Claves para que los CEOs adapten su empresa a un escenario de alta inflación

Convencer a los inversionistas para que adopten la resiliencia será una de las tareas más difíciles para los CEOs este año, según un informe

Los altos ejecutivos deben enfocarse no solo en reducir costos sino en crear valor al reconfigurar los flujos de trabajo y las negociaciones que hacen los líderes de compras, dice un informe.
13 de mayo, 2022 | 04:38 PM

Bloomberg Línea — La inflación no da tregua en América Latina y el mundo. La pandemia, la golpeada cadena de suministros y la guerra en Ucrania han dejado su huella en la subida de los precios en la mayoría de economías.

Ante esta situación, ha sido recurrente en los últimos meses que los tipos de interés se estén elevando para poner freno a los precios. Pero no son solo los gobiernos o los bancos centrales quienes deben tomar decisiones oportunas para manejar los escenarios de alta inflación. Según la consultora McKinsey & Company, los altos ejecutivos también deben aprender a manejar este escenario en sus empresas.

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El informe señala que desde el inicio de 2022 es cada vez más evidente que las tasas de inflación altas prevalecerán por este año, el siguiente y “posiblemente más”, aunque no todos los líderes de las empresas “han enfrentado el desafío de liderar una empresa a través de un pico inflacionario como el actual”.

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Por esta razón, es necesario que los CEOs tengan herramientas para navegar sus empresas en medio de los altos precios y tomar las mejores decisiones para sus compañías, pues en años anteriores el debate inflacionario se veía alejado del entorno empresarial, según encuestas de la misma firma.

¿Cómo guiar a las empresas en este período?

Para McKinsey, las consideraciones de los directores ejecutivos tienen que ser “ampliadas” y no pueden limitarse a las implicaciones de la inflación.

El texto indica que en primer lugar, los CEOs deben rediseñar sus productos y servicios rápidamente, “para responder a la volatilidad de los productos básicos, la escasez de componentes y los costos más altos de producción y servicio”.

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Los clientes pagan al final de la cadena de suministro los precios más altos. Los proveedores pagan cuando sus clientes reducen el riesgo de producción buscando alternativas a sus productos, así como los accionistas pagan costos más altos como apuesta para competir y mantener un negocio viable, dice McKinsey.

Además, se destaca que resulta fundamental hacer visible toda la cadena de suministro de cada empresa, pues según la encuesta Navigating inflation: A new playbook for CEOs, menos de la mitad de las empresas entiende la ubicación de sus proveedores de primer nivel y solo el 2% hace la misma afirmación sobre los proveedores en el tercer nivel y más allá.

Incluso, se plantea que ante la coyuntura entre Rusia y Ucrania, que fragmentó aún más las cadenas de suministro, no se trata solo de aumentar inventarios y encontrar nuevas fuentes de materias primas, sino de que los altos ejecutivos deban buscar diversificar su base de fabricación.

La necesidad de crear valor

Ante el aumento de los precios de la mayoría de suministros para las empresas a nivel mundial, la consultora plantea que no se trata solo de reducir costos al momento de adquirirlos, sino de crear valor al reconfigurar los flujos de trabajo y las negociaciones que hacen los líderes de compras.

McKinsey señala que el rediseño de las estrategias para lidiar con el entorno de un “mercado más difícil” refuerza la gobernanza, maximiza la demanda, simplifica los requisitos, y cambia la asignación de trabajo, siendo movimientos que “ayudaron a aliviar las presiones inflacionarias”.

El informe de McKinsey destaca que los líderes de compras han dicho repetidamente que este es el entorno de mercado más difícil en al menos 20 o 30 años.

Junto a esto, el informe destaca que establecer precios de los productos y servicios para fortalecer la relación con los clientes es fundamental, pues “a medida que aumentan los costos, la revisión de precios para mantener los márgenes no es la idea de un buen momento para nadie”, pero suele ser desagradable para las empresas y para los clientes.

Ante la coyuntura, es necesario plantear escenarios en los que se evalúa cómo ajustar los descuentos y las promociones y maximizar las palancas no relacionadas con los precios, cómo personalizar de una manera más efectiva los productos y la estrategia de comunicar el valor de la empresa de manera más efectiva.

Por último, se señala que las gestiones de la inflación desde las empresas deben ser multifuncionales y no pueden depender de procesos que requieran de meses para ser implementados, pues en algunos casos en este tiempo los precios pueden crecer hasta un 50%, y la falta de decisión puede tener “consecuencias costosas”.

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