Cómo es el globo espacial lleno de lujos que llevará turistas al borde del espacio

El primer vuelo será en 2024 y ya se están tomando reservas. El precio por cada pasajero es de US$125.000 y es posible pagarlo con criptomonedas

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Una nueva era de los viajes ha comenzado.

Viajar al espacio, como vacacionar en cualquier país del mundo, ya es una posibilidad (aunque bastante más cara), con la apertura de la Estación Espacial Internacional al sector comercial y las multimillonarias inversiones privadas acelerando el turismo fuera de la Tierra.

Hoy por hoy tres empresas de multimillonarios están conquistando el nicho de vuelos cortos al espacio: Blue Origin, de Jeff Bezos; Virgin Galactic, de Richard Branson; y SpaceX, de Elon Musk. Estos vuelos, aunque diferentes en sus características, tienen en común que son altamente costosos, están diseñados para el club de los más ricos del mundo y para ser experimentados casi como astronautas.

No obstante, a la par del liderazgo de estas compañías ha empezado ampliarse el espectro de las opciones. A este nuevo mercado también se va a sumar Space Perspective, cuya propuesta es diferente a las otras tres.

¿Próxima parada? El borde del espacio

La nave de Space Perspective, Neptune One, no usa la propulsión de un cohete ni genera aceleración de fuerza G. Tampoco alcanza a experimentar la gravedad cero. Es una cápsula presurizada en forma de globo aerostático que tiene la longitud de un estadio de fútbol y que se eleva lentamente hasta el borde del espacio, desde donde se puede observar la Tierra y también el infinito negro del espacio.

“Viajar en un globo espacial es todo lo contrario a un vuelo en cohete. En un despegue típico de un cohete se sienten varias G de presión. Los astronautas dicen que es como si un elefante se sentara en tu pecho. Es ruidoso y aterrador, y quizás incluso médicamente prohibido (para algunos)”, aseguró Jane Poynter, fundadora y CEO de la compañía, a Bloomberg.

En cambio, en Neptune One la flotación se da a velocidad de bicicleta, alrededor de 19 kilómetros por hora. No se requiere capacitación previa al vuelo y cualquiera que sea médicamente apto para viajar en una aerolínea comercial puede subirse al globo.

“Nuestro globo tiene tecnología comprobada, utilizada durante décadas por nuestro equipo en misiones con la NASA y otras agencias gubernamentales”, dice Poynter en un comunicado.

Para entender la experiencia de esta compañía hay que explicar la diferencia entre los vuelos antes mencionados. El viaje de Blue Origin es de 11 minutos y alcanza una altitud máxima de 105 kilómetros sobre la superficie de la Tierra; el de Virgin Galactic es de 90 minutos y alcanza una altura de 86 km; mientras que el de SpaceX es de tres días y alcanza los 540 km.

Ahora bien, el vuelo de Space Perspective dura seis horas y se eleva “solo” 30 kilómetros sobre la Tierra. En teoría, este viaje no llega al espacio. Y es que, aunque las definiciones de espacio varían, coinciden en que no es un viaje 100% fuera de la órbita.

La Federación Aeronáutica Internacional usa la Línea de Kármán para determinar cuándo se realiza un vuelo espacial. Esta línea hace referencia al límite entre la atmósfera y el espacio exterior y se sitúa exactamente a 100 kilómetros sobre el nivel del mar. Con ese criterio, solo superando esa línea uno podría considerar que hizo un vuelo al espacio.

Por otro lado, el Ejército de EE.UU. y la NASA definen el espacio de manera diferente: señalan que este comienza 19 kilómetros por debajo de la Línea de Kármán, que son 80 kilómetros de altitud sobre la superficie de la Tierra. En ambos casos, Space Perspective no llega al espacio, aunque sí a un 99% por encima de la atmósfera, es decir, a una distancia tres veces superior a la que alcanza un avión comercial.

Y aunque los pasajeros no podrán flotar en ingravidez, de acuerdo con la compañía, sí podrán admirar la curvatura del espacio, la delgada línea azul de la atmosfera que abre una brecha en el plano de la oscuridad total. Es una vista que los astronautas han convertido en un ícono y que solo aparece cuando el sol ilumina ciertas capas de la atmósfera.

“Realmente no hay una definición de espacio. Desde este entorno, se le brinda la experiencia por excelencia de ver la Tierra tal como lo hacen los astronautas”, señaló Poynter.

Un lujoso ascenso a la estratosfera

La nave podrá albergar en su interior hasta ocho pasajeros y un piloto. Su experiencia irá más allá de estar asegurados a una silla como en un cohete y se parecerá más a estar en una sala VIP de un hotel lujoso.

De acuerdo con Space Perspective, en el interior de la nave habrá sofás, barras con bebidas premium, un baño bien equipado, telescopios de última tecnología, ventanas panorámicas de 360 grados, iluminación interactiva, pantallas con datos científicos detallados sobre el vuelo y una variada oferta gastronómica.

Los pasajeros también contarán con conexión Wi-Fi de alta velocidad para transmitir en directo su experiencia o publicar en redes sociales; y podrán levantarse de sus sillas reclinables cuando lo deseen. Además, el piloto a bordo compartirá con los viajeros y responderá todas las dudas acerca del viaje y el espacio exterior.

La experiencia será totalmente personalizable, por lo que los viajeros podrán elegir los cócteles que quieran tomar, la música y el menú e, incluso, quienes reserven una cápsula completa podrán aprovechar el diseño modular del salón para configurar los asientos y mesas como los prefieran o necesiten. Podrán celebrar bodas o cenas para dos, por ejemplo.

Un descenso en el mar

Los pasajeros del Neptune One saldrán desde la plataforma de lanzamiento del Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Florida. El vuelo durará seis horas y saldrá antes del amanecer para llegar al punto más alto de la órbita a tiempo para ver salir el sol de la estratosfera, por encima del límite del horizonte.

La compañía detalla que serán dos horas en ascenso, dos horas para disfrutar desde lo más alto y dos horas en descenso. Ahora bien, una vez pasado el tiempo, el globo, que completamente inflado pudiera albergar la Estatua de la Libertad, comenzará a desinflarse suavemente y la cápsula aterrizará en una gran masa de agua. Se espera que la sensación sea similar a la del aterrizaje de un avión normal.

Un barco estará esperando justo al lado del lugar de aterrizaje, elevará la cápsula a su cubierta y llevará los pasajeros a la orilla. Este mismo sistema de recuperación es el que usa SpaceX.

Precio, fechas y reservas

Space Perspective prevé que los vuelos comerciales comiencen a finales de 2024. Con el primer año de asientos completamente reservados (600 boletos vendidos hasta la fecha) la compañía está aceptando reservas para 2025 en adelante. El precio por cada pasajero es de US$125.000.

Los clientes también pueden reservar y pagar en línea con criptomonedas como bitcoin (XBT) y ether (XET).

La compañía espera tener hasta 100 vuelos al año. Como los globos no necesitan de propulsión por cohete, prevé ampliar su operación a cualquier lugar situado a menos de 160 kilómetros de una gran masa de agua adecuada para el aterrizaje de retorno. “Tenemos pocas necesidad de infraestructura, estamos diseñados para ser móviles”, señaló Poynter.