Bloomberg — Estados Unidos tiene previsto aumentar las sanciones a las empresas que infrinjan las normas que limitan la exportación de productos que amenazan la seguridad nacional, un esfuerzo centrado recientemente en países como Rusia y China, según un alto funcionario de la administración del presidente, Joe Biden.
Los posibles cambios incluyen multas más elevadas para las empresas que infrinjan las normas, una mayor divulgación de las acusaciones de infracción y un mayor reconocimiento de las infracciones cuando las empresas resuelven sus casos antes de llegar a juicio. La estrategia fue esbozada el lunes en un discurso de Matthew S. Axelrod, secretario adjunto para la aplicación de las normas de exportación en la Oficina de Industria y Seguridad (BIS), que es una agencia del Departamento de Comercio.
El aumento previsto de los costos para los infractores de las normas se produce en un momento en que el control de las exportaciones desempeña un papel cada vez más importante en la política estadounidense tras la invasión a Ucrania por parte del lider ruso, Vladimir Putin. Washington pasó meses antes de la guerra trabajando con aliados de todo el mundo para acordar normas que negaran a Rusia la tecnología y los insumos necesarios para su ejército.
El gobierno de Biden también está utilizando los controles de exportación establecidos bajo su predecesor para limitar las exportaciones de tecnología de punta a China, su principal rival geopolítico, para evitar que sean utilizadas por el ejército o para la vigilancia y los abusos de los derechos humanos.
Axelrod expuso los cambios en un discurso pronunciado el lunes ante la Society for International Affairs, un grupo sin fines de lucro centrado en la concesión de licencias de exportación.
Los cambios previstos “se diseñarán tanto para proteger a nuestro país de estas crecientes amenazas de los Estados-nación como para responsabilizar a los que no cumplen las reglas”, dijo Axelrod en el discurso.
Los cambios previstos se centran en los casos de aplicación administrativa por parte del BIS, un proceso distinto al de una investigación del Departamento de Justicia que puede conllevar sanciones penales.
El BIS está considerando cambios que incluyen la publicación de cartas con cargos cuando se presentan, en lugar de la práctica actual de esperar hasta que se resuelva un caso, lo que puede llevar años, para que otras empresas puedan ver en tiempo real qué tipo de comportamiento deben evitar, dijo Axelrod.
También está estudiando la posibilidad de exigir a las empresas que lleguen a un acuerdo antes de un juicio para evitar sanciones más severas que admitan públicamente los hechos del caso. Esto enviaría un mensaje disuasorio transparente, en lugar de los actuales acuerdos de “no admitir/no negar” que no requieren una admisión de mala conducta, dijo.
En tercer lugar, el BIS está estudiando la posibilidad de aumentar los importes de las sanciones para asegurarse de que son lo suficientemente elevados como para castigar a los infractores y disuadirlos. La agencia quiere que las empresas inviertan en el cumplimiento de las normas en lugar de concluir en su análisis de costos y beneficios que se sienten cómodas corriendo el riesgo de pagar una pequeña multa, dijo Axelrod.
En el año fiscal 2020, el BIS emitió 20 órdenes administrativas, de las cuales 19 implicaban una sanción monetaria. De las 19, ocho resultaron en multas por debajo de US$100.000, nueve estaban entre US$100.000 y US$1 millón, y dos por encima de US$1 millón. Las mayores multas administrativas que el BIS ha impuesto hasta la fecha involucraron al gigante de las redes chinas ZTE Corp. en 2017 y 2018 por un total de US$1.700 millones.
Axelrod, un veterano del Departamento de Justicia, fue confirmado para su actual puesto en el BIS a finales del año pasado. En el amplio discurso, habló de cómo los controles de exportación han evolucionado en las últimas cuatro décadas, desde un enfoque en la Unión Soviética, hasta incluir a los actores no estatales después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, hasta los expertos de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional que ahora identifican a China, Rusia, Irán y Corea del Norte como las mayores amenazas para la seguridad nacional.
“Impedir que las tecnologías y bienes sensibles de EE.UU. sean utilizados con fines malignos por aquellos que quieren hacernos daño nunca ha sido más importante, nunca ha sido más central, para las amenazas a la seguridad nacional a las que nos enfrentamos”, dijo Axelrod.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.