Bloomberg — El gigante petrolero estatal de Brasil, Petróleo Brasileiro SA (PBR) o Petrobras, elevó los precios domésticos del diésel pocos días luego de que el presidente Jair Bolsonaro criticara a la empresa por tener ganancias demasiado altas.
Luego de mantener los precios estables desde marzo, Petrobras anunció un aumento de 8,9% en los precios del diésel para las distribuidoras, a 4,91 reales el litro (US$0,96), informó el lunes en un comunicado. Mantuvo los precios de la gasolina sin cambios.
Fue el primer ajuste bajo la dirección del CEO José Mauro Coelho, quien tomó el mando el 14 de abril. Tres de los CEO anteriores de la compañía, incluyendo el antecesor de Coelho Joaquim Silva e Luna, han perdido sus puestos de trabajo durante períodos de alza de los precios del combustible.
El 5 de mayo, Bolsonaro, que se postula para la reelección en octubre, criticó las “ganancia abusivas” de Petrobras luego de que la compañía anunciara una sólida utilidad de 44.560 millones de reales (BRL) en el primer trimestre.
“Le pido a Petrobras que sea responsable y no aumente los precios del diésel”, dijo el presidente en un discurso semanal en las redes sociales.
El impacto del alza en los precios de los combustibles suma presión al Ministerio de Economía de la nación para que otorgue subsidios, según una persona del equipo económico con conocimiento del tema. Esta solución, sin embargo, se considera costosa e ineficaz, dijo la persona, que pidió permanecer en el anonimato porque las discusiones no son públicas.
El Gobierno ya recortó los impuestos sobre el diésel y el etanol y el Congreso aprobó un proyecto de ley para cambiar la forma en que se cobran los impuestos estatales sobre el combustible para suavizar el impacto en el mercado interno. Los movimientos adicionales están limitados no solo por la escasez de presupuesto, sino también por las restricciones de gastos debido a la próxima elecciones, dijo la persona.
La brecha entre los precios de Petrobras y los niveles internacionales se ha ampliado desde el aumento de precios de marzo, ya que el crudo volvió a subir por sobre los US$110 el barril, lo que hace económicamente inviable importar gasolina y diésel a Brasil. La diferencia era de 21% para el diésel y de 17% para la gasolina el 6 de mayo, según la asociación de importadores de combustibles Abicom.
Como empresa controlada por el estado en un país donde los votantes y los políticos dicen que la industria petrolera nacional debería proteger al público de las fluctuaciones de los precios internacionales, la administración de Petrobras a menudo es atacada cuando los precios suben. Coelho el viernes dijo que las preocupaciones de Bolsonaro sobre los altos precios del combustible son legítimas, pero también dijo que la gerencia tiene la obligación de apegarse a su política de precios.
“Los aumentos en el precio del combustible deben hacerse eventualmente para mantener la salud financiera de la empresa”, dijo Coelho.
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