Colapso de UST y Luna golpea al bitcoin y socava confianza en el mundo cripto

Los promotores de la stablecoin no han logrado recuperar la paridad con el dólar. Por qué su desplome le pega al bitcoin y al ecosistema cripto en general

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Bloomberg Línea — Pasan los días y los promotores del UST y Luna no logran recuperar la estabilidad de dos criptomonedas hechas para que no sufrieran la volatilidad típica de un activo digital. La capitalización de mercado de ambas sufre un verdadero desplome, mientras que el UST -creado para mantener una paridad 1 a 1 con el dólar- hoy cuesta menos de 40 centavos. El colapso no solo pone en duda el futuro de este proyecto, sino que también socava la confianza general en el mundo de las criptomonedas.

Desde el fin de semana pasado los inversores que tienen su dinero puesto en esta industria no paran de ver cómo los precios caen y analizan el impacto que podría tener sobre el bitcoin, el token más grande por capitalización de mercado, y que ha llegado a caer por debajo de los US$30.000.

TerraUSD y Luna fueron creadas por Terraform Labs, una compañía dirigida por el surcoreano Do Kwon, y que construyó la blockchain Terra con el objetivo de crear criptomonedas estables que se lograran masificar a través de transacciones de comercio electrónico y en infraestructuras de finanzas descentralizadas.

El objetivo inicial siempre ha sido construir una red a través de la cual se puedan realizar compras o servicios con recursos almacenados en billeteras electrónicas. La explicación oficial de Terra plantea que, por ejemplo, no es fácil hacer negocios con dólares en Corea del Sur o con el tugrik de Mongolia en Estados Unidos.

Por eso, su idea es construir una red a través de la cual se puedan hacer transacciones para que quienes reciban los pagos tengan un intercambio automático a otras monedas, con tarifas inferiores a un 1%, que dicen ser menores a lo que ofrece hoy en día una empresa de soluciones de pago.

Terra pretende tener varias stablecoins atadas a la moneda de un país en específico, como Estados Unidos (UST) o Corea del Sur (llamada KRT). El problema es que para que esto funcione las criptomonedas tienen que ofrecer una paridad 1 a 1 con la divisa que pretenden emular.

Eso se perdió desde el fin de semana pasado.

¿Se puede revertir el colapso?

Entre los actores del ecosistema cripto aún hay especulaciones (no confirmadas) de que hubo un ataque coordinado para desestabilizar al token digital. No obstante, más allá de esto lo cierto es que desde el sábado el UST dejó de equivaler a US$1.

Para los críticos de este token estable el colapso no sorprende. La baja variabilidad del UST se lograba gracias a un algoritmo y a un programa de incentivos con su token ‘hermano’, Luna, que permitía reducir la oferta y demanda de ambas criptomonedas y mover al precio hasta mantener su estabilidad.

La diferencia del UST con otras monedas estables es que no cuenta con reservas en físico de activos como alguna moneda fiduciaria (como el dólar) que garanticen su estabilidad, sino que todo funciona a través de un algoritmo y de ese programa de incentivos.

En el caso de Tether, por ejemplo, la compañía asegura tener reservas de activos que incluyen dólares estadounidenses. Este tipo de tokens, que no están soportados en un algoritmo, en teoría pueden cambiarse fácilmente por ese dinero en efectivo, lo que ayuda a mantener su estabilidad.

El profesor Ryan Clements, de la Universidad de Calgary, ha sido uno de los críticos del funcionamiento de Luna/UST incluso antes del desplome de esta semana. El fracaso del UST para mantener su paridad era predecible, dijo en diálogo con Bloomberg Línea.

“Las monedas estables algorítmicas son intrínsecamente frágiles porque su supuesta ‘estabilidad’ se basaba en la percepción y la demanda (un juego de confianza), no en una cesta de activos de reserva totalmente garantizada”, agregó el profesor.

Según sus argumentos, una criptomoneda estable necesita reunir tres condiciones clave: un nivel de demanda de apoyo para su estabilidad operativa, actores independientes con incentivos de mercado e información confiable de precios en todo momento. La historia ha demostrado que estas son imposibles de controlar, dijo.

Derek Lim, jefe de conocimientos criptográficos en Bybit, un intercambio de criptoactivos, aseguró que el UST ha estado bajo una “inmensa presión y no hay signos de que esto disminuya”. Para Lim, la situación no tiene precedentes, dado que TerraUSD pasó de ser la tercera ‘stablecoin’ más grande, con más de US$18.000 millones en capitalización de mercado, a tener poco menos de US$5.000 millones en menos de una semana.

“UST es una ‘stablecoin’ algorítmica, lo que significa que su valor está vinculado a un sistema de arbitraje. En los últimos días el sistema no pudo mantenerse al día con la gran presión de venta, algo que se dio de manera repentina, lo que provocó que el valor de UST perdiera la paridad, resultando en una cascada de liquidaciones y ventas de pánico”, dijo Lim en un comentario enviado a través de correo electrónico.

Para Clements, el UST nunca fue un sustituto seguro del dinero, pues las criptomonedas estables que funcionan por medio de un algoritmo se basan únicamente en la confianza en los incentivos económicos que ofrecen. “Una vez que la confianza y la demanda de los inversores se evaporan, rápidamente caen en una espiral mortal, y lo vimos con UST/Luna”.

