridad en las políticas estatales dan como resultado un cocktail que podría llevar a un vertiginoso acceso de la divisa”.
“La imposibilidad estatal de controlar las variables, sumada la lucha de la política interna, está sustentando la tesis ampliamente difundida de que sólo el dólar es el único refugio de valor válido para el país y los argentinos”, indicó en diálogo con Bloomberg Línea.
En diálogo con Bloomberg Línea, sostuvo que “en un contexto tan volátil como el que enfrenta Argentina, estimar una cotización del dólar en cualquiera de sus variantes siempre parece arriesgado” y opinó que, particularmente hablando del dólar blue, “suponer o anticipar su valor futuro puede considerarse virtualmente imposible”.
Sin embargo, proyectó que es factible que el dólar libre “escale de aquí a fin de año, pero sólo el miedo de los inversores y la incapacidad estatal podrá determinar hasta dónde”.
“El precio que se publica como referencia de ese mercado, es producto de pocas operaciones, atadas a la voluntad de jugadores anónimos. Más allá de ser una ineludible referencia al apetito por el billete de los argentinos, no deja de ser un mercado que opera pocos millones de dólares al día y que, en condiciones normales, no debería tener razón de ser”, aclaró.
Una paz cambiaria “muy endeble”
El contado con liquidación en la actualidad “está pisado por un nivel de tasa de interés que ha subido por quinta vez consecutiva desde comienzo de año”, analizó Gustavo Neffa, director de Research for Traders. “El Banco Central está implementando una suba para obtener tasas de interés reales positivas. El problema es que la expectativa de inflación se ubica cerca del 70% para este año y va a ser muy difícil que logre su objetivo, pero al menos va escalando en los niveles. Con eso, el plan ya le resta atractivo a la moneda extranjera”, explicó Gustavo Neffa, director de Research for Traders.
En declaraciones a Bloomberg Línea, manifestó que ello “quita presión en el corto plazo al dólar implícito, pero no se debe quitar de vista el final de la temporada de liquidación de exportación de los agroganaderos”. La temporada alta de liquidación de agrodivisas –que coincide con la salida de la cosecha gruesa– transcurre entre abril y julio, extendiéndose a veces hasta agosto.
“Después empieza un trimestre de menores liquidaciones y un cuarto con la estacionalidad trimestral más baja de todas, por lo cual mi preocupación empieza a surgir a partir de septiembre, cuando el Gobierno va a tener que hacer distintos ajustes”, pronosticó.
Según el especialista, hay una “paz cambiaria muy endeble”, que en los próximos meses “va a ir aumentando la presión”.
Además, advirtió que “todos los proyectos que están dando vueltas en el Congreso, queriendo torcerle el brazo al ministro de Economía, Martín Guzmán, en busca de mayor ayuda como el IFE o Ganancias, le da mucha presión al tipo de cambio al futuro, si es que se aprueban”.
¿Y las reservas del BCRA?
Analytica Consultora señaló que “durante los primeros cuatro meses del año el Banco Central no pudo incrementar las reservas internacionales por fuera del desembolso de US$6.752 millones netos del acuerdo con el FMI”.
“Por el contrario, sin contabilizar ese ingreso, perdió US$4.409 millones, principalmente por el aumento de las importaciones y, en especial, por una dinámica preocupante en las compras externas de servicios y energía”, puntualizó.
Según resaltó, “mayo y junio son los meses claves para la liquidación de divisas del agro, en los cuales el Banco Central puede revertir el cuadro y acumular reservas”, aunque alertó que “la creciente demanda de divisas no permite proyectar que el ingreso de dólares sea suficiente para afrontar en forma holgada la segunda mitad del año”.
Por ese motivo, analizó que las opciones de política económica que se le abren al gobierno son básicamente tres: subir las tasas de interés, devaluar o negociar un “waiver” o incluso incumplir el compromiso asumido ante el FMI respecto de no elevar el número de controles físicos sobre las importaciones.
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