Bloomberg — La red de gas natural de Ucrania informó que los flujos rusos a Europa a través de un punto de entrada clave se detendrán a partir del miércoles debido a la interrupción de las operaciones en la estación compresora provocada por las fuerzas de ocupación. Esto implica la posibilidad de que se reduzca el suministro.
El Operador del Sistema de Transmisión de Gas de Ucrania declaró fuerza mayor en el tránsito de gas a través del punto de entrada de Sokhranivka a partir de las 7 a.m., informó la red en un comunicado publicado en su sitio web. Todavía es posible desviar el gas a la estación compresora de Sudzha, lo que permitirá cumplir los contratos europeos.
Ucrania ya había advertido a Rusia de que las acciones de sus tropas y ocupantes en la región de Luhansk podrían acabar interrumpiendo cerca de un tercio del gas que la nación del este transita hacia Europa. Las acciones de las fuerzas rusas han puesto en peligro la seguridad del sistema de transporte ucraniano, lo que ha llevado a la red a declarar fuerza mayor en el tránsito por Sokhranivka.
Los precios del gas en Europa aumentaron hasta un 8,1%, revirtiendo las pérdidas anteriores. Luego, los precios cedieron parte de las alzas y subían un 4,1% a 97,63 euros el megavatio-hora a las 4:39 p.m. en Ámsterdam.
“La empresa informó repetidamente a Gazprom sobre las amenazas al tránsito debido a las acciones de las fuerzas de ocupación controladas por Rusia y exigió el fin de la interferencia en el funcionamiento de las instalaciones, pero estos llamamientos fueron ignorados”, dijo la red. La empresa rusa Gazprom PJSC no hizo comentarios inmediatamente.
Sokhranivka y Sudzha son dos puntos de entrada clave en la frontera entre Rusia y Ucrania que reciben flujos de Gazprom PJSC para el tránsito hacia Europa. Hasta el martes, el 27% de los flujos pasaban por Sokhranivka, y el resto por Sudzha.
Los comerciantes de gas europeos siguen en vilo, aunque los precios han bajado últimamente gracias al flujo constante de cargamentos de gas natural licuado que llegan a la región y al clima cálido. El año pasado, Rusia suministró cerca del 40% de la demanda de gas de la Unión Europea, y aproximadamente un tercio de esa cantidad pasó por Ucrania, lo que la convierte en un eje de la seguridad energética del continente.