Efecto contagio

El desplome no ha estado circunscrito al UST y Luna, sino que le ha añadido más presión al mundo cripto en un momento en el que la aversión al riesgo ya estaba llevando a la baja los precios de los principales tokens digitales.

El bitcoin ha caído casi un 40% en lo que va del año y durante esta semana su vinculación con el proyecto Terra le ha afectado. A pesar de que la promesa es que la estabilidad del UST se logre con un algoritmo, la Luna Foundation Guard (LFG), creada para defender la paridad de este token digital, tiene una “capa adicional de apoyo” en la que cuenta con reservas de otros tokens como Avax, Luna, UST, USDC, USDT y... bitcoin.

Según los datos oficiales de LFG, ya liquidó todas sus reservas en bitcoin en su intento por defender la estabilidad de su criptomoneda. “Los datos de Glassnode muestran que 80.000 bitcoin han sido retirados a los intercambios, mostrando que LFG ha estado vendiendo sus bitcoin con el fin de recaudar fondos para impulsar el precio del UST de nuevo”, explicó Marcus Sotiriou, analista del corretaje digital Global Block, en un comentario enviado a través de correo electrónico.

Aunque un análisis de Vauld consideró que el sentimiento de venta va más allá de LFG, las operaciones realizadas por los defensores del UST sí han ayudado a subir la presión por salir del token digital.

“El LFG descartó sus saldos de bitcoin el 9 de mayo dada la enorme volatilidad en el criptomercado y la caída de la paridad de UST por debajo de US$0,7. Con un precio de US$32.000 por bitcoin y US$1.500 millones en BTC en poder de LFG, eso equivaldría a alrededor de 50.000 bitcoin vendidos por LFG para mantener la paridad”, estableció el análisis de Vauld.

Clara Medalie, analista de Kaiko Research, ya había advertido en diálogo con Bloomberg Línea que “la decisión de utilizar bitcoin como reserva creó un riesgo sistémico para todo el ecosistema de criptomonedas” y que podría “haber una presión de venta” sobre el token digital si LFG decidía utilizar sus reservas como mecanismo de estabilización.

Para Clements, este episodio afectará la confianza en las criptomonedas. “Absolutamente”, dijo, y señaló que las consecuencias de las ventas de LFG se está viendo en la caída del precio del bitcoin.

Incluso, el efecto contagio podría ir más allá. Tether perdió su paridad con el dólar en la mañana del jueves, aunque se ha venido recuperando, y Neutrino USD, otra ‘stablecoin’ algorítmica, también dejó atrás la estabilidad que promete.

“De cara al futuro, espero que se produzcan debates regulatorios y formación de políticas en este espacio, ya que estoy seguro de que ha habido algunas pérdidas trágicas por parte de inversores minoristas desprevenidos en ambas monedas que no entendían lo frágil que era su llamada ‘stablecoin’”, concluyó el profesor.

Y no está solo en su opinión.

“La próxima respuesta de las autoridades reguladoras en los próximos meses será probablemente implacable”, dijo Sotiriou. “Los gobiernos y los reguladores se interesarán y deberían interesarse por esta situación”, añadió Lim, de Bybit.

Llamado por más regulación

Por lo menos en Washington esta idea ya comienza a tomar forma. El miércoles, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo que la situación “simplemente ilustra que se trata de un producto de rápido crecimiento y que existen riesgos para la estabilidad financiera y necesitamos un marco que sea apropiado”.

Bloomberg News reseñó la preocupación de los legisladores estadounidenses por la falta de normas y la necesidad de impulsar un proyecto de ley que regule a esta industria.

“Si el Congreso no actúa en este espacio, el peligro es que, en algún momento, una stablecoin respaldada por fiat podría perder su paridad con el dólar. Y eso no sólo podría ser muy problemático para los consumidores que pierden dinero, sino que podría tener repercusiones” más amplias, aseguró el senador Pat Toomey, el principal republicano del Comité Bancario del Senado, según informó Bloomberg.

El presidente de ese Comité, Sherrod Brown, consideró que la caída del valor del token digital plantea cuestiones sobre las criptomonedas en general y Todd Phillips, director de regulación financiera y gobierno corporativo del Centre for American Progress, advirtió que “los inversores en stablecoins merecen el mismo tipo de protección que tendrían con los fondos del mercado monetario”.

Terraform Labs ha buscado a grandes inversores para apuntalar su proyecto, según reportó Bloomberg News, pero ha sido recibido con frialdad. Incluso, tuiteó el jueves que se podrían quemar 371 millones de UST para defender al token como parte de un plan que implica la eliminación de 1.390 millones de tokens, o el 11% de la oferta de UST.

Los números siguen sin respaldarlo. A las 14:55, hora de Nueva York, el UST cotizaba sobre los 36 centavos y su capitalización de mercado estaba debajo de los US$5.000 millones. Su token ‘hermano’ Luna, que ayuda en la estabilización y que llegó a estar entre las 10 criptomonedas más grandes, ahora ni siquiera está en el top 50 de Coingecko, su desplome es del 99% y su capitalización de mercado es de menos de US$700 millones. Suena mucho, pero en perspectiva es poco: a principios de abril era de US$40.000 millones.