Bloomberg — La economía ucraniana se desplomará en casi un tercio en 2022, más de lo previsto anteriormente, en un escenario en el que la guerra termine este año, según el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.
El descenso previsto es más profundo que la contracción del 20% que el BERD estimó en marzo, debido a una “contracción mayor que la prevista en Ucrania a medida que se prolonga la guerra”, dijo en su informe.
La invasión rusa ha trastornado el comercio de energía, productos básicos agrícolas y fertilizantes y ha interrumpido las cadenas de suministro, lo que ha provocado una ralentización del crecimiento en toda Europa del Este. Los precios del gas en Europa han alcanzado máximos históricos, alimentando la inflación en toda la región y colocando a los fabricantes en desventaja frente a las empresas con sede en Estados Unidos, donde el gas es hasta cuatro veces más barato, dijo el BERD.
“Aparte de los daños directos de la guerra, la producción agrícola se ve obstaculizada por la falta de combustible, el acceso a las semillas, los fertilizantes y los equipos”, señaló el banco en su informe. Se prevé que Ucrania, que representa casi el 10% de las exportaciones mundiales de trigo, el 14% de las de maíz y el 37% de las de aceite de girasol, no podrá plantar ni cosechar hasta el 20%-30% de sus tierras agrícolas.
Las previsiones parten de la base de que este año se negociará un alto el fuego y la reconstrucción del país podrá comenzar en 2023, y se prevé que la economía crezca un 25% el próximo año.
La guerra también ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las cadenas de suministro mundiales, según el BERD. Dos empresas ucranianas representan alrededor del 35% del suministro mundial de neón purificado, un componente clave para la fabricación de chips semiconductores.
Se prevé que la economía rusa se contraiga un 10% este año y se estanque en 2023, según el BERD.