Propuesta anticrudo de Petro haría que Colombia importe petróleo desde 2028

Según un informe de ACP, debilitar la industria haría que el país pierda su autosuficiencia energética impactando el bolsillo de la gente y las cuentas públicas

Por

Bogotá — Colombia se avecina a cambiar de gobierno y ad portas de ello, con algunas propuestas de las campañas presidenciales sobre el sector de hidrocarburos, la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP) entregó un informe sobre los escenarios de política y su impacto en dicha actividad.

Se plantean dos escenarios para las proyecciones del sector en los próximos años: un gobierno que mantenga la exploración y producción de petróleo y gas (Futuro A) y otro de debilitamiento de la exploración y producción de petróleo y gas (Futuro B). Hay que recordar que este último escenario es el que ha propuesto Gustavo Petro, de no generar nuevos contratos de exploración petrolera.

En caso de que se dé el escenario B (debilitamiento de la exploración y producción), ACP dice que Colombia perdería su autosuficiencia energética y tendría que importar gas a partir de 2026 y petróleo desde 2028.

Los datos de ACP indican que a Colombia le costaría US$17.000 millones importar petróleo entre 2028 y 2032 y alrededor de US$6.000 millones en importaciones de gas entre 2026 y 2032.

En pesos colombianos las importaciones de petróleo en los cinco años en mención serían aproximadamente $68,8 billones al tipo de cambio actual ($4.040). El costo proyectado de las importaciones de petróleo representan un poco más de lo que Colombia destinó al rubro de educación ($49,4 billones) en el Presupuesto General de la Nación para 2022.

¿Qué pasaría si Colombia desincentiva el desarrollo del sector?

  • En cinco años la producción de petróleo caería 47% y 27% la de gas.
  • Por desplome en producción se estima una pérdida de $18 billones de aportes fiscales y regalías de las empresas del sector a la Nación y las regiones.
  • Se perderían US$68.000 millones en divisas entre 2022 y 2032 por la reducción en las exportaciones de petróleo, sumado a las importaciones anticipadas de petróleo y gas. “Este choque externo, además de encarecer la energía, perjudicaría el bolsillo de los colombianos por un dólar más caro para todos los sectores y los hogares, pérdida de calificación de riesgo país, se encarecerían la deuda externa y las tasas de interés para los ciudadanos”.
  • Habría una reducción de $21 billones en inversiones de empresas del sector, afectando el empleo.
  • Los proveedores del sector, nacionales y regionales, perderían oportunidades de contratación por aproximadamente $20 billones. Ello podría generar recesión económica y mayor conflictividad social en más de 97 municipios donde los aportes del sector son fundamentales.
  • La caída estimada en producción de petróleo y gas además reduciría en un 60% los ingresos de los municipios productores asociados a la cadena de bienes y servicios del sector petrolero.
  • En cerca de $1,2 billones se reducirían las inversiones socio ambientales realizadas por las empresas de sector, tanto voluntarias como obligatorias.

En contraste, dice ACP, en el escenario de sostenimiento de la industria, “el impacto positivo también se refleja en las dinámicas económicas y sociales de las regiones, puesto que permitiría una contratación de bienes y servicios por $109 billones entre 2022 – 2026, mantener al menos 95.000 empleos, e impulsar inversiones socioambientales en las regiones por al menos $1,7 billones en este mismo periodo”.

Además, exponen que si Colombia sigue desarrollando la industria, esta generaría ingresos a la Nación por $105 billones en los próximos cuatro años y $227 billones hasta 2032.