Inflación 2022 en Argentina: tras el 6% de abril, ¿qué pasará en los próximos meses?

Analistas privados proyectan una “meseta” para lo que resta del año, pero advierten por una “inflación reprimida”. ¿Cómo impactará la suba de tarifas de luz, gas y agua?

El sector privado no espera una desaceleración marcada.
13 de mayo, 2022 | 05:00 AM

Buenos Aires — Los datos oficiales confirman una tendencia preocupante para la inflación, que hasta el momento el Gobierno argentino no logró domar. El INDEC corroboró este jueves que durante abril se mantuvo en niveles elevados, mientras el último Relevamiento de Expectativas de Mercado difundido por el Banco Central ajustó al alza las proyecciones anuales.

Así, a pesar de los intentos del equipo económico, el alza del costo de vida no expone señales favorables, consolidando a la Argentina entre los primeros cinco países del mundo con mayor inflación. En ese contexto, el sector privado no es optimista ni ve factores que puedan permitir una desaceleración marcada, sino una “meseta” para los próximos meses.

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“Pese a que las metas acordadas entre el Gobierno argentino y el FMI limitan la emisión monetaria del Banco Central a favor del Tesoro para 2022 a una cifra del orden de los 750.000 millones de pesos, existen factores adicionales de expansión monetaria vinculados con el sector externo (compras netas para recuperar reservas), pero sobre todo con el pago de intereses de la deuda remunerada del Banco Central”, evaluó Jorge Vasconcelos, Investigador Jefe IERAL.

En diálogo con Bloomberg Línea, manifestó: “Estimamos que el pago de intereses por estos pasivos del Central alcancen en 2022 un monto que multiplica por 3,2 veces la emisión monetaria de origen fiscal”.

“En años anteriores, la emisión generada por el déficit cuasifiscal terminaba siendo esterilizada a través de la colocación de Leliq, pero este año esperamos que ese mecanismo esterilice aproximadamente del 75% al 80% de la emisión por los intereses que paga el BCRA”, calculó el economista.

Según sostuvo, ese fenómeno es alimentado por “la misma política económica, ya que se induce a los bancos a comprar bonos emitidos por el Tesoro, para facilitar el ‘rollover’ de la deuda interna del Tesoro, que ha pasado a ser el principal mecanismo para financiar el déficit fiscal”.

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El aumento de esa deuda interna se está acelerando en forma significativa en este 2022, por lo que proyectamos que a fin de este año el stock de estos compromisos, que en general son de corto plazo, del Tesoro se aproxime a los 20 puntos del PIB, una cifra que incluye las tenencias de organismos del propio sector público, caso de la ANSES”, explicó.

Por ello, aseguró esperar tras el pico de 6,7% mensual de marzo, “una especie de ‘meseta’, en torno al 5,0%”. “No hay factores que puedan permitir una desaceleración marcada de la inflación de mayo en adelante”, remarcó Vasconcelos.

Tarifas e inflación en 2022

Desde el oficialismo ya reconocieron que este año el Gobierno deberá tomar medidas inflacionarias ante el acuerdo con el FMI. En ese escenario, Fernando Marengo, socio y economista jefe de Arriazu Macroanalistas, analizó que “cuando suben las tarifas, hay un impacto directo e indirecto”.

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En declaraciones a Bloomberg Línea, manifestó que “si suben las tarifas, va a pegar directamente en el IPC y en todo lo que está relacionado con el mantenimiento de la vivienda, electricidad, gas, agua, con lo cual hay un primer impacto sobre el nivel de precios”.

Luego, hay un segundo impacto, que es cuando subís la electricidad y el gas, que son insumos en funciones de producción de otros bienes, que van a ir ajustando en los costos y en sus precios”, argumentó.

Este año volverá a subir la luz y el gas.

Es un incremento de precios necesario, que se llama inflación, pero en realidad es un ajuste de precios relativos. No es inflación en el sentido de que está originada por la emisión de pesos excedente, sino que se está corrigiendo precios relativos”, indicó.

De ese modo, estimó que, con esa corrección, se va a ver “cuán dispuestos están a encarar” las subas y, “lo fundamental, que es tener el poder político de que si estás decidiendo que se tienen que ajustar precios relativos en la electricidad o gas respecto de los otros bienes de la economía, cuando vengan otros sectores para pedir incrementos de sus precios no se les puede dar o, al menos no en la misma cuantía en la que se suben los precios relativos”.

Al momento que ajustás precios relativos, hay un precio que va a subir más que el resto de los precios de la economía y, cuando vengan los otros sectores a pedir el ajuste de su precio relativo, se debe entender que no es posible porque, si no, se vuelven a perder todas las mejoras”, insistió el economista.

Inflación reprimida

Por su parte, Alberto Ramos, de Goldman Sachs, escribió que “la dinámica de la inflación subyacente es aún más llamativa” porque “todavía hay una cantidad significativa de inflación reprimida en el sistema debido a los amplios controles de cambio, controles de precios, controles de exportaciones y tarifas públicas significativamente por debajo del costo [real]”.

En general, Argentina aún debe desarrollar un plan de consolidación fiscal de mediano plazo fuerte y creíble y carece de una estrategia/ancla monetaria convencional coherente”, agregó.

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