Bogotá — La cadena de descuento colombiana Justo & Bueno solicitó formalmente su liquidación ante el inminente incumplimiento de los compromisos con sus acreedores, así como en la inyección de recursos que le permitiría salir a flote del proceso de reorganización.
Justo & Bueno se jugaba sus últimas cartas con la adquisición de Joining Futures Capital International Limited (JFC), pero los prometidos US$628 millones en capital no han llegado, a pesar del anuncio en exclusiva que había dado el vicepresidente de la junta directiva de la firma, Jhony Zhang.
Los empleos de más de 5.000 personas están en vilo y todos los compromisos de la empresa con los proveedores, en un momento en el que el déficit de caja alcanza los $135.000 millones.
Ahora, el apoderado de la compañía, Nicolás Polanía, presentó la solicitud de la liquidación ante la Superintendencia de Sociedades, confirmó a Bloomberg Línea una fuente cercana al proceso.
Esto luego de que el mismo Justo & Bueno reconociera que ante la falta de la inyección de capital era difícil que el negocio fuese viable.
“A hoy (10 de la noche del martes 10 de mayo), no se produjo ingreso de recursos a las cuentas de Mercadería S.A.S., ni se recibió noticia de que algún tercero hubiera hecho pagos a cargo de la compañía”, informó Justo & Bueno.
Indicó que tampoco se recibió el informe requerido por el juez delegado de la Superintendencia de Sociedades en el que se explicaría la estructuración del negocio propuesto, el mecanismo, el monto de la operación y un plan de capitalización.
Ante la crítica situación, la empresa cerró de manera preventiva sus tiendas y centros de distribución.
“Trabajaremos de la mano de los entes de control para avanzar en los siguientes pasos del proceso”, según indicó.
Mañana se celebrará una audiencia en la que seguramente se terminará de definir la suerte de la cadena de descuento duro.
Las principales cadenas de descuento duro colombianas, como Justo & Bueno, Ara y D1, han experimentado un crecimiento continúo desde el 2019, pero los resultados parciales de ese mercado en 2022 muestran una desaceleración tanto en ventas como en número de establecimientos.
Esta dinámica se explica, en parte, debido a “la vuelta a la normalidad en las diferentes actividades y en los niveles de consumo de las categorías más afectadas por la emergencia sanitaria”, según concluyó un estudio de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia.
El informe da cuenta de que el número de establecimientos activos pasó de 2.884 en 2019 a 3.604 en el 2020, “cuando se registró el ritmo de aperturas más alto en la historia (en promedio se abrieron dos tiendas por día)”.
Ya en el 2021 se volvió a registrar un crecimiento al alcanzar las 3.676 tiendas activas de este tipo en el país, un 2% más, pero con cierre a marzo de 2022 esta cifra se contrajo un 0,1% hasta las 3.674.
