Bloomberg — Las criptomonedas que sustentan algunos de los protocolos financieros descentralizados más populares se derrumbaron cuando el colapso de la moneda estable terraUSD causó una estampida de muchos de los tokens más operados del mercado de activos digitales.
El favorito de DeFi (finanzas descentralizadas), avalanche, se desplomó alrededor del 30%, mientras que solana se hundió más del 20% y aave cayó un 24%. A bitcoin (XBT) le fue mejor y bajó un 2,7% después de caer a un mínimo de casi 11 meses de menos de US$30,000. La stablecoin terraUSD continuó su espiral descendente.
“El colapso de UST socava la confianza en todos los protocolos de liquidez”, dijo Aaron Brown, un inversor en cripto que escribe para Bloomberg Opinion. “Si UST puede fallar, tal vez aave también pueda. Algo así como cuando Bear Stearns quebró, centró la atención de la gente en si Lehman quebraría”.
La moneda estable algorítmica terraUSD continuó cayendo en espiral, rebotando entre 20 y 90 centavos. Los patrocinadores de la moneda están tratando de recaudar alrededor de US$1.500 millones para apuntalar el token después de que se desplomó de su paridad con el dólar, según el fundador de una firma a la que se le acercó para negociar.
“Bitcoin y las criptomonedas se han convertido en operaciones de riesgo/riesgo este año y los datos de inflación son un desarrollo de riesgo”, dijo Matt Maley, estratega jefe de mercado de Miller Tabak + Co. “En cuanto a terra, esta noticia está teniendo un impacto también. Su colapso representa una menor confianza en una clase de activos que ya ha estado perdiendo confianza entre los inversores durante todo el año”.
La caída se produjo después de que los datos mostraron que los precios al consumidor de EE.UU. aumentaron más de lo previsto en abril, lo que indica que la inflación persistirá en niveles elevados durante más tiempo. El dato también sugiere que la Reserva Federal se mantendrá en su camino de aumentos agresivos de las tasas de interés.
“Existe un miedo extremo en el mercado de las criptomonedas”, dijo Marcus Sotiriou, analista del corredor de activos digitales GlobalBlock (BLOK), con sede en el Reino Unido. “Además de los vientos en contra macroeconómicos en curso, ahora existe un riesgo fundamental para la industria cripto, ya que la moneda estable UST se ha desvinculado de US$1″.
Las criptomonedas y otros activos de mayor riesgo han estado bajo presión durante todo el año. La Reserva Federal y otros bancos centrales están aumentando las tasas de interés para combatir la inflación al rojo vivo, creando un entorno desfavorable para los activos de riesgo.
El área alrededor de US$30,000 había sido una “zona especialmente sensible” para bitcoin, escribió James Malcolm, jefe de investigación de divisas y cripto en UBS (UBS). Ahí es donde la economía de la minería se vuelve negativa, “lo que potencialmente podría conducir a un aumento de las ventas de monedas por parte de esta cohorte clave”, dijo. Agregó que los acumuladores a largo plazo como MicroStrategy Inc. (MSTR) comienzan a caer por debajo de los puntos de equilibrio históricos.
“Por debajo de esto, hay poco soporte técnico hasta el nivel bajo de 20mil, donde entran en juego las llamadas de margen”, escribió Malcolm.
El índice de fuerza relativa de bitcoin ahora está en 21, lo que muestra que está en su nivel más alto de sobreventa desde enero. La moneda ahora necesita mantenerse en US$28.000. Una ruptura por debajo de ese nivel podría iniciar una nueva ola de ventas.
Aún así, muchos inversores en cripto, conscientes del hecho de que bitcoin ha pasado por un ciclo de auge y caída antes solo para recuperar pérdidas una y otra vez, predican paciencia.
“En última instancia, cada inversor necesita dimensionar las posiciones en función de su nivel de riesgo y horizonte temporal”, dijo Alex Tapscott, director gerente del grupo de activos digitales de Ninepoint Partners. “Creemos que bitcoin se recuperará y que todavía estamos en las primeras etapas de esta nueva Internet de valor. Mantén la calma y HODL (por sus siglas en ingles)”.
-Con la asistencia de Sidhartha Shukla y Kenneth Sexton.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar
