Sri Lanka se acerca a su primer impago de deuda externa

La nación insular podría ser declarada formalmente en incumplimiento si no realiza un pago de intereses a los tenedores de bonos antes del miércoles

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Bloomberg — Sri Lanka se está dirigiendo inexorablemente hacia el impago a medida que el período de gracia de dos bonos extranjeros no cumplidos se acerca a su fin, en lo que es el más reciente golpe para un país sacudido por el dolor económico y el malestar social.

La nación insular podría ser declarada formalmente en incumplimiento si no realiza un pago de intereses a los tenedores de bonos antes del miércoles, cuando finaliza el período de gracia de 30 días para cupones perdidos en bonos en dólares. Eso marcaría su primer impago.

El gobierno de Sri Lanka anunció a mediados de abril que dejaría de pagar su deuda externa para preservar el dinero en efectivo para las importaciones de alimentos y combustible, mientras luchaba contra la escasez de dólares que ha llevado a los funcionarios a implementar controles de capital y restricciones a las importaciones. Pocos días después, dejó de pagar un cupón de US$78 millones de sus bonos en dólares con vencimiento en 2023 y 2028, lo que llevó a S&P Global Ratings a declarar un impago selectivo.

“Sin un acuerdo, habrá un impago formal”, dijo Carlos de Sousa, un administrador de dinero de Vontobel Asset Management en Zúrich. “Legalmente eso importa. Pero para los mercados, Sri Lanka ya se encuentra de facto en situación de impago, por lo que el efecto sobre el precio de tal evento probablemente no será significativo.”

Los pagarés en dólares de Sri Lanka con vencimiento en 2029 subieron menos de medio centavo a 38,5 centavos de dólar el lunes, después de haber tocado un mínimo histórico de 37 centavos de dólar la semana pasada, según los datos de precios indicativos recopilados por Bloomberg. El rendimiento adicional que exigen los inversionistas para mantener los bonos por encima de los del Tesoro estadounidense es de algo más de 37 puntos porcentuales, según JPMorgan Chase & Co. (JPM). Esta cifra está muy por encima del umbral de 1.000 puntos básicos para ser considerada una deuda en dificultades.

Aunque los inversionistas ya esperan un impago, éste tiene importantes implicaciones. Muchos de los bonos de Sri Lanka tienen las llamadas cláusulas de impago cruzado, que arrastran toda la deuda en dólares pendiente de pago si hay un impago en un solo bono. En la deuda que vence en 2023 y 2028, la cláusula se activa si se incumple cualquier pago que supere los US$25 millones.

“A estas alturas, la mayoría de los tenedores de bonos que no quieren o no pueden mantener créditos en dificultades ya deberían haberse retirado”, dijo Patrick Curran, economista senior de Tellimer.

Sri Lanka se ha visto sacudida por los cortes de electricidad, la escasez de alimentos y una moneda en caída libre, que alimentaron las protestas y empujaron al Primer Ministro Mahinda Rajapaksa a dimitir. Su hermano, el Presidente Gotabaya Rajapaksa, nombró la semana pasada a un antiguo opositor para dirigir el gobierno en un intento de aportar un mínimo de estabilidad al país en medio de las conversaciones de rescate con el Fondo Monetario Internacional.

“La renuncia del primer ministro era algo que realmente se necesitaba”, dijo Dean Tyler, jefe de mercados globales de BancTrust con sede en Londres, que ve el valor de recuperación de los billetes entre 35 y 45 centavos por dólar. “Con suerte, empezará a despejar el aire y a despejar las calles”.

El lunes, el primer ministro Ranil Wickremesinghe, que lleva menos de una semana en el cargo, dijo que el gobierno planea vender su aerolínea nacional y prometió anunciar un nuevo presupuesto “de alivio”. Sin embargo, el país sigue sin tener un ministro de finanzas y el gobernador del banco central ha amenazado con dimitir si no se recupera pronto la estabilidad política. La autoridad monetaria debe revisar su política el 19 de mayo.

Con la asistencia de Maria Elena Vizcaino y Lilian Karunungan.

Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha