Bloomberg — Coinbase Global Inc. (COIN), al igual que el resto del mercado de criptomonedas, está teniendo una semana realmente difícil. La mayor plataforma de criptomonedas de los Estados Unidos no se ha declarado en bancarrota, pero mencionó la palabra en una presentación reglamentaria, lo que da a sus clientes una dolorosa idea de lo mal que podrían ponerse las cosas para ellos si la empresa alguna vez se ve en serios apuros.
En su informe trimestral, Coinbase agregó una divulgación de riesgo: si se declarara en bancarrota, el tribunal podría tratar los activos de los clientes que están bajo su custodia (bitcoin, dogecoin o cualquiera) como activos de la empresa. Y estarían al final de la fila para reclamar su pago, obligando a la gente común y corriente, que no está acostumbrada a los entresijos de la corte federal de bancarrotas, a recuperar su dinero junto con todos los demás acreedores de la plataforma.
Hay una gran cantidad de dinero en juego. Coinbase fue el custodio de US$256.000 millones de sus clientes el 31 de marzo, según el documento.
El CEO, Brian Armstrong, recurrió rápidamente a Twitter (TWTR) para dar más detalles, diciendo que la empresa no corre el riesgo de quebrar y que los fondos de los usuarios están seguros.
Brian Armstrong - barmstrong.eth (@brian_armstrong): 1/ Hay algo de ruido sobre una divulgación que hicimos hoy en nuestro 10Q sobre cómo mantenemos los criptoactivos. Tl;dr: Sus fondos están seguros en Coinbase, como siempre lo han estado.
Adam Levitin, profesor de derecho de la Universidad de Georgetown que estudia la bancarrota, examinó este escenario en una publicación de febrero en el blog Credit Slips.
“Entonces, ¿Qué le sucede a un cliente si una plataforma se declara en bancarrota? Creo que termina muy mal para los clientes”, escribió Levitin. El procedimiento de insolvencia probablemente impediría a los clientes vender o cambiar sus monedas debido a la llamada suspensión automática impuesta a los acreedores.
Los tribunales de EE.UU. aún no se han ocupado de la bancarrota de una plataforma de criptomonedas, y hay una gran cantidad de cuestiones legales y reglamentarias abiertas. Sin embargo, una cosa está lo suficientemente clara: si los usuarios de Coinbase se convirtieran en los llamados acreedores generales no garantizados y la declaración de la empresa dice que podrían hacerlo, probablemente lo pasarían mal.
Los acreedores generales no garantizados son los últimos en recuperar el dinero. Delante de ellos estarían los tenedores de deuda senior (Coinbase tiene US$2.000 millones en bonos senior no garantizados en circulación), junto con los abogados y banqueros que ayudan a cualquier empresa a navegar por la bancarrota, acumulando facturas potencialmente enormes en el camino.
Los usuarios tendrían que completar el papeleo exigiendo lo que se les debe, presentarlo a tiempo y posiblemente esperar meses o años para recibir el pago. A menudo, los acreedores de bajo rango se quedan con centavos por dólar.
Los bonos de Coinbase con vencimiento en 2028 y 2031 han caído por debajo de los 70 centavos por dólar esta semana, lejos de los niveles al borde de la bancarrota, pero en línea con algunas de las deudas de alto rendimiento más riesgosas del mercado.
-Con la asistencia de Yueqi Yang.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar