Buenos Aires — Con la mira puesta en la suba de precios, el Banco Central decidió la semana pasada elevar la tasa de referencia, mientras señaló que evaluará revertir el sesgo de la política monetaria “en cuanto se consolide un sendero decreciente de la tasa de inflación”.
La decisión tendrá un impacto directo en el bolsillo de los consumidores en Argentina que deben lidiar a diario con la pérdida de poder adquisitivo y recurren a la financiación para abonar las tarjetas de crédito. Ese universo se va haciendo cada vez más acotado, teniendo en cuenta que el saldo total de consumos con tarjeta de crédito en pesos pasó de representar el 2,1% del PBI en diciembre de 2021 al 1,9% del PBI en abril, según el Informe Monetario Mensual del Banco Central.
“A partir de la suba de tasa del Banco Central para los plazos fijos también se ejecutaron dos aumentos: uno para las tasas subsidiadas para las mipymes y otro para las tasas para tarjetas de crédito, que pasaron del 51% a 53%”, explicó a Bloomberg Línea, Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.
Sin embargo, aclaró que ese 53% responde solamente a la tasa: “Cuando ves el costo financiero total de la operación de refinanciar la tarjeta de crédito, puede llegar a ascender al 80%”. Así, se ubicaría por encima de la inflación proyectada para este año, que se encuentra entre 60% y 70%, según las consultoras privadas.
La aceleración de la inflación también impulsó a la AFIP a actualizar los montos mínimos a partir de los cuales los bancos deben informar los movimientos en las cuentas y tarjetas de los contribuyentes.
Así, el importe pasó de $30.000 a $90.000, según la última actualización. Anteriormente, el aumento se había dado en febrero, cuando se ajustó de $10.000 a $30.000.
El impacto en la población
Si bien el consumo con tarjetas se encuentra estancado por la falta de actualización de los límites por parte de las entidades bancarias, el uso del “plástico” todavía mantiene su popularidad a la hora de consumir en la Argentina.
Di Pace calculó que “el 40% de los argentinos refinancia su tarjeta de crédito”, por lo que se trata de un nivel del costo financiero total que “parece muy elevado para aquellos que tienen un salario que no esté en ese nivel o tengan un ingreso que no pudo subir al ritmo de la evolución de la inflación del período”.
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