Con el correr de los años, el acceso a internet pasó de ser una cuestión suntuaria a casi una necesidad básica. El Día de Internet, que se celebra en América Latina y España cada 17 de mayo, permite colocar la lupa en las deudas que hay aún en materia de achicamiento de la brecha digital.
Según cifras del Banco Mundial, sustentadas en datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, hasta fines de 2020, el 60% de las personas en todo el mundo tenía acceso a la red de redes.
En ese sentido, LatAm pareciera estar no tan mal posicionada, ya que su porcentaje es superior a la media global: el 74% de las personas en América Latina y el Caribe utilizan internet, según el Banco Mundial. Si se excluye a la población de mayores ingresos de la estadística, la cifra baja un punto porcentual y se sitúa en 73%.
Este valor implica una mejora respecto de las cifras que se contabilizaban hasta 2019, cuando el porcentaje de latinoamericanos y caribeños que utilizaba internet era del 69%. No obstante, existen fuertes divergencias al analizar país por país.
Los territorios de la región con mayor penetración de internet son: Aruba (97%), Chile (88%), Bahamas (87%); Uruguay y Argentina (86%); Barbados (82%); Brasil, Islas Caimán, Saint Kitts y Nevis y Costa Rica (todas con 81%).
En tanto, México, la tercera economía de la región, aparece algo rezagado, con un 72% de uso de internet, debajo de otros territorios como: Puerto Rico (81%), Islas Vírgenes Británicas (77%), República Dominicana (77%), Cuba y Paraguay (74%) y Antigua y Barbuda (73%). Al final de la lista aparece Haití con una penetración del 35%.
Otros países que aparecen en el listado del Banco Mundial son: Trinidad y Tobago (71%); Suriname, Colombia, Dominica (todas con 70%); Jamaica y Curazao (68%); Perú y Ecuador (65%); Islas Vírgenes de Estados Unidos (64%) y Panamá (64%); Venezuela (62%); Bolivia (60%), Granada (57%), San Vicente y Granadinas (56%); El Salvador (55%); Santa Lucía (53%); Belice (51%); Guatemala (50%); Nicaragua (45%), Honduras (42%); Guyana (37%).
Para tomar una referencia global, en los Estados Unidos el 91% de la población usa internet y en la Unión Europea, el 85%. En África, al sur del Sahara apenas el 30%.
Aclara el Banco Mundial que para calcular “personas que utilizan internet” se contabiliza a los usuarios que han utilizado la red (desde cualquier lugar) en los últimos tres meses desde cualquier tipo de dispositivo con conexión.
Según los datos de la Cámara Argentina de Internet, las conexiones de fibra óptica sobre el total de conexiones de banda ancha que hay en Argentina apenas llegaban al 14,93% a fines de 2021, mientras que en Uruguay superan el 78%, en Brasil el 56% y Chile el 49%.
Revolución tecnológica
Desde el año 2005, gracias a una iniciativa de la Asociación de Usuarios de Internet de España, cada 17 de mayo se celebra el Día Internacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, que en Latinoamérica se conoce como el Día del Internet.
Quien reflexionó respecto de esta fecha fue el manager general de Intel, Marcelo Bartolami, que destacó que “son pocas las tecnologías que lograron transformar a las sociedades, pero son menos aún aquellas que han cambiado los paradigmas establecidos”.
El ejecutivo explicó que internet no sólo es el “invento más importante del Siglo XX”, sino también uno de los más revolucionarios del mundo, dada su capacidad de conectar a la humanidad de una manera que antes parecía imposible.
Por otro lado, Bartolami mencionó que en la actualidad hay tendencias que recién están comenzando en relación a internet y que requerirán de un aporte importante para poder llevarse a cabo. “Una de ellas es el ya conocido metaverso, que podría ser considerado como la próxima gran plataforma informática después de la red mundial y los dispositivos móviles”, proyectó.
Asimismo, afirmó que el internet que conocemos fue capaz de transformar el mundo tal y como lo conocíamos “porque se construyó sobre estándares abiertos”.
Y agregó que toda la industria tiene que estar “comprometida con la implementación del internet del mañana”, mediante el aprovechamiento y aumento de los estándares existentes, para hacer frente a los requisitos del metaverso.
