Bloomberg Línea Ideas — Esta semana en el marco de la decisión de política monetaria del Banco de México, el INEGI reportó la variación anual en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de abril del 2022 en 7,68%, mientras que para el componente subyacente la misma variación fue del 7,22%.
Los impactos de la guerra de Rusia con Ucrania han estado operando mediante distintos canales, principalmente sobre choques en el precio de algunas materias primas.
En este sentido, la economía mexicana ha logrado contener las presiones debido a la implementación de políticas económicas cuyo objetivo se ha enfocado en preservar un control de precios en ciertos productos clave como lo son la gasolina de bajo octanaje y el gas LP.
El resultado de estos esfuerzos ha posicionado a México con la tasa de inflación general anual más baja entre las principales economías de la región de Latinoamérica (últimos datos reportados): Brasil (11,3%), Chile (10,5%), Colombia (9,2%) y Perú (8%).
No obstante, a pesar de la implementación de estos controles que han contribuido significativamente a la desaceleración de la inflación no subyacente, el ritmo de crecimiento en el componente subyacente ha continuado incrementándose a una tasa relativamente alta.
La inflación subyacente se divide en dos grandes componentes: mercancías y servicios. Comenzaremos analizando las mercancías que a su vez se subdivide en alimenticias y no alimenticias.
Al interior de las mercancías alimenticias, los productos que más han contribuido (incidencia) al ritmo de crecimiento en la inflación general han sido: la tortilla de maíz, aceites y grasas vegetales comestibles, leche pasteurizada y fresca, refrescos envasados y el pan dulce.
Este conjunto de productos ha contribuido con alrededor de 0,7 puntos porcentuales a la inflación general anual respecto a su promedio durante 2019-2020. Por la parte de las mercancías no alimenticias, destacan por su contribución a la inflación general tres productos principalmente: automóviles, detergentes y refrigeradores.
A estas alturas, ya se ha comentado ampliamente el impacto de la disrupción en las cadenas de suministro en el incremento en los precios de automóviles y aparatos electrodomésticos.
Sin embargo, el incremento en la incidencia de los detergentes es una dinámica relativamente nueva que tuvo un efecto significativo para impulsar la inflación subyacente en los últimos dos datos reportados por el INEGI. Este genérico pasó de contribuir a la inflación general en 0,025% durante enero de 2022 a 0,15% en abril del mismo año.
El genérico de detergentes, será un elemento de presión adicional durante lo que resta del año para el componente de mercancías y por construcción para la inflación subyacente.
La importancia de su exponencial incremento radica en que refleja que la acumulación de presiones en los costos de las empresas, se volverán insostenibles de absorber completamente por parte de los productores y comenzarán a trasladarse hacía los consumidores. Como nota adicional, vale la pena señalar que este producto no fue incluido en el Paquete Contra la Inflación y Carestía (PACIC) y que Procter&Gamble anunció incrementos en precios este año debido a incrementos en costos de insumos y gastos en fletes.
Por su parte, la dinámica de inflación en servicios, la subdivisión dentro de este componente es la siguiente: educación, vivienda y otros servicios. En lo correspondiente a la dinámica de precios en vivienda y educación, estos han mostrado un comportamiento de crecimiento ordenado sin variaciones abruptas.
Sin embargo, es en subcomponente de otros servicios, en donde existen genéricos que han presentado ritmos de crecimientos significativos, principalmente: loncherías, fondas, torterías y taquerías, restaurantes y similares, servicios turísticos en paquete y transporte aéreo. En este sentido la mayor contribución a la inflación general se debe al primer genérico ya que los precios se trasladan con mayor velocidad hacía el consumidor final a medida que se incrementa el costos de insumos (tortilla de maíz, limón, carne, pollo, cebolla, etc..).
Por otro lado, vale la pena hacer un par de señalamientos respecto a los productos agropecuarios contenidos en la inflación no subyacente (ya se abordó el tema relacionado con la dinámica de los precios de energéticos).
Para el mes de abril del 2022, el limón logró reducir su incidencia en la inflación general a un 0,07% que contrasta con el 0.57% que presentó a inicios del año. La carne de res logró estabilizar su ritmo de crecimiento con un nivel de incidencia de 0.4%, y la cebolla disminuyó a 0.3% desde el pico de 0.6% que presentó durante el mes de marzo.
El pollo comienza a dar señales de presiones al alza, debido a la reciente crisis de gripe aviar que se vive actualmente en EE.UU. y Europa. Con el objetivo de atacar este problema, México ha comenzado a abrir cupos de importación con Brasil para poder satisfacer la demanda interna.
Finalmente, en este espacio se ha señalado la importancia de los fertilizantes y las repercusiones que tendrá en la oferta para el ciclo agrícola primavera-verano (abril-septiembre), a esto se le debe agregar el deterioro de las condiciones climatológicas (en un contexto con costos de insumos más altos) que ha estado reportando en los últimos meses el Sistema Meteorológico Nacional en la zona norte del país. No debería de ser sorpresa que algunos productores busquen preservar su capital y decidan no cosechar en su totalidad en el siguiente ciclo agrícola, debido al bajo nivel de rendimiento esperado dado el contexto descrito.
Tomando en cuenta la dinámica de precios explicada en los párrafos anteriores, Banxico deberá continuar mandando la señal del cumplimiento cabal de su mandato constitucional como lo ha estado haciendo en sus últimas decisiones de política monetaria. Sin embargo, debido a que el margen de maniobra se encuentra limitado para poder reducir de manera acelerada la tasa de inflación, su mejor respuesta será minimizar sus costos intertemporales con incrementos de 50 puntos base (no debería mandar la señal de incrementos de 75 puntos base).
Las presiones inflacionarias continuarán y a pesar del anuncio del PACIC que puede potencialmente ocultar algunas de las presiones inflacionarias en el corto plazo, el Banxico debe estar atento al escenario contrafactual de precios (sin PACIC), para poder ajustar la política monetaria de manera anticipada en caso de ser necesario en el corto plazo y con ello, minimizar cualquier disrupción en la formación de expectativas de mediano plazo. La complejidad de la tarea del Banco Central en el marco de las circunstancias actuales, no es nada sencilla.
Este texto no refleja necesariamente la opinión de los consejos editoriales de Bloomberg Línea o Bloomberg LP y sus propietarios.
